Cuando miro las imágenes del Zoo de Richard Billingham, me asaltan las frases finales de Laura…
─¿Qué te reservará a ti la vida, pobre hijo mío? pensó Laura─. Ni tu padre ni tu madre te han podido dar mucha energía. No sé qué querría más, que fueras un bruto feliz o tuvieras como yo esta tristeza de sentirte siempre solo y sin consuelo.
Y al decir esto se le llenaba la cara de lágrimas. Lloraba como si hubiera fracasado completamente en la vida.
París, abril, 1939.
Panda, 2005. RB.
Los animales fotografiados por Richard Billingham tienen esa insondable tristeza de seres humanos condenados a estar solos y sin consuelo, siempre.
El primer Billingham que fotografiaba ¿a sus padres? (Ray’s a laugh) me parecía un jovenzuelo pretencioso, sin el talento sobrio y ejemplar de Avedon fotografiando la agonía de su padre. El Billingham de Black Country comenzaba a explorar con majestuosa sobriedad un espacio propio de muy otra índole. En su día, Fused Magazine le preguntó a Billingham: “¿Si fuese un animal, qué animal sería?”. Y el respondió: “Soy un animal. Y seguiría siendo humano”.
De esa paradoja hablan las imágenes de Zoo que presenta La Fábrica Galería. De alguna manera, quizá se trate de “auto retratos”: el artista prisionero, encarcelado, en el zoo de una metrópoli desalmada, dejando un rastro pavoroso de la vida moderna (Baudelaire), del que ya hablaba la Laura barojiana: seres condenados a vivir solos y sin consuelo en una cárcel universal.
- Fotografía, en este Infierno.
Hola, Quiñonero,
¿Piensas publicar este blog en forma de libro?
Ana,
Bueno… supongo que el destino último de este Infierno es publicarse en forma de libro. Hay otras prioridades más inmediatas… una novela larga que es algo así como “Caína y los escándalos”, un largo prólogo a una correspondencia y textos de JRJ y Lezama, terminar otra novela en la que trabajo desde hace años sobre “un fotógrafo de nuestro tiempo”, reescribir los Escritos de VN… comenzar la segunda parte del Retrato del artista en el destierro… etc,
Q.-