Tren Blanes-Barcelona, 31 octubre 08. Foto JPQ.
A su manera, la tormenta habla de las ciegas y desatadas fuerzas de la naturaleza.
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A lo lejos, en la ciudad, en ocasiones, algunos hombres y mujeres son capaces de construir el mundo nuevo que llevan en sus corazones (BD), quizá, cuando se comunican con todo lo divino que hay en las estrellas a través de lo divino que hay en sus cuerpos enlazados en el amor, si son capaces de imponer a sus pasiones una arquitectura espiritual que las redima de la ley de la selva, la fuerza saturnal de la naturaleza ciega.
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Dolorido recuerdo, lejano y muy vivo de Las palmeras salvajes, de Faulkner.
- Fotografía en este Infierno.
- Dark Lady.
Q.-,
De hecho, el tren de Blanes no va a parar a Barcelona, sino que prolonga un poco más su monótono y cansino viaje hasta mi ciudad, l’Hospitalet. Aquí también hay algunos hombres y mujeres que eran capaces de construir el mundo nuevo que llevan en sus corazones. Aunque desde que la felicidad como absoluto – traducida como consumo – sustituyó a la búsqueda de la felicidad, se les ve como desorientados, sino directamente tristes…
Un saludo,
C.-
Cristobal,
Se agradece la precisión. Hace quince años largos que tomo ese tren regularmente, y… ¡todavía no tengo claro de donde viene ni a donde va..! Conozco mejor un libro de poemas que habla de las estaciones entre Barna y StVMontalt, escritor por un insider muy fino. Sobre señoras… hay de todo, oye. Ayer fotografié a alguna, en esa misma línea, de una tristeza de alma muerta. Por el contrario, sospecho que algunas otras le pegan al fumando espero con un brío temible para sus maravillados partners,
Q.-