Rue Saint-André Des Arts, 16 mayo 2022. Foto JPQ.
Hace poco más de diez años, en París estaban repertoriados más de medio centenar de clubs de jazz…
[ .. ]
… apenas quedan una treintena.
En su día, Le Caméléon fue un bareto / club francamente simpático y acogedor, con precios razonablemente asequibles.
Temo que la pandemia y las crisis han puesto fin a su memorable historia.
Triste historia, la desaparición de clubs de jazz, indisociable, quizá, de las metamorfosis de la vida nocturna parisina y sus cambios de hábitos, barrios, gustos, qué se yo.
París underground… tras las huellas de David Bowie, Aux Folies.
París, capital del jazz … Miles Davis, Cortazar, Boris Vian, Louis Malle, etcétera.
París by night en color … Charlie Parker, Johnny Carter y el bebop, In Memoriam.
In Memoriam, Charlie Parker, Sidney Bechet, El Perseguidor.
John Donne, Louis Malle, Jeanne Moreau, Miles Davis… y las tragedias de París.
París en color, recuerdo de Charlie Parker.
Boris Vian y la insubordinación de la alegría.
À Paris, le jazz illumine la Libération.
Jazz et identité française d’après-guerre.
La popularisation du jazz en France (1948-1960).
Jazz.
José says
De la destrucción creativa del capitalismo pasamos a la destrucción estructural de no se sabe qué…todo lo pequeño desaparece lo de día y lo de la noche. Las tiendas de barrio fueron sustituidas por los centros comerciales. Las revistas periódicos cines…por los punto com. Lo individual es devorado por las grandes corporaciones que alimentan a los rentistas. La nueva diversión no sirve para olvidar las miserias humanas sino para aumentarlas y dar vida a los centros médicos farmacéuticos y todos contentos con los medicamentos adictivos con los que vivir el nuevo jazz casero. La ciudad apaga las luces colectivas y se encienden las individuales. La noche pierde la diversión y en la casa se pierde el sueño. El jazz medicina de esclavos quejándose se convirtió en la queja de muchos urbanitas con hierba y whisky para pasar como queja en la soledad de la pantallas
en esta destrucción estructural de este mundo doloroso.
JP Quiñonero says
José,
Qué decir… algo así …
…
Dicho eso … quienes hayan abierto otros baretos, con otras músicas, quizá ven la historia desde otro punto de vista… a ver…
Q.-
Fina says
Josep,
Que perdamos la diversión nocturna quizás se pueda sobrellevar y resistir, pero perder el sueño ya es otro cantar…
Creo que en la soledad de las pantallas puede existir una cierta comunicación, aunque falte “el calor humano”.
Lo que me parece más triste y doloroso es sentirse solo entre multitudes, o estando acompañado y sin ningún interés común por compartir.
En fin, veremos si terminan pronto las guerras y las pandemias para reconstruir y encender de nuevo las luces de las ciudades, en un mundo feliz…