Quai de Conti, 11 abril 2021. Foto JPQ.
Una autoridad, presidente la Association Culturelle des Bouquinistes de Paris.
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Jérôme Callais tiene una visión crítica y pesimista de la crisis. Razón de más, a su modo de ver, para seguir resistiendo, contra la crisis, contra las crisis, en defensa del verbo, la palabra, los libros.
Palanteee …
New York Times, Le long de la Seine, les bouquinistes tentent de conjurer le sort.
Le Figaro, Après Boulinier, les bouquinistes parisiens lancent un SOS pour ne pas se noyer dans la Seine.
Le Figaro, Les bouquinistes entre désespoir et renouveau.
Le Figaro, Les bouquinistes de Paris en marche vers l’Unesco “pour empêcher le naufrage”.
Crisis indisociables, a mi modo de ver, del asesinato de París y las amenazas saturnales que se ciernen sobre el libro, los libros y las librerías:
El asesinato de París en Ménilmontant en tiempos del coronavirus … librerías amenazadas.
El asesinato de París en Saint-Michel: la librería Boulinier sustituida por una cadena de …
El asesinato de París, en Saint-Michel: cierre de las librerías Gibert.
Jose says
Que haremos si desaparecen o acaban con ellos. Sin bibliotecarios sin libreros sin vendedores de libros de segunda mano. Sabemos desde hace décadas que podemos llevar la biblioteca del Congreso en el bolsillo. Sesenta o más millones de libros en el bolsillo. De la misma manera que se acabó con los agricultores se está acabando con muchas profesiones milenarias todo o casi todo automatizado en manos de unos ingenieros que mecanizan la fuerza humana y mental. Si Goethe a sus ochenta años estaba feliz de haber llegado la hora que empezaba a saber leer. La lectura en medio de esta nuestra época de basura de todo tipo sin nadie que oriente puede que a los ciento ochenta años empecemos a entender algo o no.
JP Quiñonero says
Jose,
Bueno, algo así, efectivamente.
La pequeña librería de novedades temo que lo tiene crudo. Por el contrario, en París, las pequeñas librerías y tenderetes de libros viejos o antiguos … quiero pensar que marchan, funcionan, mal que bien. Sin duda, están viviendo una situación muy dura, cruda, dramática, para muchos. Pero también veo muchas pequeñas librerías de ese tipo que siguen abiertas y esperando, esperando…
A ver…
Q.-
Fina says
¡Hombre, Josep!
Te veo muy optimista con eso de llegar a los ciento ochenta años… 🙂
Si Goethe tuvo que esperar tanto para empezar a saber leer, mejor que no me haga muchas ilusiones al respecto… aunque pensándolo bien, entienda o no, soy feliz con un buen libro en las manos.
Ojalá los “bouquinistas” sigan contribuyendo al encanto de París y que los libros puedan resistir y sobrevir a esta larga crisis. ¡Ojalá!