Como era harto previsible, las maniobras de campaña desembocan en el cuerpo a cuerpo navajero por el control y manipulación de los medios audiovisuales, con fines evidentemente sectarios (por todas las partes, ça va de soi).

[ .. ]

Pero los historiadores de la destrucción y manipulación de la conciencia cívica debieran recordar que, en verdad, la formación de una moderna orquesta audiovisual del Estado, al democrático servicio del poder político, data de las sucesivas transiciones.

La cosa pudo tomar forma de este modo…

Las tormentas que pusieron fin a un verano que ya parecía tan lejano quizá anunciaron a su manera las heladas, el granizo y los desastres de un invierno muy temprano, previsiblemente despiadado, interminable, atroz. Pero César vivía rodeado de consejeros que preferían no importunarlo con noticias o previsiones que perturbaran el confort de su vanidad henchida de falsas ilusiones. Lucía Luengo dirigía en su honor alicaído la orquesta audiovisual del Estado, acometiendo sin cesar interminables variaciones de la misma partitura sinfónica, y glosando con mucho énfasis las virtudes de su santa mano haciendo florecer los pedregales, dando pan a los necesitados, sembrando los bolsillos de los empresarios adictos a su causa, gastando el dinero ajeno con interesada desenvoltura. Al frente de su eficacísimo gabinete político personal, consagrado en lo esencial a dar incienso sin fin a sus virtudes filantrópicas, en el momento álgido de su esplendor (ese instante fatal para la fruta madura, cuando sus colores comienzan a marchitarse, anunciando la podredumbre ya florecida en las entrañas de su carne mortal), Julín Buena Ventura hacía publicar en la prensa más selecta los diarios partes oficiosos y oficiales; insistiendo sin pudor en los detalles de sorpresa y admiración con que su palabra de líder carismático era escuchada y altamente respetada en las lejanas cancillerías europeas, viniendo de un personaje llamado a un destino a todas luces redentor. [ADAGIO DE OTOÑO. 1. Un deal entre caballeros. Una primavera atroz].

• Caína, cultura, política y corrupción de la moral cívica.