Me descubro encantado una cierta e inesperada complicidad intelectual con Carla Bruni – Sarkozy.
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L’Express, 13 feb. 08. entrevista exclusiva, Carla Bruni-Sarkozy: «Je ferai de mon mieux».
La cantante y primera dama de Francia denuncia la hipocresía cínica del periodismo basura, intentando cubrir sus miserias con el manto de armiño de la prensa responsable, y habla textualmente de “los nuevos medios de desinformación” [Liberation, 13 feb. 08. Carla Bruni contre «les nouveaux moyens de désinformation»]. Terminología que me parece clínicamente exacta, aunque yo haya preferido la de “medios de incomunicación de masas”.
Cuando madame Bruni – Sarkozy hace un análisis político comparativo de la carrera y vida pública de su esposo, compruebo complacido la confirmación mi primer análisis: Carla Bruni y Sarkozy modifican el arte de hacer política en Francia. Por estas razones…
Hace años, cuando comenzaba a enraizar su carrera en la historia política de Francia, Sarkozy publicó una biografía de Georges Mandel, que fue un gran político conservador, asesinado por judío durante la ocupación. Carla Bruni – Sarkozy prefiere citar al general De Gaulle. Inmediatamente, la esposa del presidente avanza dos comparaciones.
“Nicolas tiene la habilidad de François Mitterrand y es tan íntegro como Pierre Mendès-France”, dice. Más allá de la anécdota, se trata de dos comparaciones muy finas, políticamente.
Mendès-France es una figura legendaria de la izquierda francesa no comunista. Un reformista que lanzó la batalla de la descolonización, de una integridad absoluta. Un modelo mil una vez citado como arquetipo de la izquierda moderada.
Mitterrand, por su parte, fue presidente de Francia durante catorce largos años (1981 – 1995). Conquistó el poder en nombre de “la ruptura con el capitalismo” y se adaptó a todas las metamorfosis forzosas, para seguir en el poder. Esa habilidad ha sido glosada como su defecto más cínico y su maestría suprema. Comparando a Sarkozy con Mitterrand, la esposa del presidente asume con mucha finura y evidente habilidad una “herencia” que algo tiene de “príncipe italiano” (maquiavélico) y “monarca absoluto” de la magna tradición francesa.
● Análisis político de la boda Sarkozy – Carla Bruni.
● Carla, Newton, Nabokov y otros refinamientos.
● Sarkozy, Carla y Madame Verdurin.
● Clausewitz, Sarkozy y Carla Bruni.
● Carla Bruni y Sarkozy modifican el arte de hacer política en Francia.
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Juan,
Si hubiese que aplicar a los políticos unos principios morales estrictos (éticos, religiosos, laicos, agnósticos, etc.), sería difícil que sobreviviesen a tal rigor estricto… La señora, bueno…
Q.-
Es que, querido Quiñonero, nadie ha dicho que debiesen sobrevivir. Por supuesto, no hay que ir como un paparazzi a descubrir su vida íntima, pero la moral por la que un político guía su vida sí me interesa. Más cuando Sarkozy se presentó como el candidato anti-68. Dale recuperación de la moral. Está demostrado que lo único que le molestaba del 68 era su crítica de la sociedad industrial. La derecha actual: hereda de la izquierda todo aquello que le permite gozar, y mantiene de sí misma todo aquello que le permite dominar para gozar más fácilmente. Y luego, con discursitos morales sobre la religión, le hacen Canónigo Honorario de San Juan de Letrán. ¡No te fastidia! Sobre ello, escribí, cuando colaboraba en el Manifiesto, un texto previo a la victoria electoral de Sarkozy, no sé si todavía funcionará
¿Por qué no puedo introducir un enlace? Bueno, quien quiera que copie y pegue, da igual: http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=347