Place de la Sorbonne, 25 abril 08. Foto JPQ
Anales de Mayo, 7
Las jornadas de mayo de 1968, en París y Francia, fueron la culminación espectacular de varios procesos históricos, culturales, sociales, políticos, estrictamente nacionales. Pero sus raíces y prolongación fueron muy cosmopolitas…
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… hundimiento cultural del comunismo (Praga), emergencia de nuevas sensibilidades internacionales (Berkeley), globalización de la protesta (Vietnam), irrupción generacional de nuevos modelos culturales: “contra cultura”, sexualidad, amor, anti autoritarismo, autogestión, anarco capitalismo, nuevos medios de expresión y agitación, del comic a la publicidad, del panfleto filosófico a las “radio libres”.
En la periferia de París, en la universidad de Nanterre, los primeros estallidos que preludiaban la gran crisis, sin que nadie lo supiese, tenían un origen meramente universitario: los estudiantes querían hablar, discutir, intervenir. Pero el modelo jacobino / napoleónico no permitía cosas tan simples como las asambleas juveniles que la gran prensa de la época, Paris Match, Time, Newsweek, había comenzado a fotografiar en Chicago, en Berkeley, donde menos jóvenes poetas, como Allen Ginsberg, y jóvenes cantantes, como Joan Baez, cantaban y leían poemas para protestar contra la guerra de Vietnam.
Entre los jóvenes estudiantes de Nanterre y el resto de las universidades parisinas, la influencia de la revuelta cultural beat (norteamericana) estaba muy marcada por las tradiciones francesas y europeas. Y comunistas y socialistas eran percibidos como algo tan arcaico como el gaullismo y el conservadurismo. En Francia, la tradición liberal había sido sofocada por el General y el PCF. Los grupúsculos izquierdistas (trostkistas, maoístas, anarquistas, luxemburguistas, etc.) tenían una influencia política minúscula. Quienes ejercían una influencia cultural muy honda eran la Internacional Situacionista y la leyenda de la CNT – FAI españolas. El primer comic de agitación política se llamaba Le retour de la Columna Durruti.
Plaza de la Sorbonne, 25 abril 08. Sartre, espectáculo turístico. Foto JPQ.
“¡CRAPULAS COMUNISTAS..!”
De ahí que cuando las protestas de Nanterre comenzaron a extenderse, París comenzó a ser víctima de un incendio cultural que ni el gobierno, ni los partidos políticos ni los intelectuales comprendían.
Los intelectuales intentaron sumarse al carro de la revuelta, en vano. Jean-Paul Sartre pidió entrevistarse con Daniel Cohn-Bendit, para “intentar comprender”. Pero no entendió nada. Sartre hablaba de “revolución” y sus amigos trostkistas y maoístas consideraban indispensable “tomar” el ministerio de economía, cuando, en verdad, las asambleas de estudiantes, en el Odeón, en la Sorbona, solo pedían la libertad absoluta de radio y tv, para poder “propagar” una revuelta que nadie controlaba ni nadie sabía hacia donde podría dirigirse.
Louis Aragon, el gran poeta comunista, intentó “participar” en la revuelta: y fue expulsado de una reunión a gritos de “¡crápula stalinista..!” Grandes personalidades de la época, como Roland Barthes (el más afamado crítico literario), Louis Althusser (el filósofo marxista), Michel Foucault (el gran ensayista), Jacques Lacan (psicoanalista), Gilles Deleuze y Felix Guattari (ensayista y psiquiatra), no influyeron ni fueron actores de gran cosa: ni entendían nada, ni sus difuntas doctrinas interesaban mucho más allá de distintas sectas intelectuales.
Las “grandes” publicaciones de Mayo, como Action, que “dirigian” André Glucksman (filósofo) y Bernard Kouchner (actual ministro de asuntos exteriores) eran minúsculos panfletos de tipo “auto gestionario”. Cuando el PCF y las numerosas capillas marxistas que intentaban adoctrinar a los estudiantes eran recibidos a pitidos, insultos y tomatazos.
El prefecto de policía de París, Grimaud, responsable del orden público durante las jornadas, sabía perfectamente que no había ningún “jefe” ni “orquesta”: el movimiento, la contestación y las “barricadas” florecían y desaparecían sin un orden preconcebido, de ningún tipo. Alain Peyrefitte, ministro de educación, estaba obsesionado con el “orden”, sin comprender que los estudiantes “solo” deseaban “tomar” la universidad de la Sorbona, sin otro “fin revolucionario” que organizar grandes fiestas festivo-culturales.
