Me sorprende el ominoso silencio de las distintas familias patrióticas españolas, catalanas, vascas, gallegas, murcianas, andaluzas, etc., ante los posibles paralelismos de las ensangrentadas llamaradas étnicas, nacionalistas, patrióticas y militares en el Cáucaso.
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Algunos elementos de juicio, a la hora de acelerar el proyecto de creación de una república ¿socialista? independiente, en los Pirineos:
-Tras Kosovo, un nuevo modelo de declaración unilateral de independencia, Osetia del Sur.
-Una respuesta militar georgiana sin duda constitucional, o algo así.
-Una operación neocolonial rusa, concebida con el fin de imponer la Ley y el Orden, a través de un cuerpo de ejército, a sangre y fuego, para defender los derechos de los nacionalistas que están en el bando de la gran potencia imperial.
¿Cuántos cadáveres es capaz de amontonar cada bando para terminar imponiendo la correcta frontera patriótica..?
La más reciente experiencia histórica nos recuerda hasta que punto la UE es víctima ella misma del sonambulismo hipócrita, estéril, impotente e inofensivo:
● Europa, Kosovo, nosotros.
● Sonámbulos, en Kosovo.
● Euskadi, Cataluña, Bélgica, Escocia, Kosovo, Europa y nosotros.
Pedro José Chacón Delgado says
Algunas consideraciones a tener en cuenta para aquellos que piensan que Euskadi es la patria de los vascos y que por ello tiene derecho a construir su propio estado:
1. El origen de esa afirmación está en Sabino Arana, año 1888 (por ser generosos, es la fecha en la que ya se consideraba a sí mismo nacionalista): hasta 1893 no lo declara abiertamente en el Discurso de Larrazabal. Y es sabido que sin nacionalismo no hay nación que valga. Lo que hace el nacionalismo luego es reescribir toda la historia en clave nacional.
2. La base principal de distinción del vasco está en sus apellidos, según Arana. Con ello pretendía dejar fuera de la consideración de vascos a todos los inmigrantes que estaban ya empezando a invadir literalmente (por la abundancia de las llegadas, que no cesaría en todo un siglo) el País Vasco. Pero de lo que no se daba cuenta es que con ello también dejaba fuera de la condición de vascos a muchos que vivían en el País Vasco desde tiempos inmemoriales sin tener los apellidos.
3. Mientras los apologetas del nacionalismo nos dan el carlismo como causa generadora del mismo, junto con los fueros que se suprimieron y la industrialización que cambió todo el panorama, la realidad de la historia nos dice que sin el aluvión de inmigrantes a discriminar no hubiera surgido el nacionalismo. Sensu contrario:
– En Navarra también se suprimieron los fueros y no hubo nacionalismo hasta muy tardíamente.
– La industrialización como tal no habría provocado nacionalismo si sus necesidades se hubieran satisfecho sólo con personal autóctono.
– Sabino Arana experimenta, a partir de 1898, una etapa industrialista, en la cual reconoce y aprovecha las ventajas de la industrialización para dar empuje a su proyecto. Por lo tanto el rechazo a la industrialización no pudo ser la causa originaria, ya que luego el nacionalismo abrazó sus ventajas y con eso no decayó su empuje, sino todo lo contrario.
4. Si fue la exclusión del elemento inmigrante la causa originadora del nacionalismo, hoy lo que tenemos en el País Vasco es lo siguiente:
– Según José Aranda Aznar, en su artículo «La mezcla del pueblo vasco» (revista Empiria, nº 1, 1998), para ese año y extrapolable hacia atrás, cuando menos hasta 1980 (año en el que el saldo migratorio en el País Vasco empezó a ser negativo, y se mantuvo así hasta fechas recientes en que empezaron a llegar los inmigrantes modernos de Latinoamérica y Centroeuropa), el 20,50% de los ciudadanos vascos tienen los dos primeros apellidos vascos, el 25,43% tiene uno de los dos y el 45,92% no tiene ninguno de los dos primeros apellidos vascos.
– En toda España hay 4.378.122 personas que tienen algún apellido vasco, de los cuales 827.706 viven en el País Vasco y 244.814 en Navarra.
5. Han pasado muchos años desde el origen del nacionalismo vasco, más de cien, y en medio se han ido dando otras «excusas» para su pervivencia: el idioma fue en los años sesenta del siglo XX el principal, de la mano del nacionalismo radical y asumido luego por el nacionalismo gobernante, que ha invertido y sigue invirtiendo cantidades fabulosas en la enseñanza pública y en los medios de comunicación para su mantenimiento, pero no la propuesta de convertir el euskera en medio de comunicación usual de la población vasca no cuajó ni puede cuajar, porque la sociedad vasca ya no puede dejar de hablar castellano para comprenderse a sí misma.
6. Hoy ser vasco significa, fundamentalmente, ser nacionalista vasco. A no ser, claro está, que tengas los apellidos y puedas permitirte el lujo de ser, además de vasco, lo que te dé la gana.
7. Los que no tenemos los apellidos y vivimos desde siempre en el País Vasco no tenemos más que dos alternativas, a cual más esforzada: o ser vascos, vía reivindicación del euskera o vía nacionalismo declarado; o ser españoles sin más, sin ningún componente local que nos identifique como de aquí, puesto que lo de vasco ya está monopolizado por los nacionalistas o por los que tienen los apellidos.
