A diario se denuncia la desaparición de incontables especies zoológicas amenazadas. No advierto que a nadie importe la desaparición de amenazadas especies culturales.
A título personal, hablando de Gaya, denuncio desde hace años la lenta desaparición de la más alta y noble especie de los pintores al óleo y la acuarela. A través de las mozas (y mozos) de Addenda & Corrigenda, advierto hoy que los lingüistas también se sienten amenazados de extinción administrativa, primer paso hacia el infierno de la insignificancia y la muerte lenta, lenta.
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PS. Las especies culturales también son víctimas de la polución. B* comió hace días con el más influyente de los editores españoles (en cifra de negocios), a quien se atrevió enseñarle su último libro, publicado en Italia por una minúscula editorial minoritaria. “Eso en España no hay quien lo compre”, le dijo olímpico el magnate. “Sobre todo, si gente como tú publicáis la basura con la que estáis pudriendo el gusto”, me comenta B* que no se atrevió a contestarle.
Luis Rivera says
Voilver a leer a Ortega y detenerse en «La Rebelión de las masas», libro al que le pasa algo parecido al Quijote: se habla tanto de él como no se lee.
El mass media no necesita ser ilustrado, ni tener cultura (en términos de conocimiento no folclórico), ni haber leído más que lo justo, que es el tope que cada cual establece para sí mismo. Hace un par de semanas, en una t6ertulia radiofónica sobre libros, el conductor y al tiempo presentador y también locutor de la reunión en las ondas, espetó de repente ante el asombro y silencio (en la radio los silencios son «ostentoreos» en términos acuñado por el peligroso e inefable Gil), dijo y cito de memoria:
«Todo es cultura audiovisual. Y los libros tieneden a desaparecer porque para eso, en el mundo de hoy está el cine. (Primer silencio de los asistentes a la tertulia. El muchacho sigue iomperturbable). El mundo audiovisual es la realiodad del siglo XXI. Debemos pensar que, «bien pensado» los libros son herramientas audiovisuales. (Segundo silencio, ahora más omnioso) Porque se cogen y se miran y al mirarlos se leen, y eso es audiovisual, señores. (Silencio absoluto)
El editor en ciernes, quien quiera que fuera, no necesita editar cultura (en términos cultos) sino productos. Durante un tiempo trabajé como asesor de comunicación para uno de los grupos editoriales más importantes de España y América y te aseguro que lo que oí era para poner los pelos como escarpias. No porque la defensa del libro como producto y el incremento de la renta en unidades vendidas, no sea justo. No es eso lo que asusta, sino que por principio, existe una cuota no cifrada en la cual un libro culto tiene cabida o no, frente a un producto banal. El equipo de marketing, formado por editores, lectores y expertos en comunicación que se reúnen en torno a un escritor que «vende» es un equipo adulador que nunca pone en cuestión la calidad del producto, y que a la postre viene a defender su calidad excepcional, simplemente porque trabajan en su lanzamiento.
Wallenstein77 says
Hola a todos:
Luis, ¿podrias dar mas datos de semejante especimen? Es para escucharlo y grabarlo y asi cuando este depre animarme.
Saludos a todos.
Luis Rivera says
La radio que oí era en un taxi y al locutor no lo conozco. Lo siento, Wall…, pero en cualquier caso con solo abrir la boca debiera ser reconocible. Ahora, es periodista, o sea, universiotario. Ah, si lo pillara Sarkozy…