“¿Sobrevivirá Europa a su prosperidad?”, se preguntaba Octavio Paz. Años más tarde, la prosperidad europea se percibe parcialmente amenazada. Y la euroforia que el maestro discernía en España y el resto de Europa está tocada por el smog y las cenizas de visibles e invisibles tormentos.
El 21 de junio de 1989, Octavio Paz le escribía a Aurelio Asiain y Enrique Krauze, desde París, tras una visita a España:
Dejamos a los españoles entregados a la frenética alegría de descubrirse de pronto ricos, democráticos y europeos. El país entero vive en una exaltada euroforia. Es una fiebre que, en menor o mayor grado, padece todo el continente, sin excluir a los cada día menos flemáticos ingleses. [ .. ] Cada país europeo encuentra, no sin razón, maravilloso este fin de siglo: han sobrevivido a dos guerras y al comunismo totalitario. ¿Sobrevivirán a la prosperidad? Eso está por verse: los hombres no resisten a la felicidad por mucho tiempo. En fin, el nivel de vida es muy alto en todos estos países, pero ¿el nivel de la verdadera vida? Tal vez Baudelaire vio más hondo y más claro: hay una hoja de tensión espiritual, un filisteísmo que degrada al europeo medio.
Letras Libres, Diciembre 2006, Cartas inéditas de Octavio Paz. Introducción de Enrique Krauze.
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