Nuestras libertades básicas también echaron raíces en la injusticia, la traición, el odio.
Quizá Adolfo Suárez encarne como nadie esa tragedia; él, que fue, tras el Rey, el hombre que tomó todas las decisiones capitales: restauración de libertades, elecciones libres, restauración de la Generalitat, etc…
Suárez pudo gobernar algunos años: odiado por sus viejos amigos de la derecha, zaherido con odio por las izquierdas, traicionado con alevosía por sus compañeros de viaje, denigrado por los intelectuales, abandonado por los electores, víctima de incontables intrigas tabernarias.
Treinta años más tarde, quienes lo odiaron, traicionaron, acusaron, vilipendiaron, se pavonean por los pasillos de la corte audiovisual maquillando los recuerdos con mentiras, vistiendo ropas usadas de personajes falsos, usurpando la palabra de un hombre capaz de callar -cuando era un hombre libre y poderoso, a quien se ofrecía más gloria y mucho dinero, para que vendiese sus memorias-, hoy condenado al silencio vegetal de un enfermo de alzheimer.
lola says
Sí, y ahora lo recuerdan los medios de incomunicación, y la gente se despereza, perpleja, y recuerda borrosamente que tiene memoria. Que Suárez no esté en el imaginario colectivo algo así como un héroe dice mucho del paisanaje. Una nueva compañera de trabajo surafricana, llegada hace poco a España, de mi marido, pregunta: “Los franceses tienen como intocable (exceptuando algunos historiadores, diría yo) a Napoleón, los estadounidenses a Washington… ¿Y ustedes?”
Por cierto, hay un libro de denuncia de las traiciones a Ucd (“el buque insignia” de la traición llama al ahora independiente, tan alabado por su independencia, Herrero de Miñón) y que centra muy bien a Suárez; un libro muy bien escrito. El de Calvo Sotelo: “Memoria viva de la transición”. Inteligente y divertido; quizá muy voluntariamente escueto. Pero ya hace muchos años que se escribió.
Lola
JP Quiñonero says
Lola,
Lo de tu amiga/compañera destaca por su sensatez. Y te agradezco el consejo sobre el libro de LCS: igual me lo busco cara al verano. De las traiciones de los demócrata cristianos, Herrero and and. Co., menudos pájarracos…
Q.-
Wallenstein77 says
Hola a todos:
El señor Herrero de Miñon parece que se ha convertido en el paradigma del desplazado. Comenzo en UCD, luego paso al PP, partido del que intento ser lider y ahora esta casi como seguidor del PSOE. A eso se le llama coherencia ideologica.
Saludos a todos.
Luis Rivera says
A Suarez se le recuerda compasivamente por los ataques que recibió y se le compadece por su soledad posterior y sus desgracias personales, hasta llegar a esa gran paradoja del político de memoria fundamental para reescribir las memorias, que ha perdido la suya. “La memoria perdida” sería un título para la tragedia de un hombre al que el destino ha marcado, en la medida en que ha tenido que vivir lo inevitable en el orden político y en el orden personal y a fin de cuentas, el destino es aquello que no puede elegir y eso es tragedia.
En el orden político, pienso yo, porque era de todo punto de vista inevitable que un hombre que asumiera la deconstrucción del edificio político totalitario(no el desmontaje), para con sus piezas útiles montar las bases de un edificio democrático, uniendo trozos de edificios viejos y de experiencias nuevas, tenía por fuerza que crearse a todos los enemigos posibles, no solo desde la derecha sino desde la izquierda también. Como a Churchill que perdió las elecciones tras su espectacular liderazgo en la Segunda Guerra Mundial, Suarez perdió el suyo porque fué interpretado al mismo tiempo como:
Era inevitable su desaparición política, por cuanto su evolución personal le hizo correrse hacia un centro que su derecha de toda la vida no deseaba. Tal vez en Suarez, a nivel personal, se cebó una utopía que le convenció, le hizo suyo. Su búsqueda del centro no se corresponde con la cultura política con un hombre que viene del movimiento, no de la política sino de la organización partidaria del franquismo. Casi nunca se analiza la posible evolución política de Adolfo Suarez, y la de aquellos que le siguieron: Viana, Rodríguez Sahagún, etc. Ahora, los tres han muerto.
