LFCyLucetteAlmanzor, años 30.
El caso Céline quizá ilumine los pavorosos estragos de la política y la ideología, haciendo retroceder la libertades, la libertad, víctimas de la mediocridad, de un inconfesable “terrorismo” soft, y de los estragos de censura, a geometría variable.
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Louis-Ferdinand Céline es con Marcel Proust el autor francés más grande del siglo XX, con mucho.
Voyage au bout de la nuit (1932) y Mort à crédit (1936) son dos libros descomunales, cuya roturación salvífica de la lengua francesa solo es comparable a Villon y Rabelais.
Esas son las proporciones del legado celiniano, en el marco de la cultura francesa y la crisis saturnal de la civilización occidental…
… Céline murió hace cincuenta años. Y, desde el otoño pasado, la burocracia cultural francesa lo había incluido en un opúsculo administrativo titulado Recueil des célébrations nationales de este año. A la vista de tal librejo, el presidente de la Association des fils de déportés juis de France, Serge Klarsfeld (cuyo hijo estuvo “saliendo” una temporada con Carla Bruni, antes que ella se casara con Nicolas Sarkozy), puso el grito en el cielo, pidiendo la retirada inmediata de Céline de ese libro, considerando que los inmundos panfletos anti semitas del escritor impiden recordarlo y rendirle ningún homenaje nacional…
Bueno.
Es cierto, sabido y está estudiado con mucha minuciosidad que Céline escribió unos panfletos abominables y tuvo un comportamiento infecto durante la ocupación nazi.
No es menos cierto que Céline es un genio absoluto.
Los panfletos infectos de Céline han sido analizados desde todos los ángulos. Su genio verbal no necesita en absoluto de los homenajes de ninguna burocracia de Estado. En verdad, Céline también abominaba del Estado y su conversión de los suburbios obreros en campos de trabajo malditos.
Philippe Sollers ha comentado que, con este gesto, el ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, ha actuado como ministro de la Censura. Por una vez, temo estar de acuerdo con él.
- Céline y el naufragio del hombre moderno.
- Un monumento: la Correspondencia de Céline.
- Céline: “Tierra sin alma, campo de trabajo maldito..”
- El pistolero, el apocalíptico y el subversivo.
- Escritores y Crítica literaria en este Infierno.
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Esta mañana me he leido una entrevista con Monseñor Jacques Guillot, obispo de Evreux, expulsado de esa diócesis en 1995 y nombrado obispo de Partenia, en Argelia.
Ni que decir tiene que nunca se ha hecho cargo de dicha diócesis. Rebelde y comprometido hasta el tuétano con los humildes.
Esta Francia es muy………………
Bon día desde la barriada de Sants… y sin noticias de Albania.
Me imagino que a los muertos los habrán enterrado después de que la OTAN y la CEE en Tirana hayan “LAMENTADO” las muertes.
¡¡Cínicos!!
Espanya y Catalunya tienen intereses bastardos con esa zona de los Balcanes.
A mí Céline no me gusta como escritor. Su francés entrecortado me acaba resultando monótono, y sus “desgarramientos” me parecen una pose literaria. Aun así, es innegable su influencia literaria, y estoy radicalmente en contra de estas “damnationes memoriae” a posteriori de lo políticamente correcto. Pura hipocresía, dada la generalizada actitud sesgada antiisraelí de la mayoría de medios y cancillerías occidentales. Pero es más fácil condenar a un muerto, que hacer frente a ese antisemitismo disfrazado de antisionismo. Céline debe ser valorado como escritor, y en este aspecto, es uno de los imprescindibles de la literatura francesa del siglo pasado. Parece, pues, que la estupidez sectaria de la Memoria Histórica empieza a traspasar las fronteras.
Cordiales saludos.
¿Tendrían que anularse también las conmemoraciones a escritores que han apoyado dictaduras comunistas, como la de Stalin o la de Castro? ¿Mandaremos al olvido a autores como Sartre, Alberti, García Márquez, etc? Una cosa es “homenajear” a un escritor (celebración en honor de alguien) y otra muy distinta es conmemorarlo (recordarlo). Al homenaje se debe sumar el que quiera, pero el recuerdo de los grandes escritores es un deber de los críticos, los intelectuales, etc.
