Majagoyesca, gran atracción internacional.
Picasso y los Grandes maestros (Picasso et les maîtres, Galerias nacionales del Grand Palais) es una de las más grandes exposiciones consagradas, jamás, a un tema capital para el destino del arte: las relaciones entre Picasso, genio caníbal, y los más grandes pintores de nuestra civilización, desde el Renacimiento.
[ .. ]
La exposición reúne 210 obras maestras prestadas por los más importantes museos internacionales, del Prado a la National Gallery, del Louvre al MOMA. Y presenta celebérrimas piezas capitales de Velázquez, Goya, Zurbarán, Ribera, Melendez, Poussin, Le Nain, Dubois, Chardin, David, Ingres, Delacroix, Manet, Courbet, Lautrec, Degas, Puvis de Chavannes, Cézanne, Renoir, Gaugin, Douanier Roussea, Ticiano, Cranac, Rembrandt, Van Gogh.
Quizá no estén Rafael, Leonardo, Vermeer, Turner, o tantos otros. Pero pudieran estar. Hay una presencia masiva de genios españoles: ¿Cómo pudiera ser de otro modo..? Quizá sea excesiva la presencia francesa: ¿Cómo evitarlo? Picasso comenzó siendo un pintor español, pero es en París donde construye su universalidad, con mano de hierro.
Anne Baldassari, directora del Musée National Picasso, y Marie-Laure Bernadac, conservadora general en el Louvre, han comisariado un proyecto que está llamado a ser la referencia absoluta en la materia, por una razón muy simple: el más grande de los demiurgios, caníbales y genios creadores y subversivos del arte del siglo XX, es contemplado a la luz de su diálogo saturnal con la gran pintura de nuestra civilización.
Cada uno de los capítulos / comparaciones, requeriría una larga exégesis. En definitiva, se trata de un diálogo íntimo entre Picasso, patriarca del hundimiento fáustico de todos los principios y valores que habían prevalecido, desde el Renacimiento, y los grandes maestros que el “copia”, “repinta”, “ilumina”, “revisa”, “dinamita”, “pintarrajea”, “destruye”, “fecunda”, abriendo y enterrando incontables caminos pictóricos.
SANFRANCISCODEASIS DE ZURBARÁN, ¿”ORIGEN”? DEL CUBISMO DEL HOMBRE DE LA GUITARRA PICASSIANO..?
A lo largo de los primeros 70 años del siglo XX, Picasso contempla, persigue y adopta las más distintas posiciones ante los genios del pasado: “copia” a los más grandes maestros italianos, en una búsqueda insaciable de belleza (retratos de Olga, dibujos de cuerpos femeninos en flor); pero el mismo “sátiro” también contempla los más “sagrados” maestros para hacer sus más obscenas necesidades fisiológica ante las más “sagradas” obras maestras; cuando no prefiere retratarse a sí mismo, siguiendo los modelos de Van Gogh o Gaugin.
Esa tarea colosal comenzó en la adolescencia de Picasso, cuando el artista recibía de su padre una educación artística clásica. Y se prolongaría indefinidamente hasta la muerte del genio malagueño. La descomunal soberbia picasiana solo tiene parejo con sus pasiones “caníbales”, insaciables, hasta el fin.
Sus relaciones con el gran arte español ya plantean insondables problemas, misterios y fascinaciones. ¿Cómo dudar que una de las más grandes estrellas de esta macro exposición será la Maja desnuda de Goya, comparada con una impertinente Señora con gato picassiana..?
Picasso “copió” y “revisitó” a Goya en muchas ocasiones. Pero la contemplación de las Meninas velazqueñas y muy diversos goyas constituyen obsesiones muy mayores. Picasso ha contemplado y realizado variaciones de las majas goyescas en muchas ocasiones. Por su carácter emblemático, la Maja desnuda del Prado nos abruma de olímpica manera. Es un tema esencial para Picasso: la contemplación, posesión, fecundación y fascinación incandescente por el cuerpo de la mujer desnuda, fuente insondable de atracción, angustia y deseo sin fin. En esta ocasión, los azares de la puesta en pie de esta muestra excepcional han querido que la Maja sea “comparada” con una señora deliciosamente desvergonzada, cuya “trivialidad” no permite olvidar que hubo otras muchas majas picassianas.
MINOTAURO CANÍBAL
El diálogo de Picasso con Velázquez es igualmente paradójico. Las infantas y meninas son un tema recurrente, sin fin. En esta ocasión, la infanta Margarita de uno y otro ilustran la tragedia del abismo que separa a los dos grandes genios. El misterio velazqueño contrasta con la desesperación angustiada del Minotauro picasiano, destruyendo a su paso todo cuanto no puede hacer suyo.
Hay muchos otros misterios. El carácter “cubista” de algunos zurbaranes. El diálogo épico con el Greco. La ferocidad clínica de las naturalezas muertas. Etc. El diálogo con los genios de otras escuelas reabre páginas enteras del arte universal. Solo recordaré las “copias” y estudios picasianos de Cranach o Grunewald, cuyo Cristo será un “modelo” para alguna crucifixión picassiana.
Hay muchos otros picassos, todavía, como olvidarlo. Lo esencial de Picasso y los Grandes maestros es invitarnos a seguir explorando los pozos de creación, destrucción y canibalismo donde ¿se funda? ¿se pierde? ¿prolifera? ¿se descarría? la pintura por venir de la civilización europea.
DelaMajagoyesca a la Señora con gato picasiana.
- Arte en este Infierno.
MMarie says
Glorioso despertar, muy senor mìo, Mr.Q.Vuelva cuando pueda.
JP Quiñonero says
Mme Marie,
De vuelta de un corto viaje, sus palabras me ayudan mucho, claro,
Q.-