Con motivo de su nueva exposición en el Museo de Brooklin, los colegas de Photo [noviembre] han tenido la idea muy comercial de presentar las últimas cosas de Annie Leibovitz, la gran dama de Vogue, Vanity Fair y Rolling Stone como “la autobiografía de la más grande fotógrafa del mundo”.
Ni que decir tiene que me parece mucho más que excesivo un título tan perentorio, que, sin embargo, si deja al descubierto los mecanismos más que vidriosos de la canonización contemporánea, a través de la moda, la publicidad, el marketing.
La célebre portada de Rolling Stone, con John Lennon desnudo, me parece de una insignificancia estética absoluta: basta con imaginar que daría la misma cosa en La Voz de Albacete, con dos lugareños en paños menores. ¿Cómo no decir otro tanto de las pedanterías de Vanity Fair, con una señora embarazada, desnuda; o un grupito de arribistas a pelo, en una fotografía luego copiada por los expertos en marketing de La Moncloa?
Baudelaire fue el primero en subrayar que la Moda es el rostro contemporáneo de la Muerte. Sobre ese tema, considero canónica una legendaria serie de Avedon: Avedon, Wenders y la compra venta de almas en pena en el supermercado universal.
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CJC y algunas heroínas de Truffaut, Fellini, Visconti y Billy Wilder.
Eduardo Allende says
Será por la hora, pero más que excesivo el título me resulta ofensivo. Yo ni siquiera me atrevería a atribuírselo a Weston, a Steichen, a Brassai, a Weegee, a Lartigue, a Evans o a tantos otros (por no mencionar a los de siempre). O si de fotógrafas se trata, a Julia Margaret Cameron o a Dorothea Lange. Considero a Annie Leibovitz emblema de una mediocridad disfrazada de excelencia que florece por doquier. ¡En qué ha acabado la feria de las vanidades!
Recuerdo haber descubierto a la tierna edad de dieciocho añitos la serie de Avedon sobre la agonía y muerte de su padre. Sigo creyendo que encierra mucha más verdad que experimentos insultantes como los de Witkin.
JP Quiñonero says
Eduardo,
Que cosa tan bella y atroz, efectivamente, esa serie de Avedon.
Saludos,
Q.-
Luis Rivera says
Por alguna razón que desconozco, aunque trato de rastrearla, esa serie de Avedon sobre la agonía y muerte de su padre me lleva a la foto de Francis Bacon muerto en la morgue del Hospital de Valladolid, foto robada y terrible que siempre me ha parecido una de las fotos más espeluznantes sobre la muefrte.
Annie Leibovitz , como tantos otros artistas, son el medio que los soporta. Los recursos y el soporte y una portada de Rolling Stones o de Vanity Fair o de Harpers, o en su tiempo de Life, son más, mucho más que el fotografo que en ella se posa, salvo que aparezca por ahí un Avedon o un Cartier Bresson.
Recuerdo, de niño, era seguro el año 1956, unas fotos de Life en secuencia de la salida de unos oficiales de la AVO, policía del regimen comunista húngaro, durante la revuelta de aquel año. recuerdo tres fotos: un primer plano de un policia con el cabello cayendo sobre la cara y el terror (o tal vez solo miedo y preocupación en su cara); el mismo plano con el polícía recibiendo las balas, que se notaban y vivían por un temblor en el cuerpo, un ligero desenfoque no procedía de la cámata sino del impacto; y tres, los cadáveres en el suelo.
Nunca he olvidado el impaxcto de esa sería de fotos en life: tenía yo doce años.
JP Quiñonero says
Maravillas y encantamientos de la Memoria, Luis.
Yo recuerdo los aviones que llegaban y pasaban de largo, en Bienvenido Mr. Marshall…
Q.-
Luis Rivera says
Porque eres más joven que yo, Quiñonero, que de no ser así recordarías aquellas de que te hablo.
Por cierto, creo recordar que eran los coches lo que pasaban de largo, los aviones lanzaban tractores en paracaidas. ¿O quieres decir que mezclas ambas cosas en la memoria?
JP Quiñonero says
Luis,
Tengo presente el rostro de PIsbert disfrazado de andaluz, en un pueblo de la sierra madrileña, acompañado de sus vecinos, mirando al cielo.. los aviones pasan, pasan… también hay unos coches que pasan de prisa y corriendo.. hace años que no veo la película de Berlanga, que tristeza..
Q.-
Sani says
Se habrá perdido un comentario… En él te preguntaba si te apetecería contarnos algo de la superexposición que París dedica a Robert Doisneau,según decían en televisión el otro día.
Tu punto de vista de fotógrafo, periodista, bueno observador y parisino, en cualquier orden que lo pongamos, será más que interesante, si te apetece tratar el tema, claro!
Bon week-end!
JP Quiñonero says
Sani,
Ni idea de lo que pudiera ocurrir con el otro comentario.. Pero, sobre RD estaba «hecho» hace tiempo: París, el último vals..