La unificación PP (el de Fraga) con la UCD, hubierra sido recibida con aplausos por la masa social en que se ha convertido el voto de centro y de derecha en España. ¿Porque no se hizo así? En España solemos pensar siempre en términos de ambición personal y de corrupción íntima, lo que es injusto, pienso, casi siempre. Este análisis redime al analizado y culpabiliza al analista. Herrrero de Miñón y Alzaga hicieron lo que la derecha de aquel tiempo demandaba: ir a un partido fuerte que no entregara los restos del Estado a la izquierda que se veía venir. No dejaban de tener razón a la vista de los sucesos posteriores: golpe del 23-F y gobierno sin prestigio de una UCD que se desangraba en manos de Calvo Sotelo, y el 82 socielista con tres mandatos consecutivos. (Por cierto que el libro de LCS es, como dice, Lola, interesante a pesar de su ligereza.El expresidente escribe muy bien en un castellano precioso)
En el orden personal, lo que trasmite la figura de Adolfo Suarez, es la soledad en la que se quedó el personaje al final de su “camino al desierto”, que como digo que pienso, fué un camino personal a la utopía acompañado de un grupo de fieles seguidores que creyeron también en ella. Curiosamente, Suarez, con González, ha sido uino de los dos políticos que mejor han expresado en sus maneras la sinceridad y una retórica capaz de mover masas. Esa sinceridad, en un personaje que ha encarnado la soledad, el abandono y la desesperanza desde el punto de vista pòlítico, ha sido alimentada por su tragedia personal: muerte de sus familiares más íntimos, desaparición de su identidad perdida la memoria, es decir, su yo. Suarez ya no es, y en esa fase personal de no ser sino el continente del que fué, la tragedia se consuma ante la paradoja más popular y cursi: “parece mentira, con lo que fué”.
Es terrible ver como un canal de Televisión, hace de él una semblanza personal y política en un programa de escandalo llamado “Hormigas Blancas”, en el cual lo importante es encontrar en la vida de los biografiados los escándalos ocultos. He seguido fragmentos del programa con el interés de ver el tratamiento que se daba al personaje, y es tal la tragedia a su alrededor, que concita tanta piedad por él, que los escándalos a los que el programa tiene a su público acostumbrado se han convertido en hagiografía.
A mi Suarez se me antoja al héroe griego, a al personaje de Ibsen “el enemigo del pueblo”.
JP Quiñonero says
Wallenstein,
En se plan, FFernández Ordoñez no se quedó nada cort, ehh,
Q.-
JP Quiñonero says
Luis,
Leyéndote me doy cuenta, mal que bien, de lo mal que en el fondo conocemos incluso el pasado reciente. Y como lo pisoteamos todo, antes incluso de olvidarlo; si no es para mejor olvidarlo. De ahí que sea bella esa comparación grecoibseniana de Suárez, claro,
Q.-
Luis Rivera says
Gracias, Q.
fernando says
Totalmente de acuerdo con el post. Adolfo Suárez fue duramente criticada y ahora todos le alaban.
Para mí, ha sido el mejor político español desde la Transición. No ha habido otro como él y al paso que vamos ni lo habrá.
Se echa de menos a políticos de la talla de Suárez.
JP Quiñonero says
Luis, Fernando…
A Suárez lo que es de Suárez, y a Luis lo que es de Luis..
[ .. ]
Fernando,
Pues eso,
Q.
Luis Rivera says
Creo además, Q…, que esta sociedad en la que vivimos no es capaz de analiar más allá del om,bligo de cada analista. Hoy es fácil decir de cualquiera, público o no, que es un fascista o un rojo, y todo el comentario intelectualo queda en eso. ¿Porque lo digo?
Deberíamos, no rendir un homenaje, que para nada sirven, sino pensar en las personas que arrumbaron su manera de entender la sociedad para encontrarse en otra nueva, de ámbito solidario y necesaria colaboración.
Me refiero a dos gr7upos en concreto: a todos aquellos que en el marco del Estado y del Movimiento iniciaron una carrera política, que no fueron franquistas (el marco del franmquismo es el poder sin política) y que llegado el momento abrieron los ojos y entraron, con reticencias, como no, en una senda de encuentro. De ahí salió el gobierno de Penenes, dicho por de la Cierva con mirada adivina, que posibilitaron la transición. Quien no la vivió, no tiene memoria de ellos, por muy denostados que fueran. Y hablo de “vivió” en el sentido de estar y ver, no de haber vivido en la época.
De la misma manera hablo de los militantes comunistas que en el curso de treinta y tantos años fueron cambiando de posicionamiento: del estalinismo a los tanques en Hungría, de ahí a Praga y de ahí al eurocomunismo de la mano de Carrillo y Berlinguer , siempre con fe en sus ideas de transformación de la sociedad. También ellos, con reticencias, dieron un paso adelante.
Ese paso parece que ahora no hay nadie capaz de darlo. Será porque no vivieron lo que era aquel dificil, para muchos, imposible encuentro, que se produjo en los Pactos de la Moncloa. Acaba de morir Fuentes Quintana, otro. Y murió Gutierrez Mellado, que algo representó en el ejército, otro… A España, como dijo Guerra, no la concoe ni la madre que la parió, y lo que pienso es que ha acabado siendo verdad.
