¡Qué cosa más absurda, perder un santo día disputándome con la instalación de una impresora..!
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Toparse durante varias horas, una tarde y una mañana, con las órdenes sonámbulas de una instalación automática (finalmente fallida)… el fallido diálogo de sordos con un servicio de “asistencia técnica”… la devolución y sustitución de la impresora por otro trasto semejante, algo tienen para mi de ceniciento “calvario”: horas y horas muertas, perdido y “torturado” por un rosario de máquinas sonámbulas haciéndome daño físico y moral. Un horror. ¡Como he recordado el viejo Pnin nabokoviano, perseguido por nubes de insectos y diabólicos objetos mecánicos..!
Sugerencia para q: llamar al 902 00 00 00 y sollozar sobre tu propio hombro. Otros no lo aguantarán.
Luis,
He llamado inmediatamente… una sonámbula voz femenina (grabada en un disco que repite el mensaje cada cinco minutos) me ha agradecido la llamada, advirtiéndome que hay 45 minutos de espera… decidí esperar, claro, pero se cortó la comunicación… volví a llamar… etc, etc, etc…
Q.-
PS. Se agradece el paño de lágrimas..
Yo lo sigo intentando, Q. Tengo una voz de Skype que me recuerda cada lapso de tiempo que debo terminar la instalación. Y no se lo que quiere decirme, así es que hago como si no la oyera. No hay mejor desprecio que el silencio, dicen…
Luis,
Tuve hace siglos un R25 que hablaba… y me decía cada diez kilómetros que debía pararme para evitar una catástrofe mayor… conseguir venderlo y pasarme a Audi…
Q.-