“El “escándalo” [Sarkozy y Carla Bruni en España: pan y circo]  le pareció a Sarkozy tan canalla e impresentable que decidió pagarse un traje cortado a su gusto”, me dice I*, que conoce el paño y las sastrerías de servicio casi también como yo.

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Y continúa: “Los consejeros de Sarkozy se quedaron tan horrorizados con la salsa ketchup española [Sarkozy, Zapatero y el periodismo basura y Sarkozy, Zapatero y la basura periodística] que decidieron consultar con Moncloa y su embajada en Madrid el precio del mejor sastre a medida, para ofrecerse y ofrecer algo impecable. Se borró de un plumazo la información para comprar los servicios de un sastre capaz de ofrecer el servicio a domicilio, sin preguntas fuera del guión redactado por los consejeros del presidente… ¿Las relaciones España / Francia en todo eso? Son demasiado importantes para dejarlas al azar de la información, las preguntas y respuestas. El espectáculo queda mucho más elegante con el servicio de la casa, callando de oficio a quien pudiera tener otros puntos de vista.”

-¿?

-Mira, lo del terrorismo, es una carta comodín ideal, para Francia. Lo del Mediterráneo, ha vuelto a ser coto francés [Así perdió España el liderazgo del diálogo euromediterráneo]. La economía… las empresas españolas tienen en Francia todo el puesto que son capaces que conquistar con su fuerzo. Cuando están en juego intereses mayores, el Estado y las mafias intervienen y los españoles no entran: eso ha ocurrido con empresas de construcción y de otro tipo. Las empresas francesas en España tienen otra dimensión: los constructores de automóviles mandan mucho en las exportaciones españolas. Y no digamos cuando piden ayuda al gobierno, en tiempos de crisis. Hay viejos problemas que España lleva décadas defendiendo, en vano. ¿Cuántas décadas llevan los aragoneses pidiendo la reapertura del ferrocarril de Canfranc? A los franceses no les interesa abrir nuevas puertas a los exportadores españoles. Otro tanto ocurre con el proyecto navarro de autopista. Y no digamos de las carreteras, autopistas y ferrocarriles del Mediterráneo. Andaluces, aragoneses, murcianos, valencianos, catalanes, ganarían mucho utilizando el tren. Pero eso no interesa a los franceses. Ni a sucesivos gobiernos españoles. Todos los temas de infraestructuras, a través de los Pirineos, son temas que se arrastran desde los tiempos de Franco, si no desde mucho antes, defendidos por Suárez, por González, por Aznar… ¿los conoce Zapatero?

-¿?

-Todas esas historias son esenciales para el futuro de España. Sarkozy llega con Carla Bruni, que es algo más llamativo que los viejos, polvorientos y enterrados proyectos de abrir nuevas vías de comunicación, a través de los Pirineos, para dar más oportunidades a los productos y las ciudades españolas. Circo sin pan, querido.
Las negritas son mías.

• Sarkozy manda mucho en España.
• Sarkozy por el Sendero de los españoles caídos en la Alta Saboya.
• La bandera española, ausente en Washington.

• España, Francia y Diplomacia en este Infierno.

LaVanguardia,26abril2009. Las comunicaciones a través de los Pirineos.