Felices vacaciones, 51
Cena muy agradable, hasta las tantas, con los P*, consagrados a la causa de Cataluña desde hace décadas. Me sorprende el tono amargo de B*, que se me antoja un reflejo fiel de la confusión, el desencanto, la esquizofrenia y el proceso cainita precipitado por las elites políticas catalanas.
Días pasados, Miguel de Palol hablaba de una situación de “opressió, espoli i injusticia”, en Cataluña, hoy (AVUI, Per la Restauració, 23 agosto 07). Sani le respondía con maliciosa ironía preguntándole: Quina Restauració?
Por su parte, Toni Ibáñez respondía a algunos lectores de este Infierno, matizando su visión personal de los términos espanyol y espanyolista, Ibanyes (2).
Sin entrar yo mismo en ninguno de esos debates, se me antoja una evidencia que los P*, Palol, Sani y Toni tienen visiones matizadas pero no siempre idénticas ni siquiera compatibles de la misma Cataluña, donde la mera lectura de los periódicos permite discernir dos o tres familias nacionalistas enfrentadas, dos o tres familias socialistas, y dos o tres familias de catalanes digamos que “españolistas”. Con motivo del voto del nuevo Estatuto, tal realidad ya me parecía palmario reflejo de una Cataluña invertebrada.
Desde Europa, el mismo proceso se percibe indisociable del proceso de fragmentación “regionalista” de otros Estados europeos (Bélgica, etc.). Y Le Monde llega a criticar los “egoismos regionalistas”, con este argumento: diversos nacionalismos (flamencos y francófonos en el caso belga) se tiran los trastos a la cabeza, los unos contra los otros (ERC y CiU, en el caso catalán), en nombre de la “tolerancia”, la “comprensión” y la “democracia”, abriendo las venas de la antigua “patria común” a una nueva y polvorienta realidad cainita.
- Cataluña en este Infierno.
Le Monde, 23 / 24 agosto 2007
Egoïsmes régionalistes
Thomas Ferenczi
Il peut sembler étonnant que l’un des Etats les plus attachés à l’idée européenne, la Belgique, soit aussi l’un de ceux où s’affrontent avec le plus d’ardeur, au point de bloquer la formation du gouvernement, des communautarismes rivaux. Alors même qu’ils appellent à une solidarité accrue au sein de l’Union et pratiquent à l’égard de leurs partenaires européens les vertus requises d’ouverture, de tolérance, de compréhension, les dirigeants belges font preuve, entre eux, des dispositions exactement inverses, en se montrant incapables de s’entendre sur la répartition des pouvoirs entre Flamands et francophones.
Paradoxalement ils sont prêts à mettre en commun avec les responsables des pays voisins une grande partie de leurs compétences mais refusent d’appliquer ce principe à ceux de leurs compatriotes qui sont installés au-delà de la frontière linguistique. Ainsi, au moment où l’Europe tente d’harmoniser ses politiques dans des domaines aussi divers que le droit du travail, l’organisation de la justice, l’accueil des immigrés ou la circulation automobile, la Belgique, si elle écoutait sa partie flamande, choisirait à l’inverse, sur ces différents points, de donner plus de liberté à ses régions, au nom de la communautarisation.
L’acrimonie du dialogue belgo-belge est contraire à l’esprit de confiance mutuelle qui a rendu possible la construction européenne, mais elle peut aussi en expliquer l’affaiblissement. » La Belgique est à la croisée des chemins, écrivait, il y a quelques jours, le quotidien Le Soir (daté 14-15 août). L’idéal européen également. La solidarité a jusqu’ici été un ciment de l’Europe en construction. La mondialisation et les individualismes forcenés mettent ce principe à l’épreuve. «
L’essor des revendications régionales n’est pas propre à la Belgique. En Grande-Bretagne, en Espagne, en Italie ou ailleurs, des provinces qui s’estiment étouffées par le carcan de l’Etat national aspirent à une plus grande autonomie par rapport au pouvoir central. Elles demandent le respect de leur identité et la reconnaissance de leurs droits. Dans certains cas, la révolte prend des formes violentes ; dans d’autres, elle s’en remet au processus démocratique.
La construction européenne a contribué à cette évolution : en mettant en cause les souverainetés nationales, elle a encouragé les dynamiques de régionalisation. Même si la perspective d’une » Europe des régions » a perdu du terrain, les logiques de décentralisation ont, dans de nombreux Etats, renforcé le poids des collectivités territoriales, au risque de favoriser les tentations autonomistes, sinon séparatistes.
On constate en particulier, dans plusieurs pays, que des régions riches rechignent désormais à payer pour les régions pauvres, en dépit de leur appartenance à une même nation. C’est le cas de la Flandre, dont la prospérité contraste avec le déclin de la Wallonie et qui n’entend pas débourser plus qu’elle ne doit pour l’entretien de la maison commune. C’est aussi le cas de la Catalogne, qui refuse d’être » exploitée » au profit des autres régions d’Espagne. En Italie, la Ligue du Nord demande que la mythique Padanie, censée rassembler les provinces de la vallée du Pô, cesse de financer les provinces du Sud. En Allemagne, la Bavière craint d’être lésée par le nouveau système d’assurance-maladie, qui prévoit un dispositif de péréquation. La partition de la Tchécoslovaquie et la sécession de la Slovénie s’expliquent aussi, en partie, par la dilution des liens de solidarité entre les régions prospères et les autres.
