Me precipito sobre los primeros albaricoques de España (¿Murcia?) que llegan a mi calle, la rue de Seine, en el carrefour Buci, a 5.95 el kilo.
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En mi caso, el perfume de los jazmines, la tersura de la piel de los albaricoques, el sabor de los melocotones, me devuelven intacta la tierra inmaterial de la infancia, con solo cerrar los ojos y dejar que la palabra mane del pozo virginal de la memoria. La palabra, el verbo, la memoria, hablan de la comunión original entre Eros y el Logos, en el cuerpo infantil, todavía virgen pero ya deslumbrado por los misterios, la gracia y el dolor que fundan e iluminan la conciencia.
En lengua castellana, el sabor de la manzana y el tallo de la acedía (¿?) permiten a Juan Benet la disección de los mecanismos de la memoria y la floración de la palabra -indisociables del descubrimiento / revelación de la carne, el amor, la comunión de Eros y el Logos, decía- con la fuerza de una Anunciación que solo es comparable a la función germinal del te y la magdalena proustiana en la Recherche, el canto del tordo en las Memoires de Chateaubriand.
Una de las memorables frases de Una meditación comienza su majestuosa obertura sinfónica de este modo:
[ .. ] probar una manzana o cortar el tallo de una acedía y mordisquear tan sólo para comprobar que aquel sabor que se remitía a tantas caídas y carreras infantiles, tantos juegos y pedazos de papel escondidos en la cintura, seguía guardado por la planta [ .. ] guardián celoso, partícipe de los secretos de la carne y conjurado con ella a no revelarlos jamás a la razón [ .. ].
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También le debo a Juan la semilla que permitió florecer mi concepto de economía de la incultura, aplicado a España, Juan Benet y la economía del conocimiento / incultura, en Caína.
- Personal, Crítica literaria, Libros, Escritores en este Infierno.
Carrefour Buci, 24 mayo 2009. Foto JPQ.
MMarie says
Sentimientos, emociòn, belleza… mil gracias, Mr Q.
maty says
La fruta, Quiño, ninguna como la recién cogida del árbol o comprada al payés que la recogió el día anterior.
La fruta de las grandes superficies… hummm, aunque en París no te queda otra opción que la que pasa obligatoriamente por los grandes mercados centrales.
JP Quiñonero says
Maty, Mme Marie,
… Maty,
Hombre, eso está claro. Pero no tengo muy claro que en Tarragona, Barna o Madrid se coman albaricoques más frescos que los que yo compré ayer. Tampoco tengo claro lo del precio. Vaya usted a saber.
… Mme Marie,
Si… hablando de albaricoques o melocotones, en verdad, quziá esté hablando de otras cosas, si, si…
Q.-
José Julio Perlado says
Querido Juan Pedro,
para acompañar a los albaricoques que acaban de llegar a tu calle parisina te he decicado hoy unos albaricoques de Pla, con su maravilloso tocar con las palabras que él sabía hacer tan bien.
Abrazos madrileños.
Enrique M. F. says
Q, tu texto sabe y huele a edén, a arcadia perdida… Y recordar de paso a Benet, un escritor tan grande como injustamente olvidado, te honra.
El hermoso texto de José Julio Perlado, que acabo de leer en Mi Siglo, merece también unos minutos de nuestro agitado tiempo. ¡Pla, qué maestro!
Zápiro (Espectroscopio) says
como aquel beso en el lóbulo de la oreja, en ‘Saul ante Samuel’, cuya sensación se alarga casi diez páginas… Grande Benet. Abrazos
JP Quiñonero says
José Julio, Enrique, Zápiro,
… José Julio,
Qué finura y generosidad, la tuya…
… Enrique,
Gracias… Eros y Logos dan unos frutos que, en verdad, quizá hablen de una Arcadia sin cesar recuperada, digo.
… Zápiro,
Si. JB está pleno de maravillosos misterios y revelaciones, todavía mal exploradas, quizá,
Q.-
maty says
Para secreto de la carne, el de Gregorio. Realmente inexcrutable.
maty says
ineScrutable.