París, 10 jul. 06, rue Danton. Foto by JPQ
¿Está en decadencia la lectura, como actividad solitaria e individual que tanto influyó en la floración de nuestras culturas y civilización..? Quizá se trate de algo mucho peor y endemoniado.
Txetxu Barandiarán habla con precisión y rigor de planes públicos de promoción del libro, imprescindibles informes sobre el futuro mismo del libro, el esfuerzo con frecuencia incomprendido de apertura de una librería, o las campañas drásticas del fomento de la lectura… Tareas bien pensantes e indispensables, ¿cómo dudarlo?
Sin embargo, mi modesta experiencia personal me habla de tragedias mucho más inquietantes… Hace siglos, me gasté una fortuna comprando, en una librería que se llamaba Les yeux fertiles (homenaje a Paul Éluard) las OC del Marqués de Sade, en la legendaria edición del Círculo del Libro precioso, con prólogos de Blanchot, Klossowski, Paulhan, Barthes, etc., etc. Esa vieja librería de la rue Danton ha desaparecido, suplantada por otra librería, Mona lisait, que vende “libros nuevos con descuentos”.
Una librería ha sido sustituida por otra. Pero.. la metamorfosis que transforma Les yeux fértiles en Mona lisait tiene algo de infernal, literalmente. El título del poema de Éluard habla de una concepción del libro, la lectura y la relación librero-autor-lector, sencillamente antagónica a la que sugiere ese Mona “leía” (el pretérito indefinido lo dice casi todo). Y esa metamorfosis endemoniada, para mi sensibilidad, habla de procesos inquietantes para el autor, para el libro, para el editor, para el librero y para el lector, hipócrita, mi próximo, me semejante, como quería Baudelaire.
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Mario Moliner says
Supongo que el hecho de leer no es algo que socialmente «puntúe», como lo era en mis tiempos de mocedad en que las progres y demás clamaban a los cuatro vientos que habían releído a Hesse, Shidarta y El Lobo Estepario. Hoy no hay autores de culto que citar, opino. Los hay, vamos, pero quedan o-cultos.
Txetxu says
Está claro que, aunque las dos se llaman igual, librería no son lo mismo. Esto pasa hasta con las personas. Los libros tampoco son iguales, ni todos los de antes eran iguales ni los de ahora. Hay que caminar hacia una «nueva alianza libresca»
JP Quiñonero says
¿Qué decir..?
Cuando me tropiezo con Campos de Castilla en un supermercado, perdido entre decenas de bestsellers, me invade una ligera tristeza. Me gustaría pensar que es posible una Nueva alianza. Suena bien. De hecho, esa alianza debe existir, de alguna manera. No es necesario dar nombres. De ahí que el trabajo de librero me merezca un respeto: ellos tocan el nervio de la crisis, con finura, en bastantes ocasiones.
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No sé si MM habla en serio o con ligera ironía.. en cualquier caso: es cierto que son cada día más frecuentes los casos de jóvenes iletrados que no entienden que puede encontrarse en un libro que esté ya dicho o resumido en google.
Añadiría un matiz, con cierta ironía, por mi parte: la funesta manía por lo nuevo, lo moderno, lo que se publica como tal, aquí o allá… con frecuencia, se trata de mercancías averiadas: lo “nuevo” francés que se publica en España ya era viejo en París hace años, pero en Caína se consume como moderno… por el contrario, pedir que se hable de algo murciano en Barcelona, o de algo catalán en mi pueblo, es algo impensable: no queda ni fino, ni moderno, ni nada.
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Metafísico me pongo. Me caigo de sueño. Que soñéis mucho y hagáis realidad vuestros sueños. (Cita de los Seven Pillars.., claro)
Q.-