La intervención del presidente JLR Zapatero en la Asamblea Nacional francesa está centrada en varias evidencias de imprescindible recuerdo, malversadas —-a mi modo de ver—- a través de un uso abusivo de la propaganda ideológica más primaria.
Evidencias que es imprescindible recordar: la construcción política de Europa echa sus cimientos en una comprensible búsqueda de paz, libertad y bienestar.
Propaganda ideológica primaria: la “vuelta al corazón de Europa”, el proyecto de Europa de la seguridad, el “modelo social progresista”, etc.
Por puntos:
1.- En el modelo social europeo se confunden el antiguo capitalismo renano (en crisis aguda); y las seguridades sociales fraguadas, desde Bismarck, por un rosario de políticos del más variado espectro ideológico. ¿Hay un solo Estado europeo donde tales antecedentes no estén en crisis, comenzando por Alemania?
2.- La Europa de la seguridad es la “guinda” de una tarta a la crema que Francia lleva más de medio siglo manipulando a su antojo, cuando fue París quién dinamitó y arruinó el primer e histórico proyecto de Comunidad Europea de Defensa (CED, 1954). Por otra parte, ¿asume Zapatero la doctrina del arma nuclear francesa, incluso si el sable atómico está ya muy herrumbroso?
3.- Continuar usando el slogan publicitario del “corazón de Europa” (lo que en otro tiempo se llamaba el eje franco-alemán) es una manera obtusa de perseverar en el error. Hace muchos años que el dúo franco-alemán dejó de ser el “motor” de la construcción política de Europa. Quien diga otra cosa, o miente o es un ignorante. Europa funciona hoy a muy distintas velocidades. Se trata de una realidad palmaria, que la retórica ideológica envenena de mala manera.
El azar quiere que precisamente hoy se confirme oficialmente que Alemania y Francia tienen el raro privilegio de ser dos grandes potencias con el peor crecimiento de Europa, agravado con un patético incremento inexorable del paro.