Fossar de les Moreres, 6 diciembre 2014. Foto JPQ.
¿Cuándo comenzó la crisis muy anterior y posterior al Procés, cuyos despojos pueden seguir pudriéndose indefinidamente, como la crisis original..?
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José Álvarez Junco, historiador emérito, avanza esta hipótesis de trabajo:
“De todas las tensiones que atravesaban España hace un siglo, la única que sigue sin resolverse es la reivindicación territorial. La estabilidad democrática ha vuelto a chocar con el nacionalismo.
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El problema territorial [ .. ] siguió coleando. Ante esta cuestión, la Transición había partido prácticamente de cero. El Estado español moderno —radicalmente distinto a la monarquía imperial de los siglos XVI a XVIII— había nacido en Cádiz, en 1812. Y desde entonces había tomado como modelo el centralismo revolucionario o napoleónico francés. Quizás hubiera sido mejor haberlo hecho con el caso británico, conjunto de reinos preexistentes agrupados en una monarquía común. Pero lo cierto es que el modelo inicial sobrevivió incuestionado durante casi todo el XIX, y que las afirmaciones de identidad regional —las proclamas sobre Cataluña como “patria” propia— partían de la aceptación de España como “nación” política o sujeto de la soberanía. Ese doble patriotismo se vio dificultado tras el fracaso del ciclo revolucionario en 1874 y más aún tras la debacle de 1898, cuando algunos grupos empezaron a plantear la identidad catalana o vasca como rivales y excluyentes de la española; pero el doble patriotismo siguió dominando. En dos situaciones democráticas, 1931 y 1978, se intentó resolver este problema con un Estado unitario pero con esferas excepcionales de autogobierno para las regiones que lo desearan. La de 1931 fracasó, víctima de los radicalismos. La de 1978 parecía tener mejores perspectivas…”. José Álvarez Junco, El País, 29 septiembre 2018, Cataluña, el problema pendiente.
Las negritas son mías.
En verdad, la crisis había comenzado mucho antes y estalló con la Sublevación de Cataluña de 1640, reprimida manu militari, reconstruida de manera canónica porJohn H. Elliott en su legendario ensayo The Revolt of the Catalans, La rebelión de los catalanes (1963, 1977, 2014), la Sublevación de Cataluña (1640) / la Guerra dels Segadors..
En una de las últimas ediciones de su libro, Elliot subraya que la crisis España / Cataluña de 1640 era muy semejante a otras crisis que vendrían, siglo tras siglo:
“En cierto modo esta España plural puede considerarse como un regreso a la Monarquía compuesta de los Austrias, con el reconocimiento de la identidad distintiva de las varias comunidades ibéricas y la creación de un espacio político muy distinto del de la época franquista. Es un espacio que promueve y reclama, exactamente como en la época de los Austrias, un diálogo constante entre Madrid y las comunidades autónomas, un diálogo que hoy, como antes, está sujeto a tensiones, y que exige para su buen funcionamiento una voluntad de compromiso entre ambas partes”.
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“[A Cataluña] le faltaba la cohesión social y la unanimidad política que son absolutamente necesarias como base de un sistema de gobierno estable. [ .. ] A causa de sus divisiones internas, Cataluña se destruyó a sí misma”.
“Donde quiera que la comunidad de intereses reclamaba, y aún reclama, la necesidad de unión, las amargas memorias que sobreviven a los siglos solo sirven para dividir. La revuelta de los catalanes compendiaba, y al mismo tiempo perfilaba, la tragedia de España”… Las tragedias de Cataluña y España, vistas por John H. Elliott y Quiñonero.
En esas estamos.
En verdad, en su origen último, el Proceso / Procés es finalmente incomprensible si no se intenta comprender sus raíces históricas:
Como en 1640, 1714, 1914-1925, 1934… la crisis del Procés y del Pollastre durará años.
Cada tema con su loco: hay alternativas (¿?) nunca exploradas:
España / Cataluña… orígenes y salida de la crisis: el modelo Quiñonero.
Quiñonero: “España no aguantará sin un diálogo cultural de fondo”.
José says
Hoy uno de octubre fiesta nacional o dia del referendum frustrado por España y sus fuerzas de ocupacion. Los nativos catalanes como los americanos ceden sus tierras a los forasteros que no saben de donde vienen. La nacion americana formada por ingleses y las republicas del centro y sur por españoles y portugueses. Nosotros la primera nacion sin revoluciones politicas triunfantes pero si contrarrevoluciones religiosas progresistas modelo para el mundo actual. Los alemanes con revoluciones religiosas triunfantes pero sin revoluciones politicas. En teologia politica actual se pide un imposible queremos naciones divinas. Todas quieren a dios de su lado. La nacion como pueblo elegido cuando si solo hay un dios solo hay una nacion pero desde el Antiguo Testamento nadie sabe cual es en Asia solo hay herejes. La ortodoxia critica cristiana igual la encuentra y conoceremos la nacion de naciones del futuro. Un solo dios y una sola nacion. Ni ficciones ni cultura. Control de conductas universal. El panoptico es posible.
JP Quiñonero says
José,
Bastante OK, claro.
Apenas algunos matices… en este caso, los curas trabucaires que pretenden hablar en nombre del pueblo elegido oscilan entre Groucho Marx descarriado en Andorra y Valle Inclán contemplando los líos de las tropas insurrectas recibiendo mamporrazos de los mossos que actúan bajo las órdenes de un capellán trabucaire…
Espectáculo que otro cura trabucaire contempla desde Bruselas diciendo que a él no lo pillarán, que no tiene vocación de mártir. Lo del martirio se lo deja a los que están en la cárcel… él pronuncia charletas desde el púlpito que alguien le paga con dinero de no se quien…
Nada de «épica», oye, puro esperpento… y el pueblo elegido de aquí para allá, tirándose a la calle o refugiándose en el piso por pagar, intentando pagar la hipoteca con los sueldos que no suben y los empleos precarios que son los muy mayoritarios…
Y los curas trabucarme dando trompetazos marxistas «¡Más madera..!».
En fin,
Q.-
Fina says
Con el «panóptico» ya no existirá la intimidad, ¿verdad, Josep?
¿Estaremos, o estamos, controlados desde todos los ángulos?
No puedo imaginar el futuro, veremos lo que nos llegarán a imponer…O mejor dicho, no creo que nosotros lleguemos a verlo.
El ciclo del nacimiento, crecimiento, deterioro y muerte parece estar en todas las cosas…
Sueño con otro Renacimiento, quizás después del Apocalipsis.
Bona nit!