Jacques Chirac se despidió ayer noche como presidente de la República, con una breve alocución de siete minutos, declarándose “orgulloso del deber cumplido”, confiado en el futuro de Francia, en unos términos líricos, intimistas, muy alejado del fragor político, anunciando que se consagrará a nuevos combates, el desarrollo durable y el diálogo entre las culturas, a través de una Fundación que llevará su nombre.
A la hora de los balances, los doce años de la presidencia Chirac destacan por la ausencia de reformas, paralizada Francia por el inmovilismo demagógico.
En 1995, Alain Juppé, primer ministro, presentó su famoso plan de grandes reformas de fondo, con las que estaba previsto acabar con la “fractura social”. Aquel proyecto fue abandonado al final de mes y medio de crisis, huelgas y parálisis nacional. Desde entonces, el presidente Chirac no volvió a lanzar ninguna reforma de envergadura.
Ante la crisis de confianza pública, Chirac decidió disolver la Asamblea Nacional el 21 de abril de 1997, con unas consecuencias desastrosas para él y paralizantes para Francia: la mayoría parlamentaria más grande de la V República fue derrotada por la oposición socialista, con la que Chirac se vio forzado a cohabitar durante cinco años de inmovilismo de nuevo cuño.
Reelegido el 2002, tras la eliminación de su primer ministro socialista, Lionel Jospin, Chirac olvidó las viejas promesas de reformas de fondo, sustituidas por proyectos de carácter humanitario: la seguridad en la carretera, la lucha contra el cáncer y la reinserción de los minusválidos. Inmóvil en la escena nacional, Chirac se distinguió a partir del mes de marzo del 2003 por su oposición frontal a la intervención norteamericana en Irak.
A la espera de redorar su alicaída imagen en la escena europea, Chirac convocó un referéndum nacional para aprobar el proyecto de Tratado constitucional: el no francés a tal proyecto precipitó a la UE en una nueva crisis de fondo, víctima de la superposición de crisis francesas.
Algunos historiadores piensan que Chirac pasará a la historia como el presidente que aceleró el declive nacional de Francia, en Europa y el mundo.
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En vísperas del adiós de su padre, Claude Chirac hizo ella misma la mudanza de sus cajas de archivos personales, desde el Elíseo a su domicilio personal (125 m2, rue de Seine, en el quinto piso de un edificio en cuyos bajos proyecta instalarse un joven chocolatero, en la misma calle donde don Pío Baroja escribió El árbol de la ciencia). Fui testigo presidencial. Acompañada de un señor que conducía un Passat negro, matriculado en el 92, Claude, jean claro, cazadora de cuero negro, iba y venía con sus cajas de papeles.
Debe ser algo importante, cuando es ella misma quien acarrea esas cajas, comentó Carmen.
A nadie se le escapa que Claude Chirac puede y debe tener importantes archivos personales. Pero los Chirac (padre e hija) también tienen la brizna popular que les permite intercambiar cordiales palabrotas con un camionero, en la taberna de un mercado de barrio, o fumar como carreteros mientras aguardan impacientes una cita ¿política? ¿amorosa?, embozados y solitarios, como tantas veces la he cruzado a ella, paseando a Sumo, el perro labrador de la familia.
maty says
Pregunta
¿Los Tribunales de Justicia se atreverán a juzgar sus implicaciones, presuntas, en diversos casos de corrupción?
Pues eso, sería de agradecer una anotación al respecto de sus trapos sucios, empezando por los económicos.
JP Quiñonero says
Maty,
Vaya usted a saber… se trata de historias viejas de quince a veinte años. Que los jueces han guardado en formol burocrático.
Nunca hubo enriquecimiento personal. Queda en el aire la financiación ilegal de un partido difunto (el antiguo RPR, sustituido por la actual UMP) durante los años 80 del siglo pasado.
Escaramuzas, quizá se produzcan. No creo que la cosa llegue muy lejos,
Q.-
fernando says
Me cae bien Chirac. No ha sido tan desastre como algunos pretenden. Ha tenido errores y aciertos como todos los dirigentes.
Lo que está claro es que es muy listo. Ha estado más de 40 años en la primera línea política. Y eso será por algo.
muy buen blog, cada día me gusta más