Basta con pasearse 48 horas las calles, restaurantes y librerías de Barcelona y el Maresme catalán, para recordar como los medios de incomunicación de masas ganan audiencia en el mercado del Odio:
-En un bar del barrio de Gracia: “¿Bono?… un facha castellano”.
-En una cafetería de Turó Park: “¿Carod?… un cabrón con pintas”.
-En el “Hispania” de Caldetes / Arenys: “Los catalanes comerán “lengua” cuando la gente saque sus depósitos de la Caixa, en toda España. Cuando el resto de España deje de comprar productos catalanes. Cuando Valencia deje atrás a Barcelona”.
-En El Punt: “Tres de cada quatre ciutadans creuen que l’Estatut els millorarà la vida”.
-En un bar de la riera de Mataró: “Però el que mai m’hauria imaginat és aquest odi envers una nació capdavantera dins l’Estat espanyol”.
-En el bar del Hotel Colón de Caldetes: “Estoy horrorizada. En casa, que hemos sido nacionalistas de toda la vida, mis hijas hablan castellano. Y no quieren poner en catalán el contestador de sus teléfonos”.
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Cuando intento serenar los ánimos, entre amigos, sugiero pedir un cóctel de champagne, el “RitzFriz”, en recuerdo del Ritz y Scott-Fitgerald (champagne, curaçao, etc.) aventuro, en un tono muy negro, amargo e irónico: “A mediados del XIX, un general de cuyo nombre no quiero acordarme decía: “Para gobernar España, hay que bombardear Barcelona cada medio siglo”. Alguien me corta: “¡Pues claro…!”.
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De vuelta a casa, tengo un correo de M* invitándome a leer un artículo de Fernando Ónega hablando de “la siembra del odio”. Fernando es gallego.
Plis, puedes poner un enlace a este artículo de Onega?
Thanks
Ola Malagi… El artículo de Onega se publicó en La Vanguardia a finales de octubre. LV tiene weg de pago, con lo cual, los links no funcionan un par días de después de publicarse. Es necesario hacer http://www.lavanguardia.es, buscador y pagar…
Sorry.