Sin entrar en el debate filosófico de la posibilidad o imposibilidad de “exportar” la democracia, a través de intervenciones militares; sin entrar tampoco en los insondables problemas que nos plantean Irak y la filosofía de la historia, Le Figaro Magazine publica una cifras significativas sobre el costo de la guerra mundial contra el terrorismo y la marcha de la guerra irakí:
Cifras básicas:
─Costo mensual medio de la operación Enduring Freedom and Global War on Terror (GWOT): 1.300 millones de dólares. Unos 43 millones de dólares diarios.
─Costo mensual de la operación Iraq Freedom: 6.400 millones de dólares. Unos 200 millones de dólares diarios
Le Figaro Magazine, 10 noviembre 2006 [PDF].
Gregorio Luri says
Claro, si fuéramos todos- más listos y clarividentes las cosas las haríamos mejor. No creo que nadie dude hoy, ni tan siquiera entre los mas enfervorizados partidarios del imperialismo USA, que la guerra fue una equivocación mayúscula, porque se evaluaron de manera deficiente datos deficientes. Pero el problema de la historia es que es muy difícil volver atrás? ¿Qué hacen los americanos, se van, lavándose las manos, a lo ZP? ¿No serían respondables también de lo que ocurrirá después? Claro que queda una salida cínica a la que parece que todos estamos dispuestos a apuntarnos: nos retiramos de ese explosivo cenagal los europeos y los americanos y dejamos la zona al cuidado del gendarme israelita.
JP Quiñonero says
Gregorio,
Evidente… tu planteas con claridad, simpatía y generosidad el problema de la tragedia de la libertad: en Washington, nadie se lava las manos; todos asumen, incluidos quienes se opusieron a la intervención en Irak.
NO creo que nadie se vaya a retirar de Irak… ni siquiera está claro si el proyecto de repliegue táctico podrá resolverse «limpiamente». Baker es un pragmático entre los pragmáticos. Otro problema es el de la razón y la libre discusión. La ideología (de cualquier bando) a palo seco se me antoja basura cancesora. El pragmatismo quizá sea insuficiente.
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Veo más ideología en el proyecto mesiánico de intentar combatir el terrorismo a escala planetaria: quizá no haya un terrorismo, si no muchos; y esa orquestación planetaria de la guerra plantea espantosos problemas tácticos..
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El repliegue ideológico, el neopragmatismo (¿?), no son nada cínicos: se trata de contemplar la realidad con alguna racionalidad… racionalidad que no tiene nada que ver con la Alianza de civilizaciones: quizá sea algo diametralmente opuesto,
Q.-
lola says
Sin duda dejándome llevar por la dialéctica que me rodea, he sido, casi, partidaria de la «pax americana», pero si, ahora, van y se retiran a lo ZP, conmigo que no cuenten nunca más (lo digo para que lo sepan, para que se vayan enterando…je)
Lola
Gregorio Luri says
Evidentemente, no tengo ni idea de lo harán los americanos. Si veo que los europeos no estamos dispuestos (ya ni los ingleses) a compartir con ellos esta tragedia. Luego, parece evidente que las alternativas se reducen:
1. Estados Unidos puede desarrollar su política respecto a Asia a partir de alianzas nuevas (fundamentalmente con India).
2. El golfo se lo dejamos a Israel, le damos carta blanca y que haga a su manera lo que nosotros no podemos hacer. El coste ya se sabe cuál es: diplomático. Claro que en ese caso va a coger a nuestros soldados en medio (¿qué demonios hacemos allí?)
Ahora bien, ¿Si Irak deja de ser la línea del frente, hacia dónde dirigirán sus entusiasmos suicidad los jóvenes fanáticos musulmanes -muchos de ellos, como sabes, nacidos y educados en barriadas europeas-?
Y, detrás de todo esto, la cuestión más inquietante: ¿Es mejor promover dictaduras a cañonazos que democracias? ¿Tan mal salió -nos ha salido a todos- la promoción de la demcoracia a cañonazos en Alemania y Japón? Claro, claro, lo mejor sería no tener que usar armas y ser todos buenos. Pero la historia está ahí. ¿Qué alternativa elegimos? Los americanos, con acierto o desacierto, eligirán la que mejor preserve sus intereses nacionales.
Han muerto los neocon. ¡Viva Kinssinguer!
JP Quiñonero says
Lola, Gregorio,
.. de la revisión a la retirada hay una distancia abismal, que no cabe en la cabeza de ningún americano de a pie..
Entre los americanos que piesan e influyen, todos están muy alejados del sonambulismo europeo. Otra cosa es lo pienen o puedan hacer. Aron decía de Giscard: «No ha comprendido que la historia es una tragedia. Y siempre acaba mal«.
Desde Washington, Irak o Europa «solo» son dos escenarios: hay otros escenarios y frentes de inquietud e interés. Desde Washington, el espíritu de la historia y las legiones que algo influyen en ese espíritu no tienen dirección única. Desde el Baix Empordà o El Escorial, el espíritu y la historia son difuntas sombras sonámbulas, enterradas en el cementerio de las cosas de vida pasiva, vegetal, de propociones más o menos liliputienses, a cierta escala..
Q.-
lola says
Hay una grandeza implícita en el pragmatismo de la que pocas veces se habla, resaltando, por el contrario, la necesidad de cierto cinismo también implícito.
La grandeza de plegarse a lo que hay, no sé, no sé muy bien cómo decirlo.
Y sí, se dice, se comenta, desde hace tiempo, que en Europa y, muy concretamente, en España, servicios de inteligencia y demás están a la espera de la ola de supervivientes suicidas de Iraq, que se vendrán para aquí en busca de descanso… eterno.
Lola
JP Quiñonero says
Evidentemente, querida Lola,
Aunque en Caína ni siquiera los muertos de nadie encuentran paz, ni eterna ni inmediata. Todavía convertidos en polvo, sus cenizas se utilizan para intentar ensuciar la cara del vecino,
Q.-