Es una pena que este pais, España, deje pasar la oportunidad de aprender de la experiencia y prefiere criticar con la ignorancia.
JP Quiñonero says
Luis,
Me quedo con: “.. esta sociedad no es capaz de analizar más allá del ombligo de cada analista…” Que no solo es una frase feliz: ¡es una verdad como un puño..!
Q.-
PS. Yo acabo de escuchar al director general de la GCivil afirmando que, a su modo de ver, “el Estado de derecho se ha consolidado con la tregua..”. Tira millas.
Luis Rivera says
Es cuestión de saber que entieende él por el Estado de Derecho.
maty says
Las cosas claras: Mesquida es un mentiroso, como el resto del gobierno que trata estos temas del terrorismo. La actuación de la Fiscalía ha ido en contra del Estado de Derecho, como bien dejó reflejado un artículo resumen de las tropelías cometidas. “Adecuación al proceso de paz”.
LA RAZON Los cambios de criterio de la Fiscalía 05.06.2007
Wallenstein77 says
Hola a todos:
Quiñonero tienes toda la razon con lo de Fernandez Ordoñez. Se me olvidaba porque no lo tengo tan reciente y cuando murio aun era un niño preadolescente mas o menos. En cambio a Herrero aun se le escucha impartiendo “magisterio” en alguna radio. Aun recuerdo el debate que mantuvo con Peces Barbas, creo en El Pais por el 25 aniversario de la Constitucion, donde Herrero casi justificaba el Plan Ibarretxe y Peces Barbas parecia que era miembro del PP.
Saludos a todos.
posdata: Que valiente es la ignorancia, que permite hablar de todo sin conocimiento ni argumentos. Otro pùnto a favor de Luis.
Luis Rivera says
Gracias, Wal… Prefiero compartirlo contigo.
Una pequeña anécdota sobre Fernándes Ordeñez. Creo que la política de aquellos tiempos hacia imaginar partidos – paraisos que luego obligaban al cambio, y su marcha de un lugar a otro fué más bien un acomodo.
Cuando entró en justicia yo estaba separado (ya no era un niño) y a la espera de que la situación se regulara, así que en el momento en que él promovió y sacó adelante la Ley de Divorcio, me sentí agradecido enormemente.
Tal vez sea conveniente recordar también que fué la persona que, con Suarez, echó adelante la primera Ley de Hacienda, que ordenó el desaguisado anterior y nos hizo pasar a los españoles por la ventanilla de pagos.
Dos de las leyes más importantes de la democracia, en orden a la normalización social, llevan su nombre.
Herrero estuvo siempre incómodo en UCD: él es protagonista nato. En su inquietud lleva su penitencia, como Alzaga, ya que ambos quedaron descolgados de la vida política. Un transfuga es útil justo en el movimiento de ajedrez de cambiar de casilla, pero luego genera desconfianza en el nuevo hogar.
Herrero y Carrillo, que siompatizan enormemente entre sí, llevaron trayectorias paralelas. Cambio de partido y mínima presencia pública de elefantes en desuso.
De los hombres de la transción, en activo, creo que solamente queda Guerra, (me refiero a los importantes)
Que la vida política quema mucho. Tal vez un buen ejercicio sería que pensáramos los que vivimos aquellas fechas y éramos adultos, donde hubiéramos estado de haber sido este un país normalizado en su organización política, en lugar de tener durante casi cuarenta años una dictadura. Mi ejempolo me basta: yo estaba en el PSUC, que eran los comunistas catalanes, partido similar al PCI de Enrico Berlinguer, eurocomunistas y demócratas. ¿Pero era comunista? ¿Lo hubiera sido, militante, quiero decir, sin la presencia onipotente y terrible de FRanco? Creo que no, que hubiera estado votando a la izquierda europea no comunista, a aquello que representaba el experimento social demócrata en el Norte de Europa.
Esa reflexión, que casi nadie hizo, obligó a dejar el lugar y a buscar el propio, el de la normalidad. No debemos ser demasiado exigentes con lo puro de aquella época, a fin de cuentas cada cual compuso el mejor papel que pudo y supo interpretar. Y la obra salió babstante redonda.
JP Quiñonero says
Luis,
Magnífica relación de tribulaciones. A título personal, la única “enseñanza” que intento sacar es la prudencia verbal, y el respeto por la gente que piensa o dice pensar de otra manera. En la dictadura no había libertad de prensa. Pero la bazofia / basura que no ha dejado de crecer, amedrentado a todos los políticos, también es una amenaza bien palmaria contra la libertad: pudriéndola… ¡y son los más jóvenes los más sensibles al nuevo lenguaje de matones y navajeros..!
Q.-