Las relaciones amistosas o sentimentales entre Nicolas Sarkozy y Carla Bruni han abierto un vendaval de análisis y especulaciones políticas, íntimas, institucionales, escandalosas llamadas a influir profundamente en la evolución del modelo político y cultural francés, a la vista de las hondísimas metamorfosis que se están consumando a paso de carga.
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Por vez primera en la historia de la V República y quizá en la historia política contemporánea, un jefe del Estado francés, separado en segundas nupcias, se exhibe gustoso en un lugar público, acompañando a una señora famosa, con un “palmarés” excepcional en materia amorosa, en el que incluso figura un ex rival de Sarkozy a la presidencia.
La vida sexual del general Charles de Gaulle, patriarca fundador de la V República, permanece en la tumba de los secretos de confesión. De la vida sentimental, matrimonial y extra conyugal de Valery Giscard d’Estaing, François Mitterrand y Jacques Chirac hay numerosos rastros. Se habló de un hijo de Giscard con una antigua asistente. Mitterrand instaló a su concubina última en un palacio próximo al Elíseo. De la agitada vida erótica de Chirac, fuera del lecho conyugal, su esposa Bernadette ha hablado en muchas ocasiones.
En ese terreno, tan sensible para la declinante moral tradicional, Sarkozy rompe todas las fronteras establecidas, a paso de carga. Se casó con Cecilia años después de haberla seducido, casada ella con un animador de tv. Roto el matrimonio con Cecilia, Sarkozy ha tardado apenas cuatro semanas en exhibirse de la mano de una señora de armas tomar, Carla Bruni.
Entre 1985 y 1997, Bruni ganaba entre 7.5 y 8 millones de dólares por año, como modelo, y tuvo por acompañantes a personajes como Eric Clapton, Mick Jagger, Donald Trump, Kevin Costner o Vicent Perez. Cansada de la pasarela, Carla Bruni comenzó una nueva carrera de cantante, en 1999, que le reportó nuevos triunfos, sin serenar su vida sentimental.
ENAMORADA DEL HIJO DE SU AMANTE
La cantante contrajo volátil matrimonio con el editor Jean-Paul Enthoven. Sin embargo, la señora terminó enamorándose de un hijo de su marido, con otra señora, Raphaël Enthoven, esposo de Justine Lévy. Carla y Raphaël tuvieron un hijo, Aurélien (2001).
Esa relación entre Carla Bruni y el hijo de su esposo, nacido de otra relación, tuvo una culminación trágica. Justine Lévy, la esposa del amante de Carla, es la hija del ensayista Bernard Henry-Lévy (amigo de Jean-Paul Enthoven), e intentó suicidarse. Salvada en el servicio de urgencias de una clínica, Justine escribió una “novela” contando esas relaciones cruzadas…
La relación amistosa o sentimental entre Sarkozy y Carla Bruni no tiene nada que ver con tales historias. Pero se trata de antecedentes difíciles de olvidar, si el jefe del Estado y la cantante decidiesen ir mucho más allá de las relaciones aparentemente íntimas, “entre amigos”.
Oficialmente, el Elíseo guarda un silencio sepulcral. Que no podrá prolongarse indefinidamente. Las relaciones amistosas de un jefe de Estado afectan automáticamente al protocolo, los viajes oficiales, el funcionamiento diario de la burocracia presidencial. Sin olvidar las relaciones políticas más inflamables. En su día, también se prestó a Carla Bruni una relación no menos amistosa con Laurent Fabius, ex primer ministro socialista, candidato y rival desafortunado de Nicolas Sarkozy a la presidencia de la República.
Passy says
Lo que me gusta de ella es, además de lo evidente, ese morro que le echa al asunto cuando compone:
On me dit que le destin se moque bien de nous
Qu’il ne nous donne rien et qu’il nous promet tout
Parais qu’le bonheur est à portée de main,
Alors on tend la main et on se retrouve fou
Pourtant quelqu’un m’a dit …
Señor, Señor.
JP Quiñonero says
Miguel,
Lo dices con una finura… en verdad, mi «señora de armas tomar» también se queda muy corto. La señora, se las trae. Dejemoslo ahí,
Q.-
Cristina says
A mi me parece fantástica
Isa says
hoy se privilegian este tipo de personajes como que todos las decisiones disparatadas que toman son correctas y parte de la vida, asi o mas desatada la señora Bruni
JP Quiñonero says
Isa,
Bueno…
Q.-