Anales de Mayo, 4
¡A las barricadas..!

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Place du Quebec / Saint-Germain, junto plaza JP Sartre, 26 abril 2008. Foto JPQ.
El homenaje escultórico a las barricadas, pagado con dinero público, es otra marca publicitaria del lujo nacional, a mayor gloria de los modistos italianos: Metamorfosis de Saint-Germain-des-Prés… la abadía, espejo para los modistos italianos.

UN TSUMANI DE IDEAS

André y Raphaël Glucksmann, padre e hijo, proponen la lectura menos convencional del alcance cívico, político, social y cultural de la herencia de los acontecimientos ocurridos en París durante el mes de mayo de 1968. Cuarenta años después, es Nicolas Sarkozy, presidente de la República, quien encarna, a su modo de ver, el más genuino “espíritu” 68, mientras que, desde su óptica, la izquierda heredera de François Mitterrand encarna el arcaísmo inmovilista.

A dúo, por escrito, a través de un libro, Mai 68 expliqué a Nicolas Sarkozy, a través del diálogo personal, los Glucksmann quizá sean los únicos que contemplan sin respeto y con amor la momia o el cadáver insepulto de Mayo 68.

De entrada, la evidencia, que André Glucksmann resume de este modo: “Mayo fue una suerte de tsunami de palabras e ideas, estúpidas o geniales, que libraron a Francia y su revolución de sus ensangrentados demonios guerreros, militaristas”.

SARKOZY, LAS MOMIAS Y LA REVOLUCIÓN

¿Y no son Sarkozy, hoy, y Mitterrand, ayer, los símbolos absolutos del “orden” y el “inmovilismo” y el “movimiento” y el “progreso”. En absoluto piensa Glucksmann: “Sarkozy hizo campaña y fue elegido para romper con el orden, el estancamiento y el retroceso consecuencia de treinta y tantos años de inmovilismo de izquierdas, Mitterrand, y derechas, Chirac. Por el contrario, esa izquierda rancia que sigue aferrada a las momias de ideologías difuntas es la encarnación misma del estancamiento inmóvil contra el progreso. Desde hace cuarenta años, se han sucedido muchas revoluciones, en Europa, pero han sido, todas, revoluciones contra la tiranía, contra el comunismo, contra el Estado totalitario, en nombre de la libertad, revoluciones liberales, de alguna manera”.

Sorprendido Nicolas Sarkoz por el análisis de los Glucksmann, padre e hijo, y habiéndose denunciando él mismo los estragos de un cierto “espíritu 68”, André Glucksman le escribe:

“Querido Nicolas. Por la misma razón que es muy bueno denunciar el arcaísmo de los retrasados de Mayo 68, que siguen montando sus número, la retórica anti 68, unilateral, es poco sensata para los electores de más de 60 años y menos de 25: unos, tienen buenos recuerdos; otros, siguen soñando. Seamos serios. Mayo 68 fue la mayor huelga obrera de la historia de Francia. Fueron algunas conquistas sociales. Pero, sobre todo, anunció el desbloqueo de la sociedad francesa. Lo peor de aquella crisis de civilización, que iba mucho más allá de las fronteras de Francia y ningún Estado, fue el nihilismo que desembocó en el terrorismo. Lo mejor y que no debes olvidar fue la emergencia de un espíritu anti totalitario, la contestación del comunismo y los crápulas stalinistas, el comienzo del fin del Partido. A mi modo de ver, el mejor heredero político de la franqueza brutal de Mayo 68 eres tú, Nicolas Sarkozy”.

LAS IZQUIERDAS, LENIN Y LOURDES

-Mayo 68 inició en París la revuelta intelectual contra el PCF, la URSS, las tentaciones totalitarias marxistas, etc. Pero ¿no hubo otras izquierdas..?

