Decíamos ayer: “¡Viva el PSOE!” [ .. ] “¡Fascistas fuera de la universidad!”. Lo que hoy nos une…
[ .. ]
Antonio Rivero Taravillo, hombre de palabra, traductor emérito de Shakespeare, lo dice de este modo:
Malas noticias para la libertad de expresión: el escritor Fernando Iwasaki, que es una de las personas más educadas que conozco (y cuando digo «educada» quiero decir civilizada, pacífica, dialogante y con argumentos) iba a dar una conferencia en la Facultad de Química de la Universidad de Sevilla, en la que iba a hablar del proyecto del nuevo partido Unión, Progreso y Democracia. Y a menos de 24 horas de la celebración del acto las autoridades académicas (?) lo han cancelado. ¿Qué argumenta quien tiene potestad para hacerlo y se ve, contra lo dicho arriba, que carece de autoridad? Que no podía garantizar la seguridad del orador. [Fuego con nieve, ¿Libertad de expresión?].
Lo que hoy nos une… salir al paso, desde este modesto Infierno, también, contra este tipo de villanías: ANULADA UNA CONFERENCIA DE UPyD EN LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA. Privando de su palabra a un hombre solo, Fernando Iwasaki, quizá culpable de este delito de opinión: El voto oculto de Rosa Díez.
■ Villano. Ruin, indigno, autor de villanías.
■ Villanía. Vileza.
maty says
Hoy, en España, la verdadera lucha por las libertades y una auténtica democracia vuelve a librarse ante la indiferencia culpable de muchos, demasiados.
El odio cainita anida en el espíritu español desde hace siglos, quizás desde la Picaresca. Odio y complacencia, pasividad y sectarismo en Sevilla y en el resto de las Españas.
La enfermedad espiritual que acogota a los españoles desde siglos atrás sigue azotando la sociedad. Una sociedad intolerante, intransigente, que desconoce el significado auténtico de la palabra democracia, que muchos confunden con la dictadura del triunfo de la mayoría.
Desde hace muchos años he sentido que vivía en mi exilio interno, rodeados de personas que todo lo cosifican, personas sin valores ni principios, personas, en definitiva, desalmadas.
Tal vez por ello no me sienta parte integrante de la sociedad española, al no comulgar desde siempre con las ideas endemoniadas que venden unos y otros, ideas que ensucian, contaminan y enturbian el entendimiento.
No, nunca he tenido espíritu gregario, y temo que nunca lo tendré, porque para ello he de identificarme con otros con los que cada vez siento tengo menos en común.
Estos días ando dudando sobre el sentido de mi voto, entre la abstención y UPyD, sabedor de que en Tarragona es muy improbable que consigan un escaño por la competencia con Ciutadans, a diferencia de lo que sucede en Madrid, donde es muy probable que sí lo obtengan.
Con todo, por muy inútil que pueda ser, acabo de decidir que el domingo día nueve votaré a UPyD, porque tal vez sea el principio del cambio que necesita España. Tanto da su utilidad práctica o no, quizás sea un bálsamo para sanar el descreímiento que siento hacia mis congéneres, ciudadanos que son incapaces de sentir empatía con los que sufren, con los perseguidos, con los desvalidos y con los que, en definitiva, no tienen voz.
Quizás así mi conciencia deje de atormentarme.
Jordi says
Yo no tengo la capacidad de oratoria y de dramatismo de Maty, así que lo único que se me ocurre decir ante la cascada de actos reventados a políticos de una cierta corriente de pensamiento alejadísima de cualquier totalitarismo o crimen, es decir, a políticos legítimos y con derecho a expresarse, es, con perdón: WTF?
GarCelan says
No comprendo de qué se pueden quejar Iwasaki y los de UPyD: González no lloraba. Si el incomprendido decano de Químicas silencia la voz de UPyD es por su bien, para protegerles de los bárbaros que él puede acoger en su facultad. Tiene derecho a acoger a quien quiera. La culpa es de Iwasaki y los suyos por querer hablar de lo que no deben y provocar, cuando lo más discreto es no meterse en política.
JP Quiñonero says
Maty, Jordi, GarCelan,
… Maty,
Pues vaya usted a saber…
… Jordi,
En las películas californianas de los años 60 y 70 del siglo pasados, esas bandas de jóvenes energúmenos, armados de porras eran trasificialmetne identificadas como de extrema derecha violenta…
… GarCelan,
Bueno… si en París ocurriese todo eso, organizado por las juventudes de Le Pen (juventudes que NO existen) ya veo a la prensa carpetovetónica abriendo primeras páginas y gritando «¡que llega el fascismo..!». La verdad es que yo no utilizaría esa palabra: pero esa incapacidad para definir el fenómeno Ya Me Parece Alarmante…
Q.-
ferrancab says
«La extrema forma de poder es la de Todos contra Uno, la extrema forma de violencia es la de Uno contra Todos. Y esta última nunca es posible sin instrumentos. Afirmar, como se hace a menudo, que una minoría pequeña y desarmada ha logrado con éxito y por medio de la violencia -gritando o promoviendo un escándalo- interrupmir clases [léase conferencias] en donde una abrumadora mayoría se había decidio porque continuaran, es por eso desorientador. (…) Lo que sucede en realidad en tales casos es mucho más serio: la mayoría se niega claramente a imponer su poder y a imponerse a los que interrumpen; el proceso académico se rompe porque nadie desea alzar algo más que un dedo a favor del status quo.» Hannah Arendt. Sobre la violencia.