L’Union, par sa politique de cohésion, deuxième poste de son budget, tente d’atténuer les écarts entre les nantis et les démunis. Mais elle ne saurait empêcher la montée des égoïsmes territoriaux, dont l’effet pourrait être d’accroître les inégalités entre les citoyens européens.
Buenas Quinyo!
Pues sí, parece que la cosa anda dividida por Catalunya…Pero mi idea de futuro està muy clara: CiU tiene que librarse de Unió (Duran i Lleida) para poder acercarse a ERC… Ya existe una plataforma que aboga por esta «desfederación»: DESFEDEREM-NOS. Los pasos hacia el soberanismo pasan por soberanizar Convergencia (sin Unió), prescindir de Carod en ERC, e intentar un acercamiento con la propuesta Carretero. TODO ESTO QUE TE DIGO ES ABSOLUTAMENTE CONFIDENCIAL. Que quede entre nosotros, eh.
Saludos cercanos
Toni,
Holaaaaaaaaaa… Por mi parte, NO tengo la más mínima idea sobre el como, el cuando y el qué hacer, en el terreno político concreto. Cada tema con su loco: aquí o allá lo único que me parece sensato es intentar articular un discurso honrado que pueda interesar a mucha gente, sin suscitar innecesarias hostilidades. Y, a partir de ahí, intentar que la gente lo apoye… A mi modo de ver, siendo lo que son las humanas pasiones y la legislación electoral, no hay soluciones estrictamente políticas: esas grandes mayorías (en Barcelona, en Madrid, o en Totana, Murcia) solo son posibles con mucho consenso cultural básico y legislaciones electorales menos proporcionales…
Q.-
Quinyo, me parece muy interesante ese punto de vista cultural que le das a los problemas politico-sociales. A que te refieres, en este caso, con «consenso cultural basico»? Crees que parte de la respuesta esta en la cultura?
Jordi,
La cosa es muy simple (¿¿¿¡¡¡!!!???). Cada cual pone en “España”, “Cataluña” o “nación” cosas que él considera “indiscutibles” y están algo menos claras para el resto de los vecinos del mismo inmueble.
A partir de ahí… se me antoja indispensable un consenso cultural básico para abordar tales problemas de fondo, previo e indispensable para poder hacer política con cierta honestidad: si ese consenso cultural básico no existe, cada político de cada barrio hace la guerra por su cuenta, en detrimento esquizofrénico de todos.
Topos clásico en este Infierno:
Sobre España, el concepto de nación y la destrucción de Cataluña.
España / Cataluña. Lecturas para intentar escapar al infierno de los ideólogos.
El Estatuto no resolverá el problema de Cataluña.
De la inexistencia de España.
Q.-
Es que Q, para que el modelo evolucione en busca de lo que es básicamente convivencial, es necesario que la política, que es lo que hacen los políticos, tenga un alto contenido de comprensión del otro. Un problema fundamental es cuando no se trata de comprender y alcanzar territorios coimunes que satisfagan un poco a todos porque todos tienen en ellos su parte de aocmodo, sino cuando el objetivo se radicaliza con la exclusión del punto de vista del o los contrarios.
Luis,
Dicho de otro modo: que es algo así como pedirle peras al olmo…
Q.-
ERC dividida en dos, CiU desfederándose en dos o 3, PSC dividido en dos ( proPSOE i en propPSCautónomo ?). PP con Piqué diciendo adiós a la Caverna, sólo queda un bloque sólido y monolítco de granito picado: IC-V instalado en una *pocosidad responsable…(se les saben tensiones internas?)
Todo parece indicar que estamos en un momento de disgregación y de atomización previas a nuevas «grandes» refundaciones y coaliciones …
Cosas veredes, Sancho …
Luego, salvo que se produzca un cataclismo no deseable , … me temo que hay para rato (años?) antes de que se pueda llegar a un atisbo de principio de preconsenso.
Toni hablaba de la posibilidad de juntar una Convergència desfederada con la facción (ui, perdón, fracción) de ERC liderada por J. Carretero… como si de dos medias naranjas se trataran… Yo no consigo imaginar qué la base electoral que tendría que apoyar esa aleación de titanio político … ni con las temibles reacciones de Unió y de la fracción legítimista (plujafinista) de ERC, emcabezada por Carod i/o Puigcercós …
Eso equivale a exclamar, matemàtica y candorosamente, ¡Imaginemos el problema resuelto! Siempre es bonito, supongo que también necesario, imaginar imposibles convertidos en realidad. Esa pulsión no nos la puede quitar nadie y ¡ es tan barata, placentera, terapéutica e intercambiable por otra que vale la pena soñar y soñar!
Sani,
Mare de Déu… ¡no se atrevería un murciano en el destierro a decir esas cosas!!… que algo tienen de sana confesión y realidad.
Sobre el sueño, sin embargo… Lawrence decía que había dos tipos de hombres: 1. Los que sueñan y cuando despiertan creen que han soñado. Y 2. Los que sueñan despiertos: «estos, dice Lawrence al principio de su libro, estos son los más peligrosos; porque son capaces de realizar sus sueños..»
Q.-