Éric Rohmer me da cita esta tarde. Y, advierto, sorprendido, que una sola de sus películas, La inglesa y el duque, sería suficiente para asegurarle un puesto significativo en la historia del cine: un capítulo muy mayor en la historia cinematográfica del Terror revolucionario, tan actual.
Un día pensé escribir un ensayo consagrado, precisamente, a la historia cinematográfica del Terror, con capítulos a todas luces esenciales sobre Eisenstein, Renoir, Wajda, para culminar con la película de Rohmer. Ahí es nada, la historia del Terror revolucionario (1793, 1917, etc.), la historia de sus grandes personajes, St. Just, Robespierre, Danton, Lenin, Stalin, y sus prolijas genealogías contemporáneas (España incluida), contadas a través del gran arte cinematográfico. Rescato el texto donde esbocé por vez primera, hace seis años, ese proyecto: Éric Rohmer, Eisenstein, Renoir, Wajda y la historia cinematográfica del Terror revolucionario.
PS. No olvido el carácter revolucionario, justamente, del aspecto técnico de esa película de Rohmer.
- Cine en este Infierno.
maty says
«Un día pensé escribir un ensayo…»
Eso me recuerda que hace un año dijiste que ibas/estabas escribiendo uno sobre Lolita [Wikipedia ES] de Nabokov. ¿?
JP Quiñonero says
Maty,
… qué memoria… en verdad, Lolita, sigue siendo mi heroína de cabecera: Caza nocturna,
Q
Antonio Castillo Algarra says
Hola, Quiñonero.
Una película genial, la de La inglesa y el Duque; con «Cuento de Verano» es lo que más me gusta de lo que he visto de Rhomer.
Un saludo
JP Quiñonero says
Antonio,
He estados cerca de tres horas largas con Rhomer, esta tarde, hablando de cine y de su cine. Y me ha pasado y comentado las escenas de La rodilla… donde aparecen unos mosaicos de D Quijote y Sancho (¡auténticos, descubiertos por azar), los ojos vendados, en el legendario caballo de madera… lo que nos ha llegado a discutir del puesto de lo visible, lo invisible, lo real, lo espiritual, etc., en su obra… una gozada… aunque hemos terminado en desacuerdo: Rhomer tiene una visión ideal de ese capítulo del Quijote, que a mi se me antoja una página de una tristeza pavorosa y amarga…
Q.-
PS. No se como caerá en España la nueva película de Rhomer (supongo que se estrena en Madrid un día de estos), donde se defiende el amor fiel, frente al relativismo moral…
Luis Rivera says
Desde Ma nuit chez Maud, pasando por los Cuentos Morales, las cuatro estaciones y llegando al que citas, siempre he considerado a Rohmer como a un autor moral de una simplicidad magistral. Su manera de colocar y dejar la cámara, un ojo atento, sin nervio ni impaciencia, ha sido para el mi el mejor cine, paralelo a la literatura más pura. Le genoux de Claire me deslumbró hace años. Creo que hace poco ha muerto Gelin, al que recuerdo inmerso en su obsesión por la rodilla de una adolescente. Su cine es pureza narrativa. Envidio esa entrevista.
JP Quiñonero says
Algo así pienso yo, Luis …
Un viejo colega, hace años, decía: «El periodismo es la mejor agencia de viajes que he conocido». Tiene otros rostros más lúgubres, pero bueno, quedémonos con la agencia de viajes…
Q.-
maty says
Otra vez me dejáis con «el culo al aire». He visto pocas películas francesas, así que he decidido que quiero ver La inglesa y el duque.
Dado que Tarragona es una pequeña capital de provincias (130.00 habitantes), las posibilidades de acceder fácilment a la Cultura son mínimas. Así que estoy descargando dicha película desde la red P2P de Ares (cliente que recomiendo por encima de la mula). De paso también Titus (con Anthony Hopkins).
JP Quiñonero says
Maty,
Tampoco es eso… donde se pongan El cameraman, Ciudadano Kane, El tesoro de Sierra Madre, Cantando bajo la lluvia, Melodías de Brodway, Con la muerte a los talones, El apartamento, Duelo en la alta sierra… o Bienvenido Mr Marshall, o Plácido…
Q.-
maty says
Sí que es Quiño, sí que es. En los años que viví en Barcelona me aficioné al buen cine. Unos años viví en Gràcia, y así tenía a pocos pasos los cines Verdi. También l’Artesà, donde iba a escuchar música tradicional (catalana básicamente) y a bailar las danzas tradicionales (y luego me llaman algunos mal catalán, en fin). Buenos años aquellos de mi estancia en Gràcia, entre la plaça del Diamant y la de la Virreina. Conocí muy buena gente, aunque la mayoría de ella residía en Barcelona pero no eran de la ciudad, como yo.
Tarragona es un páramo en cuanto a cine no comercial, como el resto de pequeñas ciudades. Ver las cateleras y deprimirme es una, una vez pasada la época de las imprecaciones.
Ahora, una vez solucionados mis problemas de conexión (vade retro Wanadoo), estoy poniéndome al día. Justo acabo de ver, hace unos minutos, la película alemana «La vida de los otros». Mientras la veía pensaba en esta anotación sobre el Terror.
Buen cine, sí señor y buen título para un libro: Sonata para un hombre bueno.
Pues eso, Quiño, en parte te envidio por vivir rodeado de tantas fuentes culturales a las que tienes acceso. Pero no cambio la tranquilidad y las comodidades restantes de vivir en una ciudad que todavía se puede patear.
maty says
off topic
Hablando del Terror, estos cálculos sobre el coste de la vivienda en España son… terroríficos.
Marc Vidal Un sencillo cálculo
JP Quiñonero says
Maty,
Yo sueño con trabajar menos, frente al mar. Hoy por hoy, es posible estar al corriente de casi todo con una correcta conexión internet y un poco de lenguas…
Q.-
Santiago Navajas says
Hay una maravillosa incursión del cine b hollywodense en la intrahistoria de la Revolución Francesa, El libro negro (también El reino del terror), una de las primeras películas de Anthony Mann, en las que se hacía un retrato muy cercano y divertido de Saint Just, Robespierre y demás héores de la virtud.