Al cumplir sus primeros 120 años, la Torre Eiffel ha cambiado de “tamaño”, de significado, incluso de “emplazamiento” en la geografía simbólica de Francia y la imaginación popular.
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El 31 de marzo de 1889, la Torre imaginada por Gustave Eiffel debía celebrar el primer centenario de la Revolución francesa, en un descampado, muy lejos del corazón histórico de París.
120 veinte años después, la ciudad ha crecido vertiginosamente. Y la Torre se encuentra hoy “cercada” por archipiélago de torres de pisos que le confieren una muy otra fisonomía. Artistas e intelectuales criticaron, en su día, el carácter “anti estético” y “horroroso” de una solitaria torre de hierro. Ante las torres urbanas de nuevo cuño, la obra de Eiffel se percibe hoy como un lejano fruto artístico, acorralado por torres y autovías de circulación rápida de automóviles.
En su día, la Torre rendía homenaje a la Revolución burguesa de 1789. La historia ha dejado otras dramáticas huellas, a sus pies. En las inmediaciones, no lejos del puente Bir Akeim, tan próximo al puente donde se suicidó el poeta alemán Paul Celan [Celan, Vallejo, Puente Mirabeau… “Moriré en París, con aguacero…”], se produjo la legendaria y trágica redada nazi -con apoyo oficial de la policía francesa- contra millares de judíos, encerrados como ganado condenado al exterminio en el Vélodrome d’Hiver, el velódromo de un dramático invierno. El turista debe mirar hacia otra parte, si desea evitar el escalofrío de los recuerdos siniestros.
La Torre Eiffel no ha dejado de rejuvenecerse, pintarse y volverse a pintar, iluminándose de mil y una maneras. Pero los cambios de la ciudad han modificado su naturaleza emblemática. Símbolo universal, sin duda. Pero símbolo rodeado de puentes metálicos, autovías que roban una parte de su cauce al Sena, decoradas con falsos faroles de otra época, intentando maquillar la soledad y metamorfosis de la obra de Eiffel en la geografía simbólica de París.
- París, capital del siglo XXI.
- París en este Infierno.
TorreEiffel y bloques / torres de pisos del XV distrito, 8 junio 2008 y Plaza de los mártires judíos del Vel. d’Hiv a dos pasos de la T.Eiffel, 29 enero 2008. Fotos JPQ.
Passy says
Hay, hacia el oeste de París, una sensación de huida. Los últimos puentes de la ciudad, apenas transitados por los turistas, los transportes públicos que acaban en Neully, La linea 6 del metro que sale a la superficie en la rive gauche para contemplar, de pasada, entre las casas, la torre Eiffel, tienen todos una marca de desagüe, de final. El río parece llevarse el bullicio de cada barrio, la historia de cada piedra. Por eso resulta tan agradable pasear desde Bir Hakeim hacia el oeste, hacia la Maison de la Radio, por ejemplo. Uno se siente libre, aunque sea metafóricamente, de la carga del tiempo y del presente. (Incluso si es necesario -durante un momento- volver la mirada hacia el río.)
Saludos,
Una idea panorámica de tu último párrafo:
http://www.hyper-photo.com/grandes/paris.html
JP Quiñonero says
Miguel,
Si… está bien visto. Hay quienes proponen prolongar París… ¡hasta el mar…!!!… Es uno de los proyectos que están en la mesa de Sarkozy. Vaya usted a saber,
Q.-
tierras patagonia says
mmmm la verdad es qe llegue al blog siguiendo un enlace y me fescino encontrar este post que me hizo soñar un ratito con esa maravillosa
Luis Rivera says
… en un día del que tengo recuerdo.
Tú, Q, eres el causante de que la nostalgia adquiera tal nivel de realismo que llegue a perderse en los límites de la mnetamorfosis, donde nada es nada o todo se parece a todo.
Durante algunos años me alojaba en un hotel cercano a Bir Akeim y tenía el Sema delante, la Casa de la Radio allá enfrente y una pequeña Estatua de la Libertad dividiendo el paso de las aguas. Todo, para el viajero, es imaginación. Y toda vida es viaje, así que al fin es también imaginación.
Neully, escribe Passy. ¿Quien no ha paseado por Neully en un domingo por la tarde cuando lo único que te espera es el televisión en un hotel de diminutas habitaciones, de una cadena japonesa? ¿Es esto verdad o lo he soñado?
Ni siquiera lo que soñamos nos permite se extranjeros. ¿De donde?
JP Quiñonero says
Luis,
Hombre… a mí me parece muy bello todo lo que cuentas, en lo que me reconozco. Salvo lo de Neuilly… queda lejos de mi barrio. También saco otra conclusión… yo me siento extranjero en todas partes, pero bueno,
Q.-
Luis Rivera says
Q, yo reivindico mi extranjería incluso en mi tierra, y allí incluso más.
JP Quiñonero says
Luis,
Oye, pues me apunto al carro de tu extranjería. Ya somos dos.
Q.-
Libros says
Qué ganas me has dado de visitar París, pese a los cambios. Va link en mi próximo Lo mejor de la quincena. Saludos!
JP Quiñonero says
Mariana,
Mujer, Gracias mil. Te confesaré que las Vidas imaginarias que tú recomiendas fueron una de mis lecturas canónicas, cuando comenzaba a leer e intentar aprender a escribir… todo viene de esa prosa, que viene de los Poemas en prosa de Baudelaire, claro,
Q.-