“Vivimos una crisis comparable a la de 1929” [ .. ] “La crisis anuncia la decadencia del imperio de los EE.UU.” [ .. ] “Rusia se comporta como un imperio colonial” [ .. ] “Europa recuerda a Bizancio” [ .. ] “Los nacionalismos pueden destruir la Unión Europea”…
[ .. ]
Philippe Moreau Defarges es uno de los más grandes especialistas europeos en estrategia y geopolítica mundial, co director del Rapport annuel mondial sur le système èconomique et les stratégies (Ramses) del Institut Français des Relations internationales (Ifri), y acaba de publicar una obra de referencia indispensable, La Géopolitique pour les nuls, un brillantísimo análisis del nuevo mundo que emerge con la gran crisis financiera mundial. Sostuve con él este diálogo:
EE.UU., UN COLOSO CAÍDO POR TIERRA
–¿Es comparable la crisis financiera actual con la Gran depresión de 1929?
-Si. Son crisis comparables. Y los rasgos comunes saltan a la vista: el hundimiento de las bolsas mundiales, el efecto dominó, las tormentas de miedo. Pero, ojo, también hay diferencias importantes. Primera diferencia: hoy vivimos una economía mundial, mientras que la crisis de 1929 fue una crisis esencialmente europea, estadounidense y japonesa. En la crisis actual hay grandes actores, como China, que podrán terminar por actuar e intervenir. Segunda diferencia: hoy vivimos en un mundo mucho más rico. Los Estados y las instituciones tienen unos recursos para intervenir infinitamente más grandes. Tercera diferencia: los grandes actores tienen hoy la experiencia de 1929. Conocemos grandes errores, que pueden evitarse. Cuarta diferencia: hoy existen grandes instituciones y organismos internacionales, que tienen su importancia. Quinta diferencia: la crisis de 1929 atizaba temibles rencores… hoy, con la excepción de Rusia, todos los grandes actores se comportan con mucha prudencia.
–La antigua República imperial, los EE.UU. ¿no son ahora demasiado pequeños para controlar la crisis de su propio sistema financiero..?
-Si. La Gran crisis de 1929 concluyó en 1945 con la emergencia de los EE.UU. como gran potencia mundial. La crisis del 29 anunció y dio a luz una gran potencia mundial. Hoy vivimos una crisis inversa. La crisis actual anuncia el fin de la preeminencia de los EE.UU. La crisis actual nos habla de un imperio declinante, víctima de todas las crisis de los imperios en declive: hyperconsumo, endeudamiento masivo. La imagen más gráfica de los EE.UU., hoy, es la de un Coloso caído por tierra.
EL NUEVO IMPERIO COLONIAL RUSO
–Al mismo tiempo, por vez primera en su historia, Europa no controla ni puede asegurar ella sola su propia seguridad; y su prosperidad está amenazada por su incapacidad a controlar incluso sus abastecimientos energéticos… ¿no recuerda Europa, hoy, a Bizancio..?
-Si. Es un recuerdo trágico. Dicho esto, Bizancio cayó víctima de una invasión militar. Hoy, nuestro gran desafío es la competencia económica mundial. Y es muy cierta y grave la vulnerabilidad energética de Europa.
–En una de las fronteras de Europa, Rusia utiliza sus cuerpos de ejército con una determinación imperial.
-Rusia tiene hoy el comportamiento colonial de los grandes imperios del siglo XIX. Sin embargo, a mi modo de ver, Rusia es una falsa gran potencia. Su demografía, su sanidad, su incapacidad de comprensión de la realidad, le impiden ir mucho más allá en su comportamiento de imperio colonial. En su día, Moscú deberá pagar muy caro su comportamiento colonial, que está atizando la formación de guerrillas, semillas de nuevas amenazas terroristas. Está por ver como evolucionará la situación en el Cáucaso. Rusia deberá afrontar problemas siempre más graves, minando su comportamiento de potencia imperial y colonial.
LOS NACIONALISMOS PUEDEN DESTRUIR LA UE
–Si lo entiendo bien, el problema de los nacionalismos puede precipitar nuevas crisis dentro y en la periferia de Rusia.
-Sin duda. Eso que usted llama problema de los nacionalismos es uno de los más grandes problemas de nuestro tiempo. El antiguo concepto del derecho de todos los pueblos a la libre determinación crea un gigantesco follón en la escena internacional. Ya que es una fuente de fragmentación permanente y sin límites: esa dinámica democrática crea movimientos fortísimos e imprevisibles.
–¿Cómo puede afectar tal dinámica a la Unión Europea, a toda Europa?
-Puede ser un factor de destrucción de la Unión Europea, ya que acelera los enfrentamientos entre tres tipos de legitimidades. La legitimidad tradicional de los Estados está sufriendo una erosión, de la que sale muy debilitada. Hay una legitimidad de las instituciones. Y las instituciones están “ausentes”, “invisibles” ante la gran crisis financiera actual. En tercer lugar está la legitimidad de los micro Estados y las nacionalidades de muy distinta naturaleza. El choque y las relaciones entre esos tres tipos de legitimidades puede provocar la destrucción de la UE, tal como la conocemos ahora.
