Los colegas de Dos Doce presentan en Liber su estudio Tendencias Web 2.0 en el sector editorial, intentando explorar los nuevos medios de comunicación en materia cultural, editorial y libresca, intentando analizar “el papel de las redes sociales en el fomento de la lectura”. Javier Celaya tuvo la amabilidad de pedirme algunas opiniones en materia de blogs, Web 2. y otras locuras de esa índole.
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Cuando crece la devolución de libros distribuidos e invendidos, Dos Doce percibe indicios más o menos optimistas de una posible metamorfosis de fondo de todos estos negocios. Sospecho encontrarme en el bando de los apocalípticos y pesimistas. Nobody’s perfect.
Estas fueron sus preguntas y mis respuestas:
1. ¿A qué se debe la baja visibilidad de las editoriales en la Web?
JPQ. Para mi gusto hay editoriales cuya visibilidad tiene algo de polución perniciosa; y hay otras que, en efecto, no tienen la visibilidad deseable, para mi sensibilidad. Matices: hay editoriales muy grandes, grandes, medianas, pequeñas, muy pequeñas y minúsculas. Entre los editores grandes, enormes y medianos, domina la obsesión de salir reseñados en los suplementos literarios. Y consagran mucho tiempo, dinero, energías e hipocresías a intentar que se hable de sus libros en esos medios tradicionales. Quienes se ocupan de lo que púdicamente llaman “relaciones con la prensa” tienen un desconocimiento profundo de los nuevos medios, con frecuencia.
Entre los editores cuyo trabajo me parece imprescindible, por la calidad de sus libros, la inmensa mayoría podrían ser mucho más visibles, creo yo, a través de las más rudimentarias herramientas de trabajo, blogs, etc. Pero la gran mayoría son gente de letras, en el sentido más noble y tradicional, con ciertas reservas hacia los nuevos medios de comunicación. Sin embargo, constato, con simpatía, una cierta evolución a la alza. Cada día hay más corrillos de poetas que hablan entre ellos de sus cosas. Son menos visibles porque los grandes medios silencian sus trabajos, dando publicidad a la basura que ellos promueven, con insondable ignorancia del medio.
2. Siendo el español la tercera lengua más hablada del mundo, sólo un 5% del contenido de la Red está publicado en nuestro idioma. ¿Qué medidas recomendarías a las editoriales para incrementar el contenido del español en la red?
JPQ. No sé si el español que se habla y se escribe en la California del sur tiene mucho que ver con el español que se habla y se escribe en Valladolid. Tampoco creo que la cantidad sea una medida decisiva en el terreno de las ideas. La lengua del Fedro de Platon era hablada por un número muy reducido de personas, que, para colmo, tenían medios harto rudimentarios de comunicación y transmisión de sus ideas: si parece evidente que tenían algo que decir, y que ese algo sigue diciéndonos algo a nosotros. Que se hable o escriba mucho o poco en español no me parece un factor determinante: me parecen determinantes las ideas o creaciones que puedan transmitirse a través de esa u otra lengua. Me parecen invisibles las ideas españolas sobre Europa o América, si es que existen. Dicho esto: si la basura que se edita, se expone y se vende en un número alarmante de librerías se difundiese masivamente vía Internet, sería algo tan catastrófico como un desastre ecológico. Para difundir cosas, ideas, obras de arte, literarias o no, la creación de blogs me parece un instrumento bueno, sencillo, barato, eficaz y casi indispensable, hoy por hoy. Si yo fuese editor, lo que pediría o aconsejaría a mis amigos y autores es crear y alimentar blogs para hablar de nuestras cosas y crear archipiélagos de corrillos más o menos fraternales.
3. ¿De qué manera crees que las nuevas tecnologías (blogs, wikis, redes sociales, etc.) fomentan la lectura?
JPQ. No lo tengo muy claro. La lectura es una actividad secreta, solitaria. Todo eso de las nuevas tecnologías quizá se indispensable como instrumento de comunicación y diálogo. El seguimiento de blogs puede ser algo aburrido, y una pérdida de tiempo: en una cantidad apreciable de casos, los corrillos son habladurías de la peor especie, patios de anónimos vecinos difundiendo miserias. Por el contrario, en algunos pequeños corrillos de poetas, fotógrafos, escritores, artistas, creadores, el intercambio de ideas, noticias, informaciones, frases, llega a ser muy eficaz, y espolea el descubrimiento, la lectura. Hay casos eminentes. Uno de los más grandes poemas escritos en español, en el siglo XX, Espacio, de Juan Ramón Jiménez, puede difundirse, leerse, comentarse, vía un blog. Pero la lectura y relectura sigue siendo cosa privada, en papel. Comienza a crecer el número de buenos escritores que publican por su cuenta sus libros, a través de medios que no sé si calificar de digitales, para escapar al sectarismo, insensibilidad y tradicionalismo arcaizante de una parte creciente de editoriales. Esos autores están asegurando, en algunos casos, la renovación del arte de escribir novelas, sin que nadie hable de ellos. Tienen pocos lectores: pero son los autores y lectores que roturan la lengua de mañana.
4. ¿Por qué la mayoría de las editoriales ignoran a los medios digitales para promocionar la lectura de sus libros?
JPQ. Ni idea. ¿Ignorancia? ¿Desconfianza?… un comentario, en un blog de “tonelaje” medio, incluso pequeño, qué se yo, con 15.000 visitantes únicos, por mes, y un page rank de semejante envergadura, tiene en Google una apreciable visibilidad permanente que no siempre tiene un artículo en uno de los grandes suplementos literarios. En un blog, el comentario sigue siendo visible y comentable un año más tarde. Y, como tal, es un instrumento evidente para favorecer la existencia y visibilidad de un libro de poemas, o una novela. Por el contrario, hay comentarios e informaciones, en periódicas tradicionales y en blogs, que son sencillamente inútiles, incluso perniciosos. Pero una gran mayoría de quienes se dedican a la promoción de libros tienen una idea más que rudimentaria de la cosa libresca, y, para colmo, ellos y ellas son poco lectores de nada.
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Dos Doce, Tendencias Web 2.0 en el sector editorial. Han participado en tal estudio:
· Addenda et Corrigenda
· Adolfo Estalella
· Alberto Fernández
· Ángel María Herrera
· Antoni Gutiérrez-Rubí
· Antonio Fumero
· Aurelio Martín
· Chema García
· Daniel Martí Pellón
· David Boronat
· Doménico Chiappe
· Javier Casares
· Jesús Centeno
· Joaquín Rodríguez
· José A. Gómez Hernández
· José Ángel Barrueco
· Jose Fernando Leal
· José Luis Antúnez
· José María Barandiarán
· Juan Freire
· Juan L. Martín Prada
· Juan Luis Polo
· Juan Pablo Fuentes
· Juan Pedro Quiñonero
· Juliana Boersner
· Laura Castro Fernández
· Leroy Gutiérrez
· Manuel M. Almeida
· Marcos Taracido
· Matías Fernández Dutto
· Mauricio Salvador
· Nacho Fernández
· Neus Arqués
· Octavio Botana Campos
· Octavio Isaac Rojas Orduña
·Pablo Odell
· Pau Llop Franch
· Ramón González Freís
· Roberto Enríquez
· Santos Domínguez
· Tíscar Lara
· Vicente Luis Mora
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