Más allá, si no en el centro mismo del problema, Heidegger à plus forte raison (Fayard) plantea con crudeza la inconclusa historia del penoso comportamiento de grandes editores (Gallimard) y medios influyentes (Die Zeit, Le Monde, Corriere della Sera) difundiendo mentiras, villanías, atrocidades, pavorosos delitos de desinformación que no solo envilecen el rostro de quien los escribe: siembran la mentira y la abyección en el terreno más sensible para los cimientos de la vida moral, la vida del espíritu.
Como se transmiten tales vilezas en los medios de incomunicación de masas de habla castellana requeriría otro grueso volumen de estudios críticos: no puedo imaginar quien pudiera escribirlo.
Rescato un viejo texto que evoca en escorzo otra cuestión de insondable calado: Heidegger, la Técnica y los campos de concentración.
Gregorio Luri says
Me cuesta seguirte en esta causa, JPQ, lo cual, evidente sólo quiero decir lo que digo. Pero si somos benévolos con Heidgger y aplicamos con él la máxima de «in dubio, pro reo», siempre nos quedará la duda de su ambigüedad. Pudo, perfectamente, no haber sido ambiguo. Otros no lo fueron.
JP Quiñonero says
Gregorio,
Me parece muy bien que cada cual defienda su opinión. Digo MUY BIEN. Si yo no utilizase la terminología que uso me quedaría un mal gusto de boca. En verdad, lo que yo pienso de casi toda la prensa, a este respecto, ni siquiera es publicable en este Infierno. Hélas. Dicho esto…
… cuando dices: “.. siempre nos quedará la duda de su ambigüedad”. Creo que he leído buena parte de todo lo escrito al respecto, comenzando por textos del mismo Heidegger y sus mejores exegetas.
Yo no veo ninguna ambigüedad: veo unas equivocaciones dramáticas. Y un comportamiento ignominioso. ¡Equivocaciones que él mismo reconoce a su hijo, de quince años, embarcado en las juventudes nazis! Esas equivocaciones dramáticas están ahí, bien repertoriadas y fechadas en el tiempo. Los textos de antes, durante y después de las explicaciones, están ahí. Y las exégesis comentadas.
Heidegger escribió algunas cosas más, antes, durante y después: y esos escritos, que van ya por el volumen ¡cuarenta y tantos! también dicen algo del personaje y su obra. Y los textos de inmediatamente después, sobre la Técnica y los campos de concentración, me parecen textos de una importancia excepcional: incluso desde el punto de vista político.
Corto. Sospecho que un blog, ya esté en el Infierno o en Ocata, no es el sitio adecuado para tratar de cuestiones que exigen mucho tiempo y espacio.
Avanti ¡!!!
Q.-