Los místicos de todas las religiones hablan del amor con una carnalidad que no tienen las industrias de la obscenidad y la pornografía, comerciando con almas muertas, caucho y muñecos desalmados.
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Una anciana, católica, profundamente religiosa, recién fallecida, habla del amor con una pasión carnal y espiritual que viene de San Agustín y recuerda los más universales libros de mística y erotismo:
“La medida del amor es amar sin medida. Es imprescindible amar sin medida. De lo contrario, la cosa no marcha, si solo se piensa en sí mismo. Es necesario amar con toda el ama, la inteligencia, el cuerpo entero”. [Le Figaro, 21 octubre 08. “La mort, c’est le plus beau jour de la vie”].
Las negritas son mías.
Es asombrosa la capacidad de admirar que tienen estas pequeñas/grandes mujeres
Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.
(Saint Jean de la Croix)
Por la transcripción admirada,
J.
Gasolinero, Joaquín,
… Gasolinero,
Si. Admiración contagiosa, comunicativa…
… Joaquín,
PALABRAS MUUYYYYY MAYORES, oye. Gracias mil por la cita,
Q.-
Ps. Lo de Saint Jean de la Croix (sic)… ¡es el autor castellano más traducido al francés, desde hace siglos…!!!
Por algo será
Àngel,
Una miqueta insinuante te encuentro. Con razón,
Q.-
Bellas cosas, a qué negarlo, si. Aunque ese amor místico también me desazona un poco, un poco. Muchos creyentes no utilizaràn esos tèrminos. Muchos no creyentes quizà sean ajenos a esa fe. Hablo con sinceridad, Mr.Q.
MmeMarie,
Matizada posición la suya. Que Comprendo perfectamente. Le agradezco su sensibilidad al plantear cuestiones tan altamente sensibles, oiga,
Q.-