REVUELTA POPULAR CONTRA EL COMUNISMO
El PCF y De Gaulle se creían los grandes puntales del orden, sostenidos por la guardia pretoriana marxista (en el terreno intelectual) y las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS) en la calle. Sin advertir que, en verdad, se estaban viniendo abajo todos los falsos mármoles de un orden ficticio.
Las CRS ocupaban, cargaban e imponían su ley contra las “barricadas”, en la rue Gay Lussac y el bulevar St-Germain, siguiendo el difunto modelo “revolucionario” francés. Una vez impuesto el orden, la crisis se propagaba, porque los estudiantes y los obreros no sindicados contaban con la complicidad de la radio y la tv, que retransmitían en directo los debates y los acontecimientos. Ningún partido ni sindicato tradicional hubiera podido aspirar a lo que consiguieron varias bandas de estudiantes desorganizados y deslenguados: propagar la “insurrección” por toda Francia, pidiendo y dando la palabra libremente.
Cuando descubrieron, aterrados, que dos pequeños barrios de París se habían convertido en algo así como una “comuna”, que podía propagar el “fuego” por toda Francia, a través de la agitación audiovisual, De Gaulle y el PCF creyeron, aterrados, que Francia corría el riesgo “real” de una “revolución”, y trabajaron mano a mano (negociaciones de Grenelle) para enterrar una crisis que nadie controlaba y, en verdad, ya había comenzado a cambiar Francia, antes siquiera de haber estallado definitivamente.
El PCF y las distintas familias socialistas se emplearon a fondo en “canalizar” y “dar un sentido” al movimiento, cuando, en verdad, Mayo ya había hecho la crítica radical del marxismo y el socialismo. En el terreno intelectual, a través de la Internacional Situacionista y los escritos de Castoriadis y Claude Lefort. En la calle, a través de la “acción directa”: el modelo revolucionario jacobino y comunista se había venido abajo; el leninismo comenzó a ser percibido como un rostro semejante al del nazismo; estudiantes y obreros, en la calle, anunciaban la gran revuelta popular contra los Estados comunistas, que el comunismo si sofocó con tanques, en Praga.
Parodia del Marqués de Sade, hoy: la filosofía en la bañera pública. Bulevar St. Michel, 25 abril 08. Foto JPQ.
BASURA OPORTUNISTA
De Gaulle y sus ministros temían estar frente a un “ejército irregular”, presto a “tomar” el Elíseo, cuando, en verdad, los estudiantes “solo” querían tomar la palabra: y esa conquista, radical, influyó de manera en la extensión de la crisis y en la evolución posterior de Francia. Las manifestaciones universales contra la guerra del Vietnam (cuyas conversaciones de paz se proseguían en París, para concluir en un antiguo hotel propiedad de la reina Isabel II de España, donde ella transmitió su legitimidad a su hijo) ya habían popularizado las “modas”, hábitos y costumbres de las nuevas generaciones que llegaban.
El más sagaz de los críticos del “pensamiento 68” (¿?), Luc Ferry, filósofo liberal, subraya en su último libro la dimensión afortunada y feliz de parte de aquella herencia: el matrimonio y la familia ya estaban en crisis mucho antes de aquel mes de mayo; pero fueron las libertades que llegaban (liberad de amarse, libertar de contraer o no contraer matrimonio) las que dieron un “nuevo impulso” a la familia. Difunto el antiguo matrimonio de interés y conveniencia, hipócrita, floreció en Francia el matrimonio por amor. Con una consecuencia práctica: Francia tiene hoy la natalidad más alta de Europa.
De Gaulle y el PCF terminaron por imponer el orden. Pero, en verdad, se trataba de un orden nuevo, que todavía tardó algunos años en ser definitivamente visible.
Una pléyade de oportunistas escribió incontables opúsculos, haciendo interesadas interpretaciones “revolucionarias” de mayo. Puro esperpento. Ferry ha desmontado con mucha finura intelectual el inmenso vacío de todas aquellas escuelas de pensamiento difuntas.
Las jornadas de mayo concluyeron en París con la gigantesca manifestación gaullista de los Campos Elíseos, con André Malraux al frente. Y, semanas más tarde, De Gaulle consiguió una mayoría parlamentaria excepcional. Treinta días de algaradas, “barricadas” e insolencias habían tenido algo de traumático.
MUCHA HERENCIA POSITIVA
En verdad, Mayo había comenzado años atrás. Aquella primavera y verano tuvieron incontables prolongaciones. Y el nuevo orden no tenía nada que ver ni con el comunismo ni con el gaullismo.
