Badalona, 19 diciembre 2019. Foto JPQ.
La gestión política y publicitaria de la mentira, la ignorancia y la irresponsabilidad ha sido catastrófica para los intereses nacionales, agravando el sufrimiento de los más débiles:
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Según las estadísticas oficiales del Banco de España (BdE), España tenía el mes de enero pasado una deuda pública de 1.195.942 millones de euros, equivalente al 95,8% del PIB.
Históricamente, España fue, ha sido, sigue siendo y lo será -para mal- uno de los países más endeudados del mundo, como Italia, Francia, Japón.
El costo económico de la crisis del coronavirus agravará esas deudas de manera vertiginosa.
El Estado español no tiene recursos propios para pagar / financiar esos gastos básicos. ¿Qué hacer?
Pedir socorro a los miembros de la zona euro que tienen economías menos endeudadas.
Sin embargo, no parece sensato esperar nada bueno del lenguaje utilizado históricamente por los gobernantes españoles y sus portavoces publicitarios:
“Yo gasto y me endeudo como quiero. Mis deudas las pagamos en común, en nombre de la solidaridad europea…”.
Ese lenguaje pasa mal para cualquier padre de familia. Y pasa mucho peor para cualquier gobierno que debe rendir cuentas a sus contribuyentes, cuando la imagen de quien pide “mutualizar” sus propias deudas, crecientes, a un ritmo dramático, es sencillamente catastrófica:
Deutsche Welle, Gestión del coronavirus en España: errores mortales.
Le Monde, Coronavirus : l’Espagne prend conscience avec retard de l’ampleur de l’épidémie.
The Guardian, How did Spain get its coronavirus response so wrong?
The New York Times, A Deluged System Leaves Some Elderly to Die, Rocking Spain’s Self-Image.
La soberbia sonámbula tampoco ayuda a defender de ninguna manera los intereses nacionales:
“Spain is back ..” para seguir pidiendo subvenciones a Europa.
“Spain is back, Spain is here to stay” “Una estupidez”.
¿Qué puede ocurrir?
Coronavirus … España y los españoles con menos ingresos y más gastos, víctimas de la incertidumbre.
El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas … en tiempos del coronavirus.
Lo peor no siempre es inevitable, decía Raymond Aron, al que cito de memoria, en esta ocasión.
Lo único razonable debiera ser…
-Devolver cierta credibilidad a la palabra pública, mancillada a toda hora por las divisiones gubernamentales y los virus ideológicos.
-Bajar los humos tóxicos de la soberbia diplomática y publicitaria.
-Intentar negociar alguna forma de socorro, temo que siempre al borde de la petición oficial u oficiosa de un humillante rescate, a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Irene says
Expectativas temibles, en efecto.
Planteas cuestiones que como ciudadanos debemos tener en cuenta, por más difíciles que sean las respuestas…
JP Quiñonero says
Irene,
Se agradecen los ánimos.
Sospecho que estas cosas… en fin…
Palanteeeee…!
Q.-
Gabriel says
Un horror de irresponsabilidad, de izquierda, derecha, centro y demás cofradías patrióticas. Un horror a pagar con interminables plazos de retraso y pobreza.
JP Quiñonero says
Gabriel,
AMÉN,
Q.-
Fina says
¡Ay, Quiño!
¡Que Dios nos coja confesados!
A ver si escuchan nuestro grito de socorro y el Mecanismo Europeo de Estabilidad nos tiende una mano. Por lo que entiendo, o nos rescatan o se hunde el barco…y ¡sálvese quién pueda!
Expectativas temibles y un horror, como dicen Irene y Gabriel…
Vivir para contarlo…y los que queden, encima endeudados…
JP Quiñonero says
Fina,
Lo resumes muy bien:
“Vivir para contarlo…y los que queden, encima endeudados…”.
Muy endeudados, me temo.
A ver que apaño / ocurrencia se termina negociando, mal que bien, para conseguir dinero prestado a pagar vaya usted a saber como…
Q.-
PS. Hay algo histórico y profundamente trágico… la España imperial (Carlos V, Felipe II), ya pagaba sus guerras internacionales pidiendo dinero prestado (a banqueros genoveses, con frecuencia)… tras el endeudamiento, venían las bancarrotas… la pertenencia a la zona euro debía poner fin a esa tradición… pero no, ay…