Saludos de un maketo (que es lo que me queda ser, a fin de cuentas, pero que nadie quiere ser, por otra parte, porque todos interiorizan el lado despreciativo de la palabra, sin apreciar el enorme componente identitario que encierra).
P.D.- En esta cuestión del término maketo llevo trabajando hace tiempo y quiero decir aquí que no es lo mismo ser maketo que español. Hay una sutil diferencia. Justo la que va de verse afectado por el término a no verse. Un español que no viva en el País Vasco no sentirá que lo de maketo va con él, le dará igual. En cambio, si vives en el País Vasco y te lo dicen, la cosa cambia, ahí está la diferencia. Hoy en día no se usa, pero en el origen del nacionalismo se usó profusamente, y quedó todo el ambiente impregnado de aquel uso. De su inercia vivimos hoy.
Angel Duarte says
Querido Q.-,
A mí, no. Aunque te matizaría que la familia nacionalista española sí que está diciendo algo: «¿Os dais cuenta de lo que acaba pasando?».
Pero, vamos por partes… Los patriotismos hispánicos siempre se han sostenido, más allá de la farfolla retórica, sobre un ejercicio de cálculo coste/beneficio. Es verdad que con ejercicios de ingeniería contable más que notables, pero de lo que se trata es de lo que nos cuesta estar y de lo que nos costaría salir.
Esa ingeniería contable tiene una de sus manifestaciones más sangrantes en lo que ilustra el comentario anterior de P.J. Chacón Delgado: omitir lo que supondría la cirugía no ya en relación a… sino dentro de…
En fin, no sé si me explico. De aquí a unas semanas, meses,… cada uno de esos nacionalismos a los que aludes incorporará a sus propias lecturas el balance de muertos en el Cáucaso. Por un tiempo, hasta que vengan nuevos aires de otras latitudes.
Saludos apátridas
Á.-
Angel Duarte says
Por cierto, te he linkado a El tinglado y haciéndolo se me ha ocurrido una respuesta complementaria.
Abrazos
Á.-
Pedro José Chacón Delgado says
Por referirme al comentario «contable» del amigo Duarte, diré, por si acaso no se tiene en cuenta, la siguiente realidad:
Cuando surge el nacionalismo vasco, el tema de los conciertos económicos ya está consolidado en el País Vasco y España como fórmula de transacción entre los liberales vascos y Cánovas, tras la supresión de los fueros. Precisamente la supresión de los fueros de 1876 fué, como se sabe, la que permitió a esos liberales vascos empezar a exportar sin trabas el mineral de hierro en el que fundarían sus fortunas y desde el que se levantaría la siderurgia vasca, se controlaría el mercado español y se necesitaría importar mano de obra a mansalva imposible de obtener sólo de tierra vasca. Y ahí empezaron los problemas, claro.
Quiere decirse que los conciertos económicos, que tanto tienen ahora los nacionalistas vascos como nota de pedigrí diferenciador y por los que tanto suspiran los catalanes sobre todo, no son una prebenda del estado español a los nacionalistas, para tenerles contentos. Los conciertos se inician justo tras el final de la última carlistada, como digo, y los primeros son de 1878, cuando el partido nacionalista vasco no existía ni en proyecto.
Los conciertos económicos son un producto típicamente liberal decimonónico vasco español, para nada nacionalista ni nada que se le parezca. De hecho los sabinianos abominaban de los conciertos, a los que tachaban de rasgo de descentralización puramente administrativa, sin ningún contenido político, nada que ver con los fueros suprimidos por los que tanto suspiraban.
De hecho los conciertos están en la base de la industrialización y de la llegada masiva de inmigrantes, que eran los dos grandes demonios secularizadores y españolizadores para los primeros nacionalistas.
Un saludo maketo de nuevo.
JP Quiñonero says
Querido À.,
Tus razones me parecen francamente sensatas y razonables, claro.
Por mi parte, hay en mi planteamiento un muy voluntario distanciamiento irónico, que lo deja todo en suspenso, con ánimo más o menos pedagógico: que cada palo aguante su vela. Intento menos sacar conclusiones, forzosamente provisionales, que tomar buena nota de las evoluciones de un proceso en marcha. Aron decía de Giscard: “No ha comprendido que la historia es una tragedia. Y siempre acaba mal”,
Q.-
Jean Meslier says
Si somos ciudadanos libres, si podemos cambiar las condiciones de nuestras relaciones sociales; ¿es que no podemos respetar las decisiones que tomen los grandes grupos territoriales con tradiciones y culturas que los cohesionan desde siglos, en esta cosa que llaman España?
¿Es que lo que se hizo antaño a la fuerza lo consideráis eterno y no podrá cambiarse nada más que usando de nuevo la fuerza bruta?
affto says
bla, bla, bla
ahora todo el mundo esta contra rusia, pero los rusos son los unicos quienes vinieron a ayudarnos. en 1991 los georgianos nos han echado de nuestra casa, han matado a mi abuelo y a mi tio, porque somos osetios. nunca he vuelto a confiar a gobierno de georgia. no culpo al pueblo de georgia, pero el presidente saakashvili y su equipo cobarde tienen que ser castigados.