–¿Tienen China o la India la vocación imperial que les permita aspirar a un liderazgo mundial? ¿Hacia donde se dirige la nueva sociedad internacional emergente con la crisis..?
-No. Ni China ni la India aspiran a sustituir a los EE.UU. A mi modo de ver, estamos entrando en una larga fase de transición geopolítica mundial. La gran tentación de los grandes colosos, EE.UU., Rusia, China, quizá será la de recrear un concierto mundial, algo así como un “sindicato” de colosos. Pero, ojo, no olvide que los colosos son muy celosos, entre ellos. Y a veces no se entienden en absoluto. Los EE.UU. son un imperio en decadencia, un coloso caído por los suelos. Pero no tienen un sucesor de su estatura en la escena internacional.
UN GESTOR PARA LA DECADENCIA DEL IMPERIO
–Desde esa óptica, ¿cuáles debieran ser las prioridades del futuro presidente de los EE.UU.?
-De entrada, el futuro presidente de los EE.UU. tendrá que poner orden en las finanzas nacionales de su patria. A la vista del fabuloso endeudamiento norteamericano, el futuro presidente quizá se vea obligado a renegociar con sus acreedores el montante gigantesco de esa deuda. Y, como todos los acreedores, Arabia Saudita o China podrán responder afirmativamente a esas demandas, pero imponiendo sus propias condiciones. En segundo lugar, el futuro presidente deberá replantear su política en Europa y Oriente Medio. En Europa, Washington deberá ser mucho más duro con los renuentes aliados europeos. En Oriente Medio, el futuro presidente deberá replantear un sistema de seguridad que va de Turquía a Pakistán, y que los EE.UU. ya no pueden sostener. Tarde o temprano, los EE.UU. tendrán que negociar con Irán. Teherán terminará teniendo la bomba atómica. Y esa bomba atómica no cambiará nada: los iraníes no podrán utilizarla. El presidente Rooselvet tuvo por misión histórica asumir las responsabilidades mundiales de su patria. El nuevo presidente de los EE.UU. deberá ser el gestor del retroceso, el declive si no la decadencia del imperio americano.
- Entrevistas, Economía, Seguridad & Defensa, en este Infierno.
Mercè says
Habrá que ir a London, a la Royal Academy, y sumergirse en la exposición Byzantium 330 – 1453, del 25 de octubre al 22 de marzo 2009… Ver: http://www.royalacademy.org.uk/exhibitions/byzantium/
JP Quiñonero says
Mercé,
Me parece una magnífica idea, claro,
Q.-
MMarie says
Cuanto sabe este buen senyor, Mr. Q.
Abril says
Me ha gustado mucho esta reflexión
JP Quiñonero says
Mme Marie, Abril,
… Mme Marie,
Si que sabe. Y saber explicarlo con claridad, creo.
… Abril,
Eres muy amable…
Q.-
J. Moreno says
Cuando el entorno no tiene límites el desasosiego invade al ser humano.
En momentos díficiles cuando los otros se vuelven fieras acorraladas, los seres humanos tratan de reducir su espacio vital para crear seguridad.
Una de las luchas prioritarias del ser humano es reducir la incertidumbre.
Ahora se aproxima el tiempo de los localismos y los nacionalismos.
Puede que estemos de nuevo en los comienzos de una nueva Edad Media.
Toni Ibañez says
Me parece bien eso del «Coloso en ruinas» (literal desde el fatídico 11-S)…
Me parece bien eso de la «nueva Edad Media»…
Me mantengo a la espera de los nuevos Fénix y de los Renacimientos por venir.
La incertidumbre siempre es fecunda. Lo estéril son los dogmas y la certezas.
JP Quiñonero says
J.Moreno, Toni Ibañez,
… J.Moreno,
… por una vez, me declararé «optimista»: descubro cada día nuevos mundos, que estaban en mí y los sms, el @, los chat, este y otros Infiernos, google y otras chucherías me ayudan a cultivar, descrubiéndome maravillosos horizontes íntimos, nuevas tierras prometidas…
… Toni,
«La incertidumbre siempre es fecunda..» suena potablemente bien, oye,
Q.-
maty says
Portada actual de TIME Magazine. «The New Hard Times»
jose julio perlado says
Me ha gustado e interesado mucho tu coloquio con
Moreau y,como verás, lo he incluido em el texto de Mi Siglo.
Un abrazo, hoy que el Nobel va para Francia. Ahí estaba yo cuando se lo dieron a Beckett.
JJP
JP Quiñonero says
Jose Julio,
Te agradezco mucho tu generosa complicidad. Saludos fuertes,
Q.-
PS. Le Clezio nos ha dicho hace unos minutos que él comenzó adorando a Beckett, justamente.
Jordi says
Curioso… la globalizacion luchando contra el empuje de los nacionalismos de los «microestados» o nacionalidades. Tambien interesante la invisibilidad de Africa o, incluso, Australia en el analisis geopolitico mundial. Tendra algun dia Africa algo que decir en todo esto?
JP Quiñonero says
Jordi,
Lo de África es una tragedia inmensa, claro. Lo de Australa, Ignorancia eurocentrista. Lo de los nacionalismos… ¡cualquiera se atreve a decir una palabra al respecto..!
Q.-