La disputa de Nicolas Sarkozy con una ¿señora o señorita? de la CBS y el proceso del 11-M tienen algo muy profundo en común: son modelos casi perfectos para estudiar como la política, la basura y la desinformación espectáculo destruyen los fundamentos de la vida cívica, en distinta medida.
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ABC, 30 octubre 2007.
En el proceso del 11-M son perceptibles estos mecanismos de desinformación y pudrimiento de la vida ciudadana, a través de los medios de incomunicación:
● Los sms utilizados como instrumento de agitación política y “terrorismo” callejero: “¡Asesinos..!”
● La instrucción espectáculo, callejera, convertida en instrumento de descrédito del sistema judicial, pudriendo el diálogo cívico y político.
● Los cadáveres, profanados, usados como carnaza al servicio de muy diversas causas y manipulaciones.
● La sentencia, pronto utilizada como pretexto de desmemoria.
● Todos los protagonistas de todos los bandos satisfechos con los beneficios conseguidos a través de los frutos podridos de tales tormentas de basura…
SARKOZY CAE EN SU PROPIA TRAMPA
La historia del presidente francés no tiene el mismo dramatismo trágico. Pero también ilustra los riesgos de los nuevos mecanismos de incomunicación de masas.
Como “prólogo” a la próxima visita del presidente de la República a Washington, CBS decidió consagrarle un espacio importante en la famosa emisión 60 minutos, con una entrevista exclusiva.
Por razones de producción, el espacio de 60 minutos tuvo que gravarse quince días antes del anuncio de la separación oficial de Cecilia y Nicolas Sarkozy, cuando eran muy intensos los rumores de posible divorcio. A la vista de su trabajo, la periodista destinada a realizar un reportaje titulado Sarko el Americano, Lesley Stahl, tiene un conocimiento superficial de la política francesa.
“¡IMBECIL..!”
Lesley Stahl tuvo la oportunidad de entrevistar brevemente a Sarkozy en dos ocasiones. Durante su viaje a Bulgaria, primero, la periodista hizo breves preguntas generales, que el presidente respondió visiblemente desencantado por el escaso calado de un diálogo trivial. De vuelta a París, la periodista de CBS insistió en ser recibida, todavía, en el Elíseo, para plantear nuevas preguntas. Y los consejeros de Sarkozy aceptaron, a la espera de los impactos publicitarios de una emisión “popular” en los EE.UU.
En esta segunda ocasión, la periodista y el presidente sostuvieron este breve diálogo:
Lesley Stahl. Desde que hemos llegado cada día oímos algo nuevo a propósito de su esposa. ¿Qué está ocurriendo..?
Sarkozy. Si tuviese que decir algo sobre Cecilia no lo diría aquí.
Lesley Stahl. Pero hay un gran misterio. Todo el mundo se hace preguntas. Incluso su portavoz oficial es interrogado.
Sarkozy. Mi portavoz hace muy bien en no responder. Gracias.
Dicho esto, Sarkozy, se levanta, se quita el micrófono y dice: “Adiós, muy buenas”. Y deja escapar un sonoro “¡Imbécil..!” dirigido a su responsable en materia de comunicación. Más adelante, el presidente agregaría: “Todo esto es estúpido. Un error total”.
“INFORMACIÓN”, “ESCÁNDALO”
CBS se calló durante tres semanas ese “choque”, utilizado el domingo como publicidad para ganar audiencia. Y Lesley Stahl cree poder afirmar que Sarkozy “suele perder la calma”, es “impetuoso e inestable”. En verdad, Sarkozy ya había respondido a tales reservas de su interlocutora: “Mire usted. Todas esas historias son cosas privadas. Tengo mucho que hacer y trabajar para ponerme a discutir con usted de todo eso”.
Sin embargo, más allá de la trivialidad del choque entre un jefe de Estado y una importante cadena de tv norteamericana, tal “escándalo” si ilustra la inflamable evolución paralela de la política y el periodismo convertidos en interesado espectáculo “informativo”.
Las dificultades del patrimonio de Cecilia y Nicolas Sarkozy se transformaron en un formidable folletón audiovisual porque la pareja decidió hacer política a través de la comunicación. Convertida la acción política en gran espectáculo audiovisual, la gestión “informativa” de los acontecimientos tiene una importancia capital.
BASURAS Y MERCANCÍAS POPULISTAS
En paralelo, la información espectáculo degrada la comunicación en mera mercancía populista. En un programa de 60 minutos consagrado a Francia, hoy, una de las primeras cadenas de tv del mundo, la CBS, considera que lo esencial de su emisión es un “choque” trivial y anecdótico, utilizado como “cebo”, en detrimento del resto de la actualidad nacional e internacional.
Comunicador excepcional, Sarkozy reacciona con amarga decepción. La “cólera”, la “pérdida de nervios” y el “apasionamiento latino” que la periodista de la CBS cree “descubrir” en el presidente francés es un grave error de ignorancia palmaria. Sarkozy tiene la piel curtida en combates mucho más duros e inquietantes, como puso de manifiesto su “mano a mano” televisado con Ségolène Royal, otra comunicadora excepcional.
Ni las preguntas de Lesley Stahl tenían una agudeza ni osadía particular, ni las respuestas de Sarkozy reflejaban mucho más que un profundo aburrimiento irritado ante un desastroso error de comunicación, justamente. De ahí el “¡Imbécil..” dirigido a uno de sus portavoces oficiales, cogido en la trampa de una “gran emisión” norteamericana.
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