… el Balthus de Alicia (¿1933?).
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Imposible convencerla que en esa esquina que ella pisaba, quizá por primera y última vez, se cruzan otros caminos celestes. El hotel de Rilke, Baroja y Manuel Machado, el hotel donde falleció Joseph Roth, el lugar donde se fotografió Pla, la calle de la amante de Ramón, la escuela donde yo estudiaba alemán, las estatuas del jardín de la novela de Remy de Gourmont, etcétera.
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Gratitudes mil, joven.
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Vaugirard/Condé, 25 mayo 2009. Foto JPQ.
- La chica y el fotógrafo de Antonioni.
- Homanaje a Edouard Manet.
- Homenaje a William Eggleston.
- Homenaje a Nonell.
- Homenaje a Julio González.
- Fotografía en este Infierno.
¡Cuántos edificios, cuántas esquinas, cuántos recuerdos en las ciudades! Descubres lo que llevan dentro las casas y las calles, los pasos, amores y libros que por allí pasaron.
¡Felicidades!
JJP
José Julio,
Ayayay… en el tiempo mesiánico de la escritura, esa esquina también se confunde con tu rue Tournon, claro está, la misma de Jünger,
Q.-
Q.
Sin esas gafas y ese bolso-a tan grandes y tan oscuras, esa chica parecería una verdadera diosa…
L.
Lauro,
Palabras mayores, que tanto se agradecen, por la Complicidad.
En otro plano, un poco más “técnico”… lo que yo valoro (incluso al margen de mis cosas) es el instante, la gracia del instante… nada de “arte”, ni de “iluminación”, ni fabricación artificial de cosas de ese u otro tipo… lo que me interesa es el caracter divino de la realidad: pongo divino sin comillas, aludiendo a la condición sacra de la realidad y todas las cosas de la creación,
Q.-
PS. Perdón por la gravedad del tono.
Cuidadín, cuidadín, no sea que Rubalcaba le saque los colores en una rueda de prensa tal que a Sostres.
Y es que los laicos son así.
Claudio,
Bajezas y basura, no, por favor. Lo borraré sobre la marcha,
Q.-
Q.,
La Realidad es per se divina…, porque descubrirla es un milagro. Incluso, después del milagro debe ser vista por el candidato a santo, supongo, como un misterio, que también es un concepto sólo entendible desde lo religioso o lo poético.
Pd.: La gravedad no tengo que perdonártelo, sino agradecértelo.
L.
Lauro,
Has encontrado la fórmula exacta que ilumina a Plotino y Cartier-Bresson: “La Realidad es per se divina… descubrirla es un milagro“. Amén,
Q.-
PS. De ahí, me digo, que las iluminaciones artificiales y todas esas mandangas tengan algo de artificio profundamente artificial, ilusorio, vano: nada más divino que la luz de la aurora, vistiendo la creación con todos sus colores. Ya lo decía el fraile aquel.