Rue Saint-Jacques esquina Quai Saint-Michel, 16 abril 2019. Foto JPQ.
Tras el histórico y trágico incendio, Notre Dame se ha convertido en un lugar de peregrinación para decenas de millares de turistas, peregrinos, católicos y creyentes de otras religiones, hombres y mujeres de cinco continentes que desean ver y “tocar” las piedras de una catedral mítica que ya había entrado en la leyenda antes de la tragedia.
[ .. ]
Contener y guiar a esa marea humana requiere medidas de seguridad excepcionales. Gendarmes y policías están en la primera línea de ese “frente” y conocen mejor que nadie a quienes desean llegar lo más cerca posible de la catedral.
Policias de servicio, ante la entrada principal de Notre Dame, Fabien X. y André C. no desean ser retratados de frente. Pero aceptan ser “inmortalizados” ante la catedral. André es nieto de españoles y vive estos días con cierta emoción: “Mis abuelos nacieron en Salou, en Tarragona. Tuvieron que emigrar y se instalaron en el sur oeste. Allí nací yo. Hoy, ante Notre Dame, constato que hay mucho turista español. Se encuentran entre los más numerosos. Aceptan con una sonrisa las imposiciones de la seguridad, que nosotros debemos hacer respetar”.
Fusil de asalto al hombre, Fabien se educó en una escuela pública de provincias, en el seno de una familia modesta y recuerda su primera visita a París: “Vinimos, con mis padres. Fue mi madre la que impuso la visita a Notre Dame. Salí impresionado. Ahora me toca este servicio, que es muy emocionante”.
En la esquina del quai / muelle de Montebello, XX no desea ser identificado. Rumano de nacimiento, pide limosna entre la multitud, con cierta emoción: “También yo soy sensible a la tragedia de todos. Los turistas no siempre me ven. Pero siempre hay alguna mujer de mi edad y se detiene. Su limosna moral me ayuda tanto como sus monedas”.
Ingrid Bachman es alemana, viuda, y nunca había visitado París: “Vivo en Colonia, donde tenemos una gran catedral, que también forma parte de nuestra cultura y nuestra vida de cada día. Quiero mucho a mi ciudad y mi patria. Pero Notre Dame tenía y tiene algo que es patrimonio de todos los europeos, seamos o no semanas católicos”.
No todo es gloria y buenos sentimientos. El puente de Saint-Michel quizá sea una de las perspectivas privilegiadas. Riadas de turistas se suceden para inmortalizar la vista de Notre Dame. A sus pies se amontona la basura que nadie recoge, cuando todo el barrio está en obras y se ha convertido en un hormiguero de turistas de cinco continentes. En la rue Saint-Jacques, por donde pasaba el legendario camino de Santiago, un grupo de turistas malayos han abandonado el proyecto de “entrar” en Notre Dame. Y se fotografían entre ellos, riendo como locos ante el espectáculo que los rodea.
Intentando escapar a la “trampa” de una multitud que va y viene por los muelles del Sena, dos monjas hablan entre ellas mirando al cielo y haciéndose cruces. Un gendarme negro las protege cuando están a punto de toparse con varios jóvenes que circulan con trotinetas / patinetas.
Cuando comienza a caer la tarde del martes, gendarmes y policías extreman las medidas de seguridad. El tráfico está bloqueado en muchas esquinas. Algunas parejas de enamorados intentan perderse por los muelles, pero los gendarmes han cerrado todos los accesos. Entre los turistas más jóvenes los hay que toman posiciones. Esperan la caída de la noche y las primeras luces. Comienzan a repicar las campanas de todas las catedrales de Francia. El recuerdo de Notre Dame también es un mensaje de esperanza. Amén.
Macron: “Reconstruiremos Notre Dame para asegurar la continuidad de la nación francesa”.
La noche del lunes, cuando el incendio comenzó a ser controlado, Macron hizo su primer balance solemne: “Reconstruir nuestra catedral será una gran causa nacional, más allá de todas las diferencias sociales, religiosas, culturales y políticas”.
Un día después, esa ambición fue confirmada por todas las fuerzas políticas, sociales, culturales, los representantes de todas sensibilidades religiosas. Y Macron se dirigió a la nación visiblemente emocionado, al borde de las lágrimas, por momentos, insistiendo en estos puntos capitales:
“Somos un pueblo de constructores. El incendio de Notre Dame nos ha tocado a todos en nuestros corazones. Y hemos recibido el amor y la solidaridad de millones de hombres y mujeres de todo el mundo. Todos, cada uno en nuestros puestos, hemos dado y vamos a dar lo mejor de nosotros mismos. Nuestra gran misión colectiva es asegurar la continuidad de la nación francesa, reconstruyendo nuestra catedral. Reconstruiremos Notre Dame, más bella que nunca. Y ese será nuestro trabajo y nuestra misión para los próximos cinco años”.
Le Monde, Emmanuel Macron souhaite que Notre-Dame soit reconstruite « plus belle encore » d’ici 2024.
Notre Dame, tras el incendio… la larga marcha del costo de la reconstrucción.
La reconstrucción de Notre Dame se prolongará, quizá, durante bastantes años. ¿Quién la pagará..?
Le Figaro, Êtes-vous prêt à participer financièrement à la reconstruction de Notre-Dame de Paris..?
Macron, el Estado, ha puesto en marcha el lanzamiento de una petición pública nacional. Grandes fortunas han anunciado donaciones millonarias. Europa y los EE. UU. pudieran intervenir con aportaciones públicas o privadas.
Comienza una carrera de resistencia moral y financiera que quizá deberá prolongarse durante mucho tiempo.
Macron: “Reconstruiremos Notre Dame”.
En su primer balance de la inmensa tragedia del incendio de la catedral de Notre Dame, Emmanuel Macron dio a la catástrofe la dimensión de un desafío histórico para la nación: “Hemos evitado lo peor. Reconstruiremos nuestra catedral”.
El presidente de la República esperó hasta el fin de la media noche para hacer su balance personal de la tragedia, colosal.
Muchas autoridades habían insistido en que Notre Dame salvaría su estructura, pero corre el riesgo de sufrir daños “irreversibles”. ¿Cómo resistirá la estructura del edificio?
Poco antes de media noche, el fuego fue cediendo terreno y parecía camino de ser controlado. Fue entonces cuando Macron hizo su aparición, entre los bomberos, para hacer un balance que tiene mucho de excepcional y gran desafío nacional:
“Hemos evitado le peor. Notre Dame es nuestra historia, nuestra cultura. El epicentro de nuestra vida colectiva. Es la catedral de todos los franceses, incluso de los que no la conocen. Esta catedral nuestra, nosotros la reconstruiremos. Lanzaremos una gran suscripción nacional para comenzar los trabajos que reconstruir nuestro patrimonio más íntimo”.
Le Monde, Notre-Dame de Paris: après des heures de lutte, l’incendie a été maîtrisé par les pompiers.
Le Figaro, Incendie de Notre-Dame de Paris : des “doutes sur comment la structure va résister”, indique Nuñez.
Incendio en Notre Dame … tragedia histórica y simbólica.
París, la rentrée… Notre Dame busca mecenas.
El asesinato de París, desde el Pont Saint-Michel.
Deja una respuesta