JP Quiñonero says
Ferrancab,
Tu cita de frau Arendt me parece sabia y oportuna, situando el debate en su estricta dimensión ética, moral, filosófica, pavorosa. Graciassss
Q.-
Luis Rivera says
Es la cobardía del que no actúa porque cree que poco o nada va consigo. La parábola del «El señor Biederman y los Incendiarios» de Max Fristch, en su justa expresión del acontecer en sociedad.
Pequeñas minorías imponen su desorden contando con la cobardía de la mayoría. Es inexcusable esperar a que las fuerzas de orden público reordenen la situación. Confiar en los pretorianos para vivir en paz es dar a los pretorianos una razón para existir, más allá del estricto cumpkimiento de su tarea.
Nuestra sociedad no da la cara. Y en estos temas de que se habla, esto es lo preocupante. Defendernos, más allá del orden no reestablecido, entra en el suelo de cada uno.
JP Quiñonero says
Luis,
Creo que casi todo está dicho: «Pequeñas minorías imponen su desorden contando con la cobardía de la mayoría..»
No quiero pensar qué podría escribirse si jóvenes conservadores armados de porras amenazasen con gritos energuménicos a personaje de ERC en Girona… o jóvenes no menos conservadores amenazasen una conferencia de Alfonso Guerra, en Sevilla, justamente…
Q.-
PS. En el caso que nos ocupa, una minoría entre todas las minorías es víctima del ominoso silencio de todas las mayorías de energuménica indiferencia. FW, en uno de sus primeros artículos de campaña había utilizado un slogan que todos tomamos de Borges: «Un gentlemen solo defiende causas perdidas..». En la gloriosa Murcia desértica de mi infancia, los mayores decían: «Jodíos y apaleaos«. Suma y sigue.
maty says
PD Escaño El rector de la Complutense trata de impedir el acto de Rosa Díez
Carlos Berzosa es el nombre del rector.
Jordi says
¿Cuánto hay de dejadez en pensar que la policía está para hacer lo que nosotros no queremos hacer, cual padre que cede toda la potestad de la educación de sus hijos a la escuela, o el ciudadano que espera que el Estado le saque del paro mientras se pasa el día viendo la tele; y cuánto hay de ese miedo a las «represalias» de los que actúan como «bullies», siempre en rebaño porque así se sienten más valientes?
Impresionante la sentencia, Luis…
Redacción de DisidenciaS says
Comunicado de la redacción de DisidenciaS ante las elecciones generales del 9 de marzo
4 de marzo de 2008
El próximo 9 de marzo, los españoles están llamados a las urnas para elegir diputados y senadores. Quizás nunca hayamos asistido a una campaña más descarada para consolidar un bipartidismo asfixiante, corolario final de un Régimen nacido en 1978, que sigue necesitando de un “consenso” entre partidos políticos para sostener su “legitimidad” en medio de una democracia-farsa.
Ese Régimen, construido casi con el único fin de mantener viva la institución monárquica, ha precipitado en una progresiva destrucción del Estado, un grave proceso de desnacionalización de España y una creciente miseria moral en todos los órdenes de la vida. España vive una crisis estructural, de un pavoroso vacío de contenido, con las costuras rasgadas por la acción del neofeudalismo separatista y por la sumisión de la clase política y económica a intereses antinacionales extranjeros.
Por todo ello, el único voto que los disidentes del Régimen podemos considerar aceptable es aquél que, partiendo de una posibilidad REAL de incidir en la política nacional, actúe en contra de la tendencia actual de destrucción del Estado y de la Nación.
Ese voto sólo lo encontramos apostando -sin que ello suponga, dadas las abismales diferencias, concesión ideológica alguna- en la Unión para el Progreso y la Democracia (UPyD), nuevo partido dirigido por la exdiputada socialdemócrata Rosa Díez.
Quizás lo fácil hubiera sido promover abstenciones, votos nulos o a grupos más o menos marginales. Sin duda, recibiríamos menos críticas y conservaríamos una pretendida, pero falsa “pureza” contestataria, tan inútil como irresponsable en estos momentos de crisis de España. Pero frente al “partido único” del Régimen, optamos por la posibilidad (y sólo es una posibilidad) de abrir una brecha por la que el aire fresco de la regeneración nacional, sin ataduras reaccionarias, nos abra la oportunidad de poder vislumbrar una esperanza política nueva. Las misma que nos señaló, hace más de setenta años, Ortega y Gasset: “¡Españoles: Reconstruid vuestro Estado!”
El 9 de marzo, animamos a todos nuestros amigos y camaradas a apoyar a una opción que, desde la izquierda, afirma defender la idea de España y la igualdad de todos los ciudadanos de la Nación. Por la esperanza de que algo comience a cambiar, recomendamos el voto a UPyD. Cada uno perdemos muy poco pero se puede ganar mucho.
Consejo de Redacción de DisidenciaS
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