La desertización espiritual de España comenzó mucho antes.

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Los estudiosos de la ecología del espíritu, por su parte, conocen los mejores recursos para acelerar la desertización moral de un pueblo.

Desertización espiritual que permite acelerar la desertización geográfica.

En definitiva, hoy como ayer, las semillas del odio se siembran desde los púlpitos audiovisuales. Y los canutos de basura se regalan con el café, el copazo y el periódico de la mañana.

Con una eficacia bien analizada por los estudios sociológicos más solventes:

Españoles sin creencias religiosas ni morales profundas.
Españoles que no confían en sus instituciones.
Españoles que no confían en el Gobierno del Estado, ni en la oposición.
Españoles que no confían en su sistema de partidos políticos.
Españoles que se consideran víctimas del paro y la corrupción.
Españoles que temen que todo puede empeorar, mañana…
Españoles víctimas de los medios de incomunicación de masas, la telebasura, los predicadores de infecciosas religiones sin Dios ni otra fe que la manipulación de las conciencias a través de la basura ideológica… Españoles sobre España: “No future”.

Con melancólicas consecuencias: España va mal; pero puede ir peor.

Temas de trabajo de mi serie España, una temporada en el Infierno.