En cierta medida, los museos de arte contemporáneo consuman una variante soft (¿?) de profecías negativas como Alphaville.
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La sociedad totalitaria “donde es obligatorio sacrificar la libertad y los sentimientos para conseguir la felicidad y el bien común”… es una variante “heroica” de una realidad inmediata menos gloriosa de rebaños…
-adorando la nadería, entre bostezo y bostezo;
-siguiendo la senda impuesta por pastores de ideas muertas;
-comulgando con chucherías consagradas como hostias (laicas);
-caminando sonámbulos hacia ninguna parte, hipnotizados por espejos que reflejan el rostro de nadie, maquillado con publicidad de obras muertas.
MACBA, cartel de Alphaville, 15 agosto 2009. Foto JPQ.
- Paisaje de Luis Marsans, desde el MACBA.
- Arte y Fotografía en este Infierno.
Vaya, y yo que cuando he visto el nombre de Alphaville ya estaba poniendome los ropajes de los 80, preparado para reivindicar la musica disco y el Max Mix… y digo yo, en toda mi ignorancia, que tendran la naderia y las ideas muertas que atraen a tanto personal? Porque yo diria que ese mismo personal seria capaz de diferenciar entre un buen solomillo y una hamburguesa del McDonald’s, no? Sera que tenemos la vista mucho mas atrofiada que el gusto?
Jordi,
Son una droga, más o menos dura o soft, según se mire. Se está también durmiendo la siesta en una sala vacía del Macba, donde pasan en circuito cerrado vídeos incomprensibles…
Q.-