Nuestra Señora de la Antigua y el árbol de Guernica, hacia 1870. Ilustración española y americana.
Los Endemoniados han hecho coincidir el atentado de Barajas con el inmediato aniversario del bombardeo de Guernica, sembrando más hondo nuevas semillas de odio. De ahí, me digo, quizá solo la revuelta moral del pueblo vasco contra quienes aventan el Terror en su nombre pueda liberarlo y liberarnos de tan siniestra pesadilla ensangrentada.
Las raíces del árbol de Guernica morirán asfixiadas por el miedo, la angustia, la sangre derramada y podrida, si los vascos no se liberan de tal tiranía endemoniada.
Hubo y hay muchas otras tradiciones. Dos ejemplos. Luis de Castresana escribió un libro titulado El otro árbol de Guernica. Ramiro Pinilla habla de los mismos árboles, los mismos valles y las mismas colinas rojas.
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