En la vida social, la familia y la empresa cobraron nuevas fisonomías. Los patronos franceses ya habían descubierto y Mayo les confirmó que, en verdad, la empresa podía y debía ser un vínculo de cohesión y progreso social. La familia y la educación habían entrado en crisis, mucho antes. Las libertades de mayo permitieron la emergencia de familias fundadas en el amor y modelos educativos abiertos a una realidad global: son hoy los sindicatos quienes defienden el difunto orden burocrático que Mayo no consiguió enterrar. En la vida cultural y moral, el antiguo marxismo dominante, en Francia, durante varias décadas, comenzó su ocaso histórico, víctima de la fronda anarco capitalista de Mayo. Incluso la diplomacia de Estado, dominada de manera secular por el más cínico realismo, comenzó entonces a sufrir una tímida metamorfosis humanista, teorizada por Jean François Revel y canonizada por Benedicto XVII: la injerencia humanitaria. No es un azar que al frente de la diplomacia de Nicolas Sarkozy esté hoy un antiguo libertario, Bernard Kouchner.
Plaza de la Sorbonne, 26 abril 08. Nuevos estudiantes… Foto JPQ.
- Anales de Mayo, 6.
Mercè says
Buena crónica, Quino, se agradece mucho. Las fotos también (como siempre). Desde luego, muchas cosas confluyeron en aquel tiempo. Tenía yo entonces catorce años y salí de casa, en el pueblo, para ir a estudiar a Lleida el bachillerato superior, como se llamaba entonces. Llegué a un colegio de dominicas, donde me encontré con la revolución interior de las monjas… que vivían por su cuenta, dejándonos a las chicas una libertad que todavía hoy me sorprende. Allí dejé de ir a misa, tras comunicarlo a la superiora sin más. Y allí recuerdo terminar los dos años con una fiesta en la que las chicas pusimos en el tocadiscos el «Je t’aime, moi non plus», con las hermanas y sus hábitos estoicamente allí, sin asombrarse aparentemente de nada. Para mí aquellos dos años son los de «Llámame Anna, no me llames hermana» de la monja más joven…
Marie says
Quùe erudiciones, Mr Q… y esqs senoyretes tan pos68… congratulations, Mr Q.
JP Quiñonero says
Mercè, Marie…
… Mercè,
Qué agradable sorpresa… cuanta, cuanta guerra… la historia del 68 y las monjas da muuucho de si… Gratitudes.
… Mme. Marie,
Meine liebe freundin… usted siempre tan mordaz y tan…
Q.-
Joaquín II says
Vaya por Dios!!!…»Me has robado» el titulo que quería poner a una entrada de mi blog con una lista de todo lo que estas escribiendo estos días sobre mayo del 68.
Estoy totalmente anonadado del cumulo de erudición e información que estás ofreciendo en este blog y en ABC.
Mi mas rendida enhorabuena
Saludos
PD. ¿Esto no dá para un librito?
JP Quiñonero says
Joaquín II,
¡Todavía no he acabado..!
En verdad, apenas me queda alguna cosuela. Quizá lo de Mayo debiera formar aprte (¿cuando..?) de un libro más amplio, sobre Francia, París, incluso la leyenda áurea de los desterrados españoles, claro.
Q.-
Joaquín II says
Bueno… pues esperaré -con ansia- la próxima entrega…por favor avisa cuando sea la última, que directamente iran a una entrada de mi blog…
Saludos
maty says
EL MUNDO Mayo del 68 (especial)
maty says
Exapamicron Libro: Los sucesos de mayo [68], Mavis Gallant
gerardotejada says
El situacionismo fue un bodrio que no importo a nada ni a nadie y fue un reciclado de varios movimientos Trotskistas. ¿Como alguién en su pleno juicio puede sobreestimar la importancia inexistente de la internacional situacionista en mayo del 68 y olvidar el hippismo norte americano?
El hippismo y la psicodelia fueron los verdaderos movimientos «intelectuales» de mayo del 68, mientras que Tel Quel fue el reflejo de aquel movimiento y por ningún motivo su causa como tu bien has dicho.
J. Moreno says
Es una mayoría en nuestra especie animal, seguir la máxima del resto de compañeros de viaje:
Practicamos aquello de que cada vez que nace un ser humano nace un PRIMER ser humano.
No nos diferenciamos del tigre….. en nada.
Vicente Carreño Carlos says
Este relato es magnífico, felicitaciones JP.
JP Quiñonero says
Vicente,
Viejas historias, ay. Se agradece, oye,
Q.-