Out of fashion, NRW Forum Kultur. Gisele II, Paris 2002, Vogue, Mario Testino.
Imprescindibles para sobrevivir
¿Cómo sobrevivir a una campaña electoral y a la polución de los horrores infames de la retórica periodística..? En mi caso, con agua minera, café, y dosis ininterrumpidas de poesía lírica, con las que intentar capear el temporal.
En esta ocasión, gracias al azar y un amable envío de Isabel he encontrado cobijo y socorro en la obra de dos desconocidos (para mí), que he leído y vuelto a leer; me gustaría pensar que con algún provecho: Roger Wolfe y Karmelo C. Iribarren.
● Días sin pan, antología de Roger Wolfe, seleccionada por Karmelo C. Iribarren, con (docto) prólogo de Luis Alberto de Cuenca. Renacimiento.
Wolfe maneja el castellano con una limpieza purificadora, liberándolo de la basura, escorias, retóricas, sabidurías, poesías y otras miserias propias de las peores tradiciones librescas. Devolviendo a la lengua y su prosodia su más enteriza nobleza. Esa tarea (“trabajo sucio”, dice él, con la honradez del hombre noble) quizá sea algo sencillamente indispensable, por los tiempos que corren. Cuando incluso la lengua se ha convertido en un problema industrial, empresarial, comercial, contaminada, manchada, ensuciada, corrompida, viciada con la podredumbre que viene de la ideología [Víctimas del Terror ideológico], el manoseo periodístico, la insignificancia poética, el guiñol y Entierro de la Sardina de una cultura descarriada en las letrinas de las industrias de la incultura. Por momentos, Wolfe me recuerda a Gabriel Ferrater y Gil de Biedma. Vaya usted a saber porqué.
● Ola de frío, de Karmelo C. Iribarren. Calle del Aire, Renacimiento.
A la segunda o tercera lectura de algunos poemas de este libro recordé las traducciones de epigramáticos griegos de Joan Ferraté. Hay un pudor apasionado que recuerda a los elegíacos romanos, caídos en un desierto urbano iluminado con luces de neón, cuando cae la lluvia, sin cesar, desde hace días, desde hace años. Sin cesar. Angustiosa, con algún misterioso sentido desconocido. Y resuenan por las paredes de los patios vacíos de sus poemas ecos de otras voces que me son muy queridas. Las traducciones de Cavafis del mismo Ferraté. El perfume glorioso y nefando de alguna mujer (Clodia Pulcher) que viene de Los idus de marzo (TWilder). No sé si su limpieza de dicción viene de lecturas o formación clásicas. El suyo es un trabajo noble, resuelto con la elegancia de un estilo áureo, erguido, en pie, saliendo al paso de las tormentas de ruidos audiovisuales que nos azotan el rostro y la conciencia, a toda hora, atormentándonos.
[ .. ]
Me he tomado la libertad de seleccionar dos poemas que lo dicen todo mucho mejor que yo:
EL TRABAJO SUCIO
He vuelto a la poesía.
A la que siempre
me ha gustado:
la poesía elegíaca, narrativa,
de reflexión profunda
y medidas dosis de ensimismamiento.
Leo a Parcerisas, a Joan Margarit.
Releo a Juan Luis Panero,
a Cesare Pavese y a Cernuda.
Descubro los poemas amorosos
de Abelardo Linares. Me deslumbro.
Son una maravilla.
Buena parte de mi propia
poesía no es así, lo sé.
Pero uno no siempre escribe
lo que le gusta leer.
Uno no escribe necesariamente
lo que quiere, sino lo que debe escribir.
Una mira alrededor y se da cuenta
de que hay montañas de ropa sin lavar.
El trabajo sucio.
Alguien como dice
mi amigo Iribarren lo tiene que hacer.
Roger Wolfe
QUE LA VIDA IBA EN SERIO
Fue lo único
que me enseñó
mi padre
una tarde
de invierno,
allí, de pie,
junto a su féretro;
no hubo tiempo
para más.
Karmelo C. Iribarren
maty says
Una pregunta para el presidente
¿Cuántos libros te envían cada año? ¿Cómo te las apañas para encontrar sitio para guardarlos?
JP Quiñonero says
Maty,
Hubo un tiempo, ya muy lejano, que recibía… que se yo… cien o doscientos libros mensuales, quizá más. Aquella primera biblioteca personal la doné en su casi totalidad a una biblioteca pública murciana (Lorca, a 11 kilómetros de mi Totana natal). Mi incultura catalana debe muchísimo a los libros que me enviaban Josep Vergés (Destino) y Josep María Castellet (Ed. 62). Durante los últimos años, la verdad es que he recibido pocos libros y he comprado muchos, muchos. Y he recibido no pocos. Tengo muchos amigos escritores y artistas, que me envían libros y catálogos. Cosa que les agradezco. En algunos casos, amigos de amigos también me envían cosas. En su inmensa mayoría, se trata de libros y catálogos de gente a la que estimo. En algunos casos, como los diez o doce libros y catálogos que tengo al alcance de la mano, se trata de cosas que me gustan mucho, incluso muchísimo: traducciones de Beckett publicadas por un editor de Segovia; una misteriosa novela descatalogada; un catálogo de pintores navarros; un ensayo catalán premiado en Valencia… son libros que me parecen preciosos (para mí)… y sus autores me honran con su confianza. Con rarísimas excepciones, evito los productos de gran consumo y difusión masiva, que me horrorizan, me inquietan y entristecen, incluso cuando se trata de cosas más o menos potables,
Q.-
maty says
«evito los productos de gran consumo y difusión masiva, que me horrorizan, me inquietan y entristece»
Cualquiera diría que aludes a la diada de Sant Jordi, donde los libros son un producto antes que obra literaria.
En el informativo de TV3 decían que «La catedral del mar» volvía a ser uno de los más vendidos (el año pasado lo fue). Esta navidades se lo agencié a mi hermano, comencé a leerlo y lo dejé al cabo de unas decenas de páginas (cuando el protagonista entra en Barcelona). Y así suele sucederme con los libros que la gente de mi entorno suele leer/recomendar.
JP Quiñonero says
Maty,
Me siento incapaz de dar lecciones a nadie. Ni de hablar de libros que no he leído. Si es cierto que siento un santo horror por las múltiples facetas de las industrias de la incultura: los periódicos, las grandes superficies, etc., están en primera línea, para mi gusto, del proceso de desertización moral, cultural, literaria, etc. Para colmo, las mafias filantrópicas alimentan guerracivilismos librescos que también me parecen dañinos, perniciosos, endemoniados. Aquí si me entristece un cierto silencio corporativo,
Q.-
Javier Jr says
Qué casualidad, Juampe, eso de los guerracivilismos librescos: ¿has visto la viñeta de El Roto hoy (23 de abril) en el País? La acabo de ver justo después de leer el comentario.
JP Quiñonero says
Javier Jr.,
.. holasssssssss… No la había visto. Acabo de verla. No está mal, en efecto. JF igual pasa unos días en Irlanda…
JP
maty says
LIBERTAD DIGITAL (EFE) Karmelo Iribarren, poeta: «Quien escribe en castellano no existe en el País Vasco»