Rue de Seine, 7 mayo 2022. Foto JPQ.
En París, 22º a las siete de la tarde de un sábado de primeros de mayo es algo parecido a la canícula, que los partes meteorológicos anuncian para la semana que viene.
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Heladería prevenida vale por dos. En la rue de Seine de mis incontables pecados, una de las mejores heladerías del barrio ha creado un “oasis” que propone su refugio a las musulmanas acomodadas y los murcianos desterrados que recordamos los oasis mediterráneos de nuestra infancia.
Sin olvidar la clientela cosmopolita atraída por los helados Deliciously Californian.
París en color, la canícula, con helados Deliciously Californian, rue de Buci.
Esperando la primavera ante la heladería de la rue de Buci, en tiempos del coronavirus.
Cuando cae la canícula… el delicioso helado parisino, Rue de Buci.
Chicas catalanas con sus helados de colores en la plaza de Cataluña.
Weegee vuelve a Barcelona una tarde de canícula veraniega.
París / California. Turista americana / californiana en una heladería parisina.
La pareja se refugia en la panadería.
Barcelona by night… La chica, los helados y las tentaciones de colores.
Él, ella y el amor (con helado), en el país parisino del Marais.
Pocos grados para canícula, Monsieur. Pero vale por un helado rico.
Claro, Carole, clarooooo … hay canículas & canículas…
Q.-