Texas. Drive-ins du Texas.
Carmen me trae de Lille un regalo precioso: un catálogo de las Transphotographiques de Lille, donde descubro la obra encantadora de Stephen Zaubitzer, consagrado a inmortalizar cines populares de Cuba, África, Burkina Faso, Marruecos, Madagascar, sin olvidar algunos drive-ins, en Texas.
Y sus imágenes ¡como me recuerdan algunos cines de mi infancia, comenzando por el difunto Cine Rosa de Totana…! Zaubitzer habla de su trabajo de este modo: “… témoigner du deuil et permettre aux souvenirs de vivre encore un moment, ne serait-ce dans la mémoire collective de ceux qui constituèrent, jadis, un public”. Hummmm
Las imágenes iluminan la interna mágica de la memoria. Esos cines vacíos también hablan de la resurrección de los muertos: lugares de ilusión, convertidos en campos de tumbas. Esos desiertos y campos de ruinas celestes están habitados por seres invisibles, ángeles que siguen viviendo después de la muerte de los lugares donde ellos nos asaltaron por vez primera. No es otro el tema de Der Himmel über Berlin de Wim Winders y de El Ángel de Gabriel Miró, muy anterior.
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