New Yorker, 30 abril 2007
Tirando papeles de la primavera pasada, me tropiezo con una portada de mi venerado New Yorker que bien refleja el estado de incertidumbre de los negocios artísticos.
Una gran obra de un expresionista abstracto refleja el estado de incertidumbre, dolor, confusión, angustia y vaciedad atormentada de su autor, precipitándose en el abismo del caos nihilista. Instalada su obra en el Museo de las cosas e ideas muertas, donde nosotros nos hemos educado, sin saber a donde vamos ni de donde venimos, incapaces de comprender el abismo donde se precipitó aquel suicida, fotografiamos y nos fotografiamos ante una obra que también escapa a nuestra comprensión, dejando la huella de nuestra graciosa insignificancia, que Harry Bliss (el autor de esa cover, Paint by Pixels) refleja con irónica piedad.
Este cover entusiasmaría al Platón del libro X de La República:
1. La cosa en sí (?????) representada por…
2. Una idea en la cabeza del pintor (¿Rothko?), representada por…
3. Los gestos de la mano del pintor, empuñando los pinceles y manchando el lienzo; lo que da lugar a…
4. … un cuadro, colgado en la pared de un museo, que…
5. … es percibido visualmente por unos visitantes que…
6. … hacen una foto…
7. … y Harry Bliss reproduce la escena…
8. … que se edita en el New Yorker…
9. … y JPQ lo escanea…
10. … y lo reproduce en Una temporada en el infierno…
11. … que los internautas visualizamos en la pantalla del ordenador…
12. (…)
¿A qué nos estamos refiriendo?
Joaquín,
Antes de abordar tu pregunta final, quizá sea oportuno subrayar que Harry Bliss está parodiando la recepción neoyorquina pasada y presente de la obra de JPollock (actiong painting)…
Q.-
La pintura sin duda es un Pollock, aunque Pollock leo que se mató en un accidente de coche, y no suicidado. Muchos pintores americanos parece que tenían problemas con la bebida, o sufrían trastornos de algún tipo. Es el signo de los tiempos. Me adelanto a aventurar una respuesta a mi pregunta retórica: esa pintura no se refiere a nada; es una expresión autista y nihilista. El vacío absoluto de la pintura parece refrendado por la pareja que se complace en mirar la instantánea en la cámara digital, sin darles un ardite el óleo que tienen delante de sus narices…
Al respecto, véase la exposición de Amondarain en el Koldo Mitxelena de San Sebastián «Islaren Isla» (de ilsla en isla o sin fin) en la que reproduce sin ningún rubor y con interesantes resultados obras de Jeff Wall, Cindy Sherman, Nan Goldin, Oteiza, Palazuelo, Txomin Badiola, Richard Prince, Richter, Araki, Douglas Gordon, Shapiro, Opie, Serrano. hasta el 16.6.2007. Vid ABCd del 12 al 18 de mayo
Passy, Miguel,
Amondarain, no está mal, no: tu noticia es la primera que tengo de esa obra / expo. Gracias Mil y Una…
Q.-
Joaquín,
Se me ocurre que… en verdad, la pareja acaba de fotografiar el falso Pollock… Tema, el de la cover del NY, que enlaza con la tradición velazqueña: el artista que pinta al artista pintando la obra del artista pintando. Picasso retoma el tema, dándole una dimensión muy angustiosa, en ocasiones, no siempre.
Harry Bliss trata el tema con mucha finura, en una encrucijada endemoniada. Para Goethe, el Demonio era algo así como el espíritu que todo lo niega “ Ich bin der Geist, der stets verneint!”. “Soy el Espíritu que todo lo niega!”. Desde esa óptica, la escena del falso Pollock y sus jóvenes contempladores, fotografiando la obra, sería una expresión casi ideal de una realidad endemoniada: la Nada (¿o nadería?) instalándose en la conciencia de los hombres, privándolos de razón y arquitectura moral o espiritual. Sin embargo, Harry Bliss capta el instante en que otro artista genuino (Harry Bliss) capta la escena con piedad… y esa piedad habla de nuestra insignificancia de adoradores de naderías y de la obra en marcha de un artista, ofreciéndonos los dones y la gracia de su obra, esa cover…
Q.-
El New Yorker es sin duda una de las mejores revistas que conozco. Desde que la discubri en los 90, he sido suscritor y como bien dice JPQ cada cierto tiempo tiro con cierta pena los ejemplares al reciclaje. <ls variedad de los temas y la calidad de los periodistas es incuestionable y sus criticas suelen ser mordaces. Y ahora no puedo leer todos los articulos que quisera, el tiempo el dichoso tiempo que siempre gana la batalla.
saludos
Txema,
Totalmente OK, claro. Y encantado. El club de fans del New Yorker quizá no sea muy numeroso en Carpetovetonia. Ellos se lo pierden. Tengo un colección de portadas… que sigue creciendo, oye.
Avanti..!!
Q.-