Bulevar St.Michel, 19 septiembre 2009. Foto JPQ
Por vez primera en la historia, un “poder negro”, “black power”, comienza a ser visible a todos los niveles de la vida social, económica, artística, cinematográfica y literaria de Francia. Y Nicolas Sarkozy ha sido un “motor” de tal proceso de metamorfosis cultural profunda.
[ .. ]
Se trata de un proceso que viene de muy lejos, de la colonización y la descolonización, que comenzó a tener una visibilidad cosmopolita e internacional a través de la selección nacional de fútbol, a lo largo de los años 60, 70, 80 y 90 del siglo pasado, cuando los negros franceses comenzaron a convertirse en estrellas deportivas, para terminar siendo el crisol más llamativo del fútbol y la selección nacional, con figuras estelares, como Claude Mekélelé y Lilian Thuram, cuya personalidad va mucho más allá de la vida deportiva.
DESPERTAR DE LOS LEONES
Sin embargo, la escalada final hacia la cúspide de la pirámide social coincide con la victoriosa campaña presidencial de Nicolas Sarkozy, el invierno del 2006 y el 2007, cuando el hoy presidente descubrió y lanzó como estrella de campaña a una joven negra, Rama Yade, autora de un libro titulado Noirs de France (Calmann Lévy), que ella misma resumía de este modo: “Mientras los leones no cuenten su propia historia, las historias de caza estarán contadas por los cazadores. Creo que ha llegado la hora: los leones deben ser los actores de su propio destino, sin intermediarios ni gran hermano protector”.
En el libro de Rama Yade, los leones son los negros, y, en particular, los negros de Francia. Presidente, Sarkozy nombró a Rama Yade secretaria de Estado en el ministerio de Asuntos exteriores, cargo abandonado, tras el cambio de gobierno, por el de secretaria de Estado del Deporte.
Rimbaud ya había escrito: “Yo soy un negro”. Senghor y Aimé Cesaire ya habían introducido la negritud en la cultura francesa. Hubo ministros negros en muy diversos gobiernos. Hubo una candidata negra a la presidencia de la República, Christiane Taubira. Pero es con Rama Yade, durante la campaña presidencial de Sarkozy (2006 / 2007), cuando los negros de Francia ocupan definitivamente un puesto central en la marcha de los negocios públicos.
Restaurante italiano, rue Clément, 1 de septiembre 2009. Foto JPQ.
En apenas dos años han florecido un centenar de organizaciones de la más diversa obediencia, enarbolando la bandera de una negritud que reivindica su condición. Hace dos años, el Conseil représentatif des associations noires de France (CRAN), que agrupa a la gran mayoría de las asociaciones de negros franceses, se convirtió en el primer interlocutor oficioso del Estado. Por su parte, el Cercle d’action pour la promotion de la diversité en France (Capdiv) funciona como el primer think-thank de los black studies franceses. Uno de sus animadores, Pap Ndiye, acaba de publicar un ensayo monumental, La condition noire (Gallimard) y comenta la emergencia del “poder negro” francés de este modo: “Queremos ser, al mismo tiempo, negros y franceses, sin que eso se vea como nada sospechoso. Queremos ser invisibles desde el punto de vista social, para acabar para siempre con las discriminaciones”.
Los dos millones de negros franceses son masivamente pobres y se consideran marginados, víctimas de las incontables secuelas de la discriminación. Sin embargo, tras la estela de Rama Yade, los negros y negras han hecho una irrupción llamativa en todos los sectores de la vida social, política, económica, cultural.
LAS MUJERES, MOTOR DE LA HISTORIA
Uno de los presentadores del telediario de máxima audiencia, en la primera cadena nacional TF1, es un negro, Harry Roselmack, que comenta el proceso en curso de este modo: “A mi modo de ver, se trata de una gran victoria de la normalización… que solo culminará cuando la gente deje de pensar que soy negro y me vea como un simple periodista”.
Entre las estrellas emergentes del cine francés destaca Sara Martins, que declara: “Hace solo diez años, hubiera siendo impensable que una negra como yo entrase en el Conservatorio de París. Ahora soy un símbolo”. Desde hace años, los negros franceses de origen africano o caribeño ocupan un puesto importante en cada rentrée literaria. Este año es el caso de Léonora Miano. Organizaciones como Queen Africa aspiran a servir de puente económico entre París y el continente africano. Las mujeres ocupan un puesto capital en la larga marcha del poder negro emergente. Damaris Maa Marchand, presidenta de Femmes africaines de France et d’Europe cree en la fuerza de otro proceso paralelo: “Las mujeres africanas están siendo los “motores” de las nuevas conquistas; para ellas y para sus hijos”. ABC, 20 septiembre 2009, El «black power» francés.
Matrimonio mestizo, en la alcaldía del distrito VI, donde se casaron François Mitterrand, JP Belmondo y mi CJC, frente a la librería La Procure, 12 septiembre 2009. Foto JPQ.
- Un negro en la Academia.
- La gran literatura francesa escrita por negros, africanos, asiáticos, mestizos...
- Aimé Césaire, orgullo y leyenda de la negritud.
- París mestizo.
- Francia y Fotografía en este Infierno.
maty says
Se agradece muchísimo leer negro y no afroamericano como dicen en EE.UU y ahora los medios. Siempre he detestado lo políticamente correcto por hipócrita con el lenguaje.
Ahora que nadie nos lee ¿has sido o eres negro de alguien? 😛
JP Quiñonero says
Maty,
Los negros franceses reivindican con sereno orgullo su condición de negros, si.
Q.-
PS. Solo he sido y soy negro de mi mismo: un trabajo horroroso y muy mal pagado, en mi caso, al menos.
times says
No te quejes juanpedro que creo que el ABC paga muy bien
JP Quiñonero says
Times,
No me quejo en absoluto. Sueño con instalarme en Monte Carlo en el Hôtel de Paris, como cronista de sociedad,
Q.-
PS. Si no me sale la cosa me contentaré con el Villa d’Este, en el lago de Como o el Hôtel du Palais de Biarritz.
Sani Girona says
¡Magníficas fotos, JP! Más aún, son una crónica trascendente y un valioso reflejo de una parte de la sociedad francesa actual.
Pero es que toda Europa está más revuelta de lo habitual. Crisis o postcrisis, y queja generalizada. Todos miramos el dedo mientras que la luna està -me parece- en la nueva Asia…
Mala solución tiene la situación actual pero creo que el futuro próximo será aún peor.
Se necesita un nuevo orden mundial que reequilibre la situación creada por una China emergente que en 20 años ha cambiado las reglas de juego que regían en el mundo con una inercia extraña…
En cuanto a lo de la negritud escriptórica: a partir del viernes cuento ponerme yo también a ser negro de mi mismo. Ya no tendré excusa para no escribir a destajo para Sani. Ya te contaré.
Un abrazo en estas últimas horas de dia de huelga general, vigilia de un 30 de septiembre que va a ser para mi todavía más decisivo.