Saludos
Phylax
José Miguel, Phylax…
José Miguel,
Genialidades al margen, es muy cierto lo de la hipocresía, insondable; que tiene mucho más calado del aparente, en efecto. Malraux fue un gran escritor, que también fue traficante de obras de arte falsas… ¡¡!! pequeño detalle que no le impidió entrar en el Panteón de hombres ilustres de la nación,
Phylax,
Menudo problemón planteas… hubo textos filosófico de cierto calado (algunos de M Merleau-Ponty) que eran algo así como “justificaciones” de los campos de concentración. Y se me antojan cosas mucho peores que cualquier planfleto, todavía hoy.
Q.-
Céline me da un poco de miedo. Pero toda esa historia huele a pura marranada politica.
Teresa,
Mujer, miedo, miedo… en el fondo, Céline era un hombre muy tierno, con un truculento sentido del humor, negro azabache… lo de marranada no está mal visto, no,
Q.-
Todo este asunto me parece bastante nauseabundo… Seguimos inmersos y manipulados por el horror a la derecha, y siempre dispuestos a conceder la mayor indulgencia a los crímenes de la izquierda… porque sus enunciados son políticamente correctos… nobles, desinteresados y altruistas… no hay empacho en condenar al mayor escritor del siglo XX… y en tratar con extrema delicadeza a los grandes tiranos de izquierda… como Stalin y Fidel Castro… si Celine resucita, seguirá vomitando… y con razón… que no se diga más.
¡Y qué linda sonrisa tenía Lucette Almanzor! Me ha enamorado.
Esa ternura… Sí señor. Alguien tenía que decirlo. Con frecuencia parece que hablemos del diablo. “El viaje…” tiene páginas de una ternura desarmante. Y sentido del humor, ya mucho más ácido, por supuesto.
¿Y qué harán con Sarte, y con Aragón, y con tantos y tantos estalinistas?
Y ¿por qué un artista tiene que ser una buena persona, ya puestos?
Schopenhauer, cuando alguien le reprochó su mala milk, muy poco schopenhaueriana en apariencia, respondió: “Soy filósofo, no santo”.
Daniel, Lola…
Daniel,
Quiero recordar que Lucette era profesora de baile. Una mujer muy entera y muy mujer. En el terreno político, OK con el beatería izquierdista, de un rancio subido. Dicho eso, Céline no era de derechas, tampoco: su lenguaje volcánico tiene algo de profundamente libertario, subversivo, que pone los pelos de punta a todo el mundo, justamente. A todos denuncia con una entereza de Ángel caído… su pequeño texto sobre los suburbios, el que cito en un link, creo que ilumina bien esa dimensión de solitario contra todo y contra todos.
Lola,
Siiiiiiiiiiiiiiiiii… de una inmensa ternura… y, para colmo, sus melopeas últimas también son una forma de llanto inconsolable, ante el espectáculo de una civilización en ruinas. Además, sus delitos quizá fueron menos graves de lo que él mismo acentuaba voluntarimente. Se comportó como un miserable y escribió cosas abominables, claro está. Detrás de esa “sinceridad” había un cinismo de vía estrecha, una miqueta infantil… los textos de Merleau Ponty “razonando” el Gulag son muuuuucho más peligrosos, pero que muuucho más peligrosos…
¡Viva Shopenhauer…!!!!
Q.-
Si se exigiera que los escritores, los albañiles, los informáticos, y los vendedores de ultramarinos, fueran beatíficos seres de incuestionable bondad, edificantes ejemplos para la juventud, antes de concederles nuestra admiración a sus obras…
“Es con los buenos sentimientos con los que se hace mala literatura”
De todas formas, qué gran honor para un escritor, no recibir honores de los biempensantes.
Perdón, se me olvidaba: del gran Guillermo Piro: Hotel Celine. Escrito hace un puñado de años.
Un abrazo
Gatopardo,
Oye, se agradece el link / referencia de Guillermo Piro.
Y, si, si, es un Grandísimo Honor continuar siendo un poscrito. Céline o Villon estarían un poco muertos y profanados cubiertos con el manto de ceniza fría de los honores.
Q.-
Yo llegué a Céline a través y por recomendación de un vitalista como Henry Miller… Y es que está clarísimo que el genio no puede encasillarse en esa bobada de las derechas y las izquierdas.
Ramón,
Henry Miller, menudo Maestro, si. Bobadas peligrosas, quizá, en ocasiones, me temo,
Q.-