Detalledeuncollagede Jorge Rodríguez de Rivera.
La corrupción política, local, municipal, regional, nacional, Estatal, también son indisociables de las raíces últimas de la crisis. Suelo, especulación, cal viva, ladrillo y corrupción son parte esencial del modelo económico que entró en crisis carpetovetónica mucho antes del estallido de la crisis internacional, Un tsunami amenaza a España.
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¿Cómo olvidar que la crisis también es consecuencia –parcialmente- de la corrupción que proliferó durante los años de bonanza y crecimiento…?
[ .. ] Las monedas cobradas por sus salidas y correrías nocturnas no le permitirían comprar un rostro más limpio, manchada su faz por su condición de comparsa en un Entierro de la Sardina donde otros enarbolaban las banderas y los estandartes, y a él le había tocado ejecutar la sucia faena del asesinato a sueldo.
Caína vivió cerca de un lustro agitada por el penoso goteo de tan espantosas revelaciones, que los altavoces audiovisuales del poder intentaban sofocar con interminables inauguraciones de pantanos, bodorrios de tronío, pelotazos bancarios, pan, circo y billetes de lotería filantrópica. Y, mientras crecían la incertidumbre, la duda y el clamor de la calle, ante un sombrío espectáculo en el que no era nada fácil distinguir el rostro y los contornos precisos de las figuras que protagonizaban aquel guiñol ensangrentado, solo César Arrigo -en lo más alto de su poder e influencia- había heredado del antiguo tirano, vencedor de la guerra civil, el derecho a pasear bajo palio, durante las ceremonias y procesiones laicas organizadas con las momias de algunos hombres ilustres, cuyo control oficioso estuvo a cargo de Alberto Cleón, hasta su muerte prematura, que un vacío político tan hondo dejó entre sus deudos altruistas. Aunque el líder carismático terminaría olfateando, a través de los consejos sibilinos de J. Saurio, entre otros, que aquellos féretros apolillados corrían el riesgo de llegar a ser tan embarazosos como los cadáveres sin ataúd que Julián Barroso y Rodolfo Vara estaban condenados a arrastrar, para su desdicha; puesto que ese lastre comenzaba a asfixiarlos, con el cuello atado a las sucias cacerolas manchadas de sangre humana que colgaban del cofre de sus coches oficiales. [ADAGIO DE OTOÑO. 3. Bailable de fin de fiesta. Una primavera atroz].
Literatos, poetas, novelistas, críticos literarios, son gente demasiado fina para ensuciarse las manos con podredumbre de este tipo.
Jordi says
Ciertamente atroz…
MMarie says
Molto brioso, Mr Q.
JP Quiñonero says
Jordi, Mme Marie,
… Jordi,
Tootalmente atrocísimo (sic), yeahhhhh.
… Mme Marie,
Molto pericoloso, diría yo. De muy amarga amagura, oiga. Que quiere,
Q.-
Armando says
La Opinión de Granada, Dietas hasta en las bolsas de Doritos:
Hay bastante más, cómo no.
JP Quiñonero says
Armando,
Si; los orígenes de la corrupción van muy lejos, si,
Q.-