
Rue Caulaincourt, 25 marzo 2023. Foto JPQ.
Nos cruzamos tomando café en Montmartre, desde donde manifas y huelgas se ven con cierta distancia.
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“Qué quiere que le diga … chicos de veinte años que no han terminado los estudios y dicen que la jubilación a los 64 años es “intolerable”. Unos sindicatos que no están implantados en el sector privado y dicen representar al “pueblo” cuando solo representan, mal que bien, a empleados del Estado o de empresas públicas. Funcionarios y ferroviarios que se jubilan antes que los empleados del sector privado, ganando más, con mejores pensiones, dicen que quieren seguir jubilándose a los 60. Trabajadores privilegiados en empresas públicas, que controlan las refinerías, con sueldos de 2.000 a 2.500 euros mensuales, provocan penuria de combustibles en muchas regiones. Luego están esas bandas que protestan apedreando escaparates y cortando las calles pegando fuego a las basuras … por ese camino nos vamos al carajo, claro”.
¿Son los últimos coletazos del Sistema? ¿Es esta foto su descenso a la minúscula? ¿Llega el crepúsculo de Europa? ¿Se adentra en una noche procelosa en que nunca se escapa de lo oscuro y es ya -cuando amanece- campo de ruinas y de enteleridas hierbas? ¿Esperando a los bárbaros que estamos y no sabemos siquiera si es que existen? Dato importante al ser real: era en la Belle Epoque -sea 1900- Europa el 25% de la población del mundo; es hoy únicamente el 9%, y continúa a la baja ese porcentaje, pese al flujo continuo de emigrantes y la disminución de la mortalidad. ¿Va a irse al carajo el aporte de recursos, el uso y el consumo del burgués?, ¿va a oscurecer la luz que dio el gran arte, se hizo relieve en novelas y poemas, fue Notre Dame escrita en piedra y desveló el misterio en tantas catedrales que se alzaron? Al final, queda el café con que los viejos se consuelan, esa copa de vino tomada al regreso del trabajo, el canto comunal que remata la comida del domingo, el eterno retorno de lo mismo…; no queda más que la última vuelta del camino, ouroboros de Europa, estimado, tu nos lo describes.
Ricardo,
Bueno … qué decir … sospecho que hay muchos no europeos que envidian nuestra decadencia…
Casi todo va mal, más o menos mal, pero bueno … los que vivimos más o menos bien lo tenemos muy llevadero, a mi modo de ver. Los bárbaros, los bárbaros … por mi parte, pueden llegar cuando quieran, pero temo que siguen dejándolo para mañana… y nosotros esperando, esperando …
Q.-
Esperando a Godot, será, que no llega nunca, y mientras se espera -junto a las puertas del café- aquellas se emputrecen y los hierros se quebrantan, se hacen los bárbaros más viejos, pasan sus hechos a las sagas (¿a los cuentos del coco, al del lobo que viene, a los del mismo milagro?), son las Heroidas que nunca son verdad, no se cierra la tasca ni se apaga Internet.
Ricardo,
Hummmm … sospecho que llevas razón… en mi caso, todo es una miqueta más sencillo: la mera posibilidad de vagabundear por la ciudad ya me “alegra” las campanillas … lobos y bárbaros incluso llegan a merodear, en tiempos de crisis, pero, bueno … contemplar el espectáculo de sus correrías nocturnas, pegando fuego a la basura, corriendo dando gritos, como vándalos, perseguidos por la tropa de la brimo, no te diré que me encanta, pero, bueno, me hace sentirme vivo…
Q.-
¡Miau, miau!, estimado, ya casi postulando convertirme en gato, y aguardo a que la Santa Madre Gatona (Bastet que la llamaron en Egipto) aparezca y me bautice para que así pueda seguir su credo callejero y ver como recorren los humanos las rúas y los campos, hacen estancia en hoteles y tabernas, se enlazan entre ellos, trenzan amores, postulan odios, todo dentro de entornos ciudadanos que más del arrabal poco se aleja el gato que, cuando visa el yermo o la montaña, teme el desierto, la costa acantilada, el no man’s land, vuelve a pisar aceras y calzadas, siquiera las conoce, hay por allí farmacias y hospitales, cree que no se muere o tarde lo hace; está en tiempo presente, pero tampoco sabe si es pasado.
Ricardo,
Algo así.
En mi caso… me reconozco en el perro callejero … con simpatías evidente hacia el Buck de Jack London y el Flush de Virginia Woolf.
Cada tema con su loco, claro.
Vamossssss
Q.-
Don Ricardo Lanza,
Qué placer verlo por aquí…
Sí, parece que no podemos liberarnos del ciclo eterno de las cosas… del “eterno retorno de lo mismo”.
¡Qué curioso! Nos creemos los reyes del mundo y sólo somos en Europa, según Ud. nos dice, el 9% de la población mundial.
En fin, no nos queda otra que aprender a esperar…
Quiño y Don Ricardo Lanza…
¡Qué interesante y poco frecuente! Un perro y un gato que se llevan bien. 🙂
Pienso que me gustaría reconocerme en un pájaro libre, sin jaula…
¿Y tú, Josep? Ya nos dirás… si te apetece, claro…
Buenas noches a todos/as
Fina,
Lo de pájaro libre, sin jaula es bonito, bello, oye, sí, qué bien…
Q.-
Sí, Quiño,
Es a lo que aspiro, después de sentirme enjaulada casi toda una vida…
Se intenta cada día…y algunas veces se consigue volar, pero pronto tienes que volver a pisar tierra.
En fin, “polvo somos y en polvo nos convertiremos”, entretanto, por tierra, mar o aire, a tirar palanteeeeee….!!!!!!!!!!!!! Como tú bien dices.
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Buena lección de vida, la tuya, sí.
Vamossss
Q.-