–«Sin duda. Pero, en Francia, esas izquierdas se montaron al carro de Mitterrand y la izquierda unida, que proponía “romper con el capitalismo y construir el capitalismo a la francesa”. Todas las izquierdas unidas tomaron el poder y precipitaron una crisis global de Francia. Todas las izquierdas gobernaron en solitario en Francia durante quince largos años. Fue Mitterrand, seguido de Chirac, quien precipitó la crisis nacional, el retroceso y el estancamiento, víctima Francia de inmovilismo ideológico. Mayo 68 evitó a Francia la deriva terrorista a la italiana. Pero, a cambio, sumió al país en un estado de letargo absoluto. Mitterrand y los comunistas eran personajes nefastos para los jóvenes de hace cuarenta años, porque ellos encarnaban lo peor que puede imaginarse. Hoy, la izquierda se reivindica al mismo tiempo de Mitterrand y Mayo 68. Es absurdo. Esas izquierda dicen a los jóvenes: dormíos tranquilos, niños envejecidos prematuramente, la izquierda reconocida contempla en vuestros sueños su propia existencia extraterrestre. Esas izquierdas intentan rentabilizar el recuerdo con chucherías anti mundialistas, ecologistas, electorales. Esas izquierdas están entre Lourdes y la momia de Lenin.»

¿Quién comenzó la “momificación” de Mayo 68 y lo convirtió en “reliquia” ideológica, con la que comercian los ideólogos que pescan en aguas turbias..?

Rue Sufflot, 25 abril 08. La ruta hacia el Panteón de los hombres ilustres comienza con un homenaje comercial a las hamburgueserías cosmopolitas. Foto JPQ.

MAO, EL MANICOMIO Y OTROS CADÁVERES

Glucksmann recuerda una interesada operación de marketing electoral: “Mayo 68, en su día, fue una liberación de los mitos gaullistas, los mitos comunistas, los mitos totalitarios, los mitos jacobinos y estatales. Sin duda, muchos estudiantes de la época teníamos ideas esquizofrénicas: ¡querer liberarnos en nombre de Mao, Castro o Guevara era algo manicomial! Algo que no puede entender alguien como Sarkozy, que tenía doce o trece años en el 68. Sin embargo, si aquella contestación liberadora hubiera sido impensable que un hijo de emigrante se casase, se divorciase, fuese presidente y volviese a divorciarse para volver a casarse. Todo eso era impensable antes del 68. Y lleva razón el mismo Sarkozy cuando denuncia el fetichismo ideológico de aquel “espíritu”. Mitterrand y su banda fueron quienes convirtieron Mayo en una momia, utilizada con fines electorales propios. Pero ha sido Sarkozy, justamente, quien ha dado un gran ministerio de Estado a uno de los símbolos de Mayo 68, que es Bernard Kouchner, que encarna lo mejor de aquella herencia”.

-Mayo 68 evitó a Francia la deriva de la extrema izquierda terrorista, pero atizó mil y una derivas ideológicas.

–«Bueno… Basta recordar un catálogo muy parcial de ideas muertas. Abolición de la historia. Muerte del arte. Destrucción de la metafísica. Agonía de la literatura. Era de muy buen tono afirmarse anti humanista, anti liberal, anti europeo, anti occidental, anti americano, porque, como todo el mundo saber, desde Atenas, dos mil quinientos años de civilización solo han producido la guerra, la devastación imperialista, los nuevos pobres y los inmigrantes clandestinos. Etc.»

André y Raphaël Glucksmann no olvidan que Mayo 68 también produjo estragos en los modelos de enseñanza. Pero estiman que, en verdad, fueron las tres décadas siguientes, los catorce años de presidencia Mitterrand y los doce de presidencia de Chirac, los que hundieron a Francia en un pozo de negro inmovilismo, cultivando ambos las mismas momias que sitúan a Sarkozy, hoy, ante la misma encrucijada de hace cuarenta años: romper o no romper con la tiranía del Estado, sus burocracias e ideas muertas, jacobinas o leninistas, que continúan vampirizando Francia.

Sopapopular, rue Clement, en el corazón del Barrio Latino, 26 abril 08. Los “nuevos pobres” fueron una “moda” /evolución social revelada por el semanario Le Nouvel Observateur durante el primer septenio de François Mitterrand, 1981-88. Foto JPQ.

• Anales de Mayo, 3. Mayo 68 y los corresponsales españoles.