Aburrido con las tediosas naderías bizantinas del MACBA, cruzo una barrera prohibida por la dirección del museo, para contemplar la perspectiva desde la segunda planta. Lo que veo me recuerda memorables paisajes urbanos de Luis Marsans, evidentemente boicoteado por el Museu d’Art Contemporani de Barcelona.
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Paisaje, desde el MACBA, 15 agosto 2009. Foto JPQ.
Nina says
Anoche vi en dvd F for Fake de Orson Welles, con el estupendo falsificador Elmir d’Hory repitiendo una y otra vez: «Si mis cuadros entran en los museos y están el tiempo suficiente, se convierten en auténticos». Algo así sucede con mucho de lo que ahora hay en el Macba, a mi modo de ver, y en tantos museos de arte contemporáneo: los papeles y cosuelas del activismo cultural de la segunda mitad del siglo XX se han convertido, gracias al museo, en mercancía artística de primera mano, de entrada ya en el mismo museo, claro. Al tiempo, pintores como Marsans son considerados por los expertos como demasiado «obvios», digamos…
En fin, abogo por una retrospectiva Marsans en el Macba (a los modernos de la casa les podría servir de excusa que el cineasta Jim Jarmusch, de rodaje en Madrid, esté tomando como interlocutores entre los diversos cuadros del Reina Sofía uno de Antonio López), y porque las televisiones pasen al menos una vez al año el film de Welles: una profunda reflexión, entre muchas, sobre falsificadores y expertos.
JP Quiñonero says
Nina,
Qué finura de análisis, esa comparación de la película de Wells -de mucho genio, en efecto- y las chucherías museísticas… me apunto a tu sugerencia, no menos atractiva y genial por su punta de provoc.
Q.-