Rue Royale, 9 diciembre 2011, a la altura del lugar citado en la Recherche, más adelante. Foto JPQ.
Nuestros despojos, devorados por las mariposas carnívoras del chic, la moda, el lujo y otros espejismos artificiales.
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Las fugaces siluetas que se cruzan en una calle muy animada -iluminada para nosotros con las luces artificiales del lujo y la moda- conducen al narrador de la Recherche hasta el umbral imaginario donde habitan los lacerantes fantasmas de Gilberte (un amor difunto, despojo de una pasión ida), Albertine (la sombra nocturna de una pasión asoladora) y Odette de Crécy, la cortesana ascendida a mujer de mundo, en un mundo donde el chic se confunde con la frivolidad estéril del lujo y las modas pagadas al precio de quienes creen que lo bello se compra y se vende en las tiendas para turistas y ricos recientes, ocultando sus orígenes con sedas y pieles de colores chillones.
Melancólico calvario -para el narrador- donde las cruces de los amores difuntos conducen hasta la revelación de lo bello caído en los escaparates que atraen a las mariposas carnívoras y a las cortesanas ascendidas a señoras que ponen precio, marcas y etiquetas a los seres humanos y las muñecas artificiales que ya fueron el cebo que ellas mismas utilizaban para vender sus cuerpos desnudos en un lecho de paso, cuando se iniciaban en las artes y encantamientos de los afeites, el chic, el lujo y la moda…
Quand j’arrivai au coin de la rue Royale, où était jadis le marchand en plein vent des photographies aimées de Françoise, il me sembla que la voiture, entraînée par des centaines de tours anciens, ne pourrait pas faire autrement que de tourner d’elle-même. Je ne traversais pas les mêmes rues que les promeneurs qui étaient dehors ce jour-là, mais un passé glissant, triste et doux. Il était, d’ailleurs, fait de tant de passés différents qu’il m’était difficile de reconnaître la cause de ma mélancolie, si elle était due à ces marches au-devant de Gilberte et dans la crainte qu’elle ne vînt pas, à la proximité d’une certaine maison où on m’avait dit qu’Albertine était allée avec Andrée, à la signification philosophique que semble prendre un chemin qu’on a suivi mille fois avec une passion qui ne dure plus et qui n’a pas porté de fruit, comme celui où, après le déjeuner, je faisais des courses si hâtives, si fiévreuses, pour regarder, toutes fraîches encore de colle, l’affiche de Phèdre et celle du Domino noir. [ .. ] [MP, Recherche… Matinée chez la princesse de Guermantes – La nouvelle maison de santé dans laquelle je me retirai].
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Elle [Odette de Crécy] avait l’air heureux parce qu’elle devait aller à la Reine Topaze, ou que son regard devenait sérieux, inquiet et volontaire, si elle avait peur de manquer la fête des fleurs ou simplement l’heure du thé, avec muffins et toasts, au « Thé de la Rue Royale » où elle croyait que l’assiduité était indispensable pour consacrer la réputation d’élégance d’une femme… [ .. ] [MP, Recherche… Et en effet, elle trouvait Swann, intellectuellement, inférieur à ce qu’elle aurait cru].
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-Vous savez qui c’est ? Mme Swann ! Cela ne vous dit rien ? Odette de Crécy ?
–Odette de Crécy ? Mais je me disais aussi, ces yeux tristes… Mais savez-vous qu’elle ne doit plus être de la première jeunesse ! Je me rappelle que j’ai couché avec elle le jour de la démission de Mac-Mahon.
-Je crois que vous ferez bien de ne pas le lui rappeler. Elle est maintenant Mme Swann, la femme d’un monsieur du Jockey, ami du prince de Galles. Elle est du reste encore superbe. [ .. ] [MP, Recherche… Les jours où Gilberte m’avait annoncé qu’elle ne devait pas venir aux Champs-Élysées].
Las negritas son mías.
- París, Proust. La huida de las adolescentes en flor y la crisis.
- París, Proust. Albertine y los abismos de la pasión.
- París, Proust. El lunar de Albertine, frente al mar y en la intimidad.
- París, Proust. El dandi y la cortesana, ante a Notre-Dame.
- París, Proust. El salón donde se cruzan los vivos y los muertos.
- París, Proust. La belleza, niñas, mujeres y brujas.
- París, Proust. Botticelli y el cuerpo mortal y rosa de Odette.
- París, Proust. Piernas cruzadas y fantasmas nocturnos.
- París, Proust. El bosque de las amazonas.
- París, Proust. Poseer a Madame, al anochecher, frente al lago.
- París, Proust. La pastelería y el sexo.
- París, Proust. El claro de luna y la crisis de nuestra civilización.
- Quiñonero en el hotel sadomasoquista de Proust.
- París, Proust. Mme de Guermantes, el buqué de flores y la creación.
- París, Proust. El pie y las artes de la seducción y el placer.
- París, Proust. St.-Augustin y el Ángel de la historia.
- París, Proust. St.-Lazare, prodigios e infierno.
- París, Proust. Esquina nocturna, 2.
- París, Proust. Tentaciones e inseguridad.
- París, Proust, rutas de Fortuny y Sara Bernhardt.
- París, Proust, despojos de un jardín legendario.
- París, Proust, esquinas nocturnas y spleen.
- Paris, Proust, esquina nocturna.
- La casa donde Proust escuchó la Sonate de Vinteuil.
- Peregrinaje a Balbec – Cabourg.
- Fotografía y París en este Infierno.
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RueduFaubourg-Saint-Honoré, Rue Royale, 9 diciembre 2011. Fotos JPQ.
Juan Pedro,
siempre acompañándote, a la busca del Tiempo recobrado, entre tus calles y tu prosa…
Tengo la impresión, cada vez más, gracias a tu serie, que Proust es imprescindible hoy para, a su amparo, comprender qué pasa hoy. Como si haciendo los correspondientes paralelismos (que alguien podría trazar, en cada capital occidental), lográramos un retrato preciso de nuestras élites por así decir.
José Julio, Irene…
José Julio,
Compañía tutelar, la tuya, cuya generosa bondad me ayuda mucho, claro.
Irene,
¡Efectivamente..! Las cortesanas ascendidas a señoras bien es una especie zoológica bien actual: y su conversión en “árbitras” (sic) de la moda y el lujo para nuevos ricos bien habla de la evolución de esos mercados, ocupando la escena audiovisual y los escaparates de las calles más selectas, con sus vitrinas de señoras en paños menores, como en los barrios de prostitución proleta,
Q.-
Y, como proponía resumir Gérard Genette, vemos cómo “Marcel devient écrivain”…
Un gran saludo y felices fiestas, caro Q
JJG Noblejas,
Feliz Navidad, pues, si, siempre es buen momento para tener esperanza,
Q.-
Crítica bella bella y pertinente del chic para busconas y gente guapa de esa especie, tan moderna.
Laura,
Algo así, me temo, si,
Q.-
Juan Pedro,
a los libros siempre hay que acompañarlos y tú acompañas al último mío con ese lúcido comentario de la pudrición y salvación de las almas que yo tanto te agradezco. Ese impulso por el reconocimento de la palabra me anima a seguir AVANTI! en MI SIGLO y en las publicaciones editoriales en este mundo tantas veces complicado.
Muchas gracias, querido Juan Pedro, por tu dedicación, tu penetración crítica y tu afecto.
Abrazos.
JJP
José Julio,
Alegría y gratitud, las mías, consecuencia lógica de mi enriquecimiento, leyendo tu libro,
Q.-