Rue Bucci, 4 enero 2009. Foto JPQ.
Vagabundeando, a las tantas, recuerdo con mucha frecuencia a Kavafis, desde hace ya tantos, tantos años.
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JURA
Jura cada tanto tiempo comenzar una vida mejor.
Mas cuando llega la noche con sus propios consejos,
con sus compromisos, y con sus promesas;
mas cuando llega la noche con su propia fuerza
del cuerpo que necesita y pide, hacia el mismo
placer fatal, perdido, va de nuevo.
1905 / 1915.
Traducción de Miguel Castillo Didier, Kavafis íntegro, Santiago de Chile, 1991 / 2007.
- Dark Lady.
- Fotografía en este Infierno.
Daniel Yáñez says
Sí, cuando llega la noche…
Gracias por el poema.
Paz.
Daniel.
MMarie says
Mr Q. usted… no sè, no sè, suena un poco amargo, en su boca.
JP Quiñonero says
Daniel, Mme Marie,
… Daniel,
Si. Es un poema muy bello, par mí.
… Mme Marie,
Bueno, bueno… K. es K. y Q. es Q… es K. el que habla a través de ese poemas de sus pasiones nocturnas. Recordé ese poema al ver el resultado de mis fotos nocturnas de hace días.
Q.-
GarCelan says
Las noches en la poesía de Kavafis dejan su presencia inquietante… iluminadas por la luz dorada, crepuscular, de sus mortecinas velas.
Enero de 1904
Al recordar las noches de aquel mes de enero,
en mi mente todo se remueve
bajo esos instantes, y te encuentro,
y escucho nuestras últimas palabras y las primeras.
Oh desesperadas noches de aquel enero,
cuando desaparece la visión y quedo solo.
Cómo desaparecen rápidamente y se disuelven
-árboles, casa, calles, luces ya calladas-
y en la sombra se borra tu amada belleza.
JP Quiñonero says
GarCelan,
También es muy bello ese poema.
Con frecuencia, muchas cosas de Kavafis tienen algo de ofrenda votiva, salmo de acción de gracias, piedad…
Q.-
PS. Sus ecos hablan de otros ecos, íntimos, con insospechada frecuencia, si. Aunque, esa sombra también puede nombrar a una belleza amada, viviente, la llama ardiente de un amor oscuro, impenetrable, invisible.
GarCelan says
Y de un extremo:
[…mas cuando llega la noche con su propia fuerza
del cuerpo que necesita y pide, hacia el mismo
placer fatal, perdido, va de nuevo]. Kavafis.
Al otro del mar:
[Tras la fatiga de un viaje nocturno, al final de la madrugada, con pocos y entrecortados momentos de sueño, entre febril y escalofriado, entraste en el vestíbulo oscuro y desierto del hotel. Qué vacío el de esa hora que antecede al alba, qué mundo increado o extinto el que se mira entonces]… [Tú mismo eras a un tiempo, viudo de tu amor, el perdidoso y el perdido]. Regreso a la sombra. Cernuda.
Acordes me parecen de las misma cuerdas, del mismo instrumento esas palabras de dos hombres en sus confines. Un juego de espejos, un diálogo de ecos.
JP Quiñonero says
GarCelan,
Oye, que paralelismo tan hondo y ¿mal explorado..? ¡Cómo me gustaría leer un ensayo estudiando ese diálogo de ecos del que tú hablas, entre Kavafis y Cernuda